Preparen sus
antorchas, armas de fuego y/o armas punzocortantes, es hora de dar más motivos
para que me odien: No creo que Buscando a
Nemo sea una “gran” película. Antes de que me pongan mis propias entrañas
de corbata déjenme aclarar algo, creo que Buscando
a Nemo es una buena película pero no la consideraría ni el top 5 de lo
mejor de Pixar (si me preguntan, la mejor hasta la fecha es Up, aunque mi favorita es Wall-e). Sé que muchos consideran a Nemo
y compañía como un recuerdo entrañable pero yo no podría ser más indiferente a
estos personajes aunque lo intente, por lo cual, aunque no me emocionaba mucho
que digamos ver la secuela, tampoco tenía ninguna clase de prejuicio ante Buscando a Dory. Si eso no es ser completamente
neutral, entonces no sé qué sea.
En Buscando a Dory nos reencontraremos con
Marlin, Nemo y Dory en una nueva aventura marina. Dory, la pez con falta de
memoria a corto plazo vive junto con Marlin y Nemo después de su primer gran
aventura y poco a poco empieza a ejercitar su memoria lo que la hace recordar
que tiene una familia y que tristemente se había olvidado de ella. Desesperada,
Dory hará hasta lo imposible para reencontrarse con sus padres, aunque su problema
con la memoria será el obstáculo más grande de todos para lograrlo.
Aún los fans
más acérrimos de Buscando a Nemo
deben de reconocer que esa historia no necesitaba de una secuela. Tanto Marlin
como Nemo tuvieron su muy bien logrado arco de personaje en la primera película,
y aunque los personajes son realmente entrañables no es como si necesitemos ver
más de ellos y sinceramente creo que Pixar opina exactamente lo mismo, por lo
que, como el título de la cinta lo indica, el centro de toda la trama es Dory.
Puede que
Dory haya sido solo un personaje secundario cómico en la primera película sin
demasiado que ofrecer, sin embargo en Buscando
a Dory vemos una tremenda profundización en el personaje que se da no solo
gracias a una más detallada (y trágica) historia, sino también en todas y cada
una de las interacciones de Dory con el resto de personajes. Nunca creí que un
pez de caricatura podría ser tan interesante y, se dicho de paso, las escenas
de Dory bebé son la cosa más adorable y tierna concebida por Pixar.
Es cierto
que la historia y su desarrollo cuentan con muchísimas similitudes con la cinta
anterior, pero no por ello se trata de una copia al carbón del primer filme. En
un principio creí que vería un nuevo viaje por el océano para buscar a un pez
extraviado que duraría toda la película, y aunque dicho viaje eso sí sucede, el
trayecto es bastante breve, lo que hace que la historia se centre en los
personajes y sus aventuras en un refugio de animales marinos, dándonos situaciones
bastante entretenidas y diferentes a las que ya hemos visto con anterioridad.
Puede que no
pasemos demasiado tiempo con los nuevos personajes que se presentan, pero cada
uno de ellos aprovecha su tiempo en pantalla al máximo y logran dejar una muy
grata impresión, además de que cada uno de ellos es verdaderamente memorable,
en especial Hank el pulpo, quien sin duda se convirtió rápidamente en mi
personaje favorito (ya saben que suelo proyectarme en los personajes antipáticos
que rayan en lo neurótico). Recuerden muy bien mis palabras, si es que Pixar
siente la necesidad de regresar a este mundo submarino (que espero no sea el
caso, preferiría mil veces una película original
a una secuela más), les puedo apostar que la siguiente cinta de la serie va a
ser Buscando a Hank.
La pregunta
es ineludible ¿Buscando a Dory es
mejor que Buscando a Nemo? En mi opinión
la respuesta es sin duda un rotundo “Si” (aunque también deben tomar en cuenta mí
ya antes mencionada indiferencia con Nemo). Puede que la cinta sea una secuela
completamente innecesaria pero eso no evita que sea una buena película gracias
a sus propios méritos. Buscando a Dory
es mucho más divertida, emocional y conmovedora que su antecesora, por lo que
se puede sumar a la gran lista de éxitos que ya adornan la trayectoria del
legendario estudio Pixar. Aún si están muertos por dentro (como es mi caso)
deben ver obligatoriamente esta película en el cine, si no les impota la buena
historia y los entrañables personajes, el simple espectáculo visual es suficiente
para justificar el precio del boleto.
Buscando a
Dory: 3/5. Buena.
Mejor que:
Buscando a Nemo (2003), Cars (2006), Cars 2 (2011), Valiente (2012), Un Buen
Dinosaurio (2015).
No tan buena
como: Wall-e (2008), Up (2009), Toy Story 3 (2010), Intensa Mente (2015).
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