Otro día,
otra basura que se arrastra fuera de la fosa séptica conocida como cine
mexicano actual. No hay mucho que decir sobre Cómplices, es otra comedia romántica basada en el cliché que se
pierde en el mar de mediocridad de este género, ya que aparentemente, por
razones que escapan a mi muy escasa comprensión, parece que es el único género
que le interesa explorar al cine nacional.
En Cómplices veremos… bla, bla, bla, macho
alfa que se enamora, bla , bla bla, malentendidos predecibles y comedia forzada
que no da risa, bla, bla, bla, bla, momentos trillados y absurdamente melosos,
bla, bla, bla ¿De verdad a alguien le interesa que les dé una sinopsis de esta
cosa? Sí han visto CUALQUIER otra comedia romántica, ya saben de qué trata Cómplices.
Hagamos de
lado por un segundo el hecho de que la trama de esta película es la más gastada
en la historia del cine, a veces el tener personajes interesantes puede llamar
la atención en una película aun cuando la historia en sí misma no es nada innovadora,
pero ese tampoco es el caso en Cómplices.
Los protagonistas no son más que un saco en el que se trata de meter tantos clichés
y estereotipos como sea humanamente posible, sin una gota de gracias o la más mínima
intención de hacernos empatizar con ellos. Lo siento, pero al seguir a un par
de personajes que la mayor parte del tiempo actúan como patanes, me es difícil fingir
que me importa un carajo lo que les suceda dentro de la historia.
Un error común
en cualquier película (sin importar la nacionalidad) es tomar demasiadas tramas
y no poder desarrollar todas ellas de manera competente, eso ocurre también en Cómplices, la diferencia es que aquí no
existen muchas subtramas, sólo existen dos de ellas y aun así ninguna de las
dos se ejecuta de manera competente. La parte “romántica” parece colarse prácticamente
de la nada, y la relación fraternal entre los dos personajes principales
igualmente resulta completamente espontanea, apareciendo solo cuando y si el
guion lo requiere, no porque la historia se desarrolle naturalmente, sino
porque es el camino de toda comedia romántica. Lo único peor que ver un gastadísimo
cliché es ver uno mal ejecutado, algo que resulta ser el 95% de lo que nos
ofrece Cómplices.
Por más que
lo intento, simplemente el cine mexicano no es para mí. Táchenme de malinchista
mamón si quieren, a fin de cuentas creo que tendrán razón en juzgarme así, pero
simplemente no puedo justificar la mediocridad del cine nacional. Creo que sí
existe un público para este tipo de producciones, después de todo el resto de
la sala reía constantemente con los aburridísimos clichés y chistes sin gracia,
y aunque no me lo crean, me alegro por esas personas que en verdad disfrutaron
el filme, lo digo muy en serio, pero para mí la producción fue aburrida,
predecible y simplemente patética. Sí creen que soy demasiado exigente… tengo
que darles la razón. No, no pretendo que cada película mexicana sea una joya
que venga a revolucionar el cine, digo, sería agradable ver tal cosa pero eso
es una expectativa bastante fantasiosa e irreal. No, lo único que quiero es que
el cine mexicano mejore, que deje de darnos producciones mediocres y pretenda
que eso es suficiente para ganarse el aplauso del público ya que si se mantiene
esa mentalidad, el cine nacional, por lo menos el catalogado como “cine
comercial”, nunca saldrá de la zanja en la que ha estado atorado durante años.
Ustedes son libres de ver lo que quieran en el cine, pero si me preguntan, Cómplices es un desperdicio de tiempo y
dinero que no vale la pena.
Cómplices:
0/5. Ofensivamente mala
No tan buena
como: La Boda de Valentina (2018).
Mejor que:
Lo Más Sencillo Es Complicarlo Todo (2018).
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