Hay dos
razones por las que no me agradan las películas “con mensaje”, de esas que
están diseñadas específicamente para ser emocionalmente manipuladoras, de las
que cuentan con una tierna historia que casi siempre se siente sacada de un
libro de superación personal; para empezar los intentos de provocar empatía son
completamente inútiles en mi debido a mi propia misantropía, por otro lado
estas historias casi siempre son terriblemente melosas, predecibles y por lo
tanto aburridas, ya que desde que empieza la película ya sabes cómo va a
terminar. Extraordinario es todo lo anterior y más, pero para mi sorpresa logra
dar unos cuantos elementos lo suficientemente buenos para evitar que la odie
por completo.
En Extraordinario veremos la historia de un
niño que lucha por ser socialmente aceptado a pesar de sus condiciones físicas.
Debido a una rara enfermedad genética, “Auggie” Pullman (Jacob Tremblay) ha
pasado por muchas cirugías que lo han ayudado a mejorar su calidad de vida,
pero que desafortunadamente no han logrado reconstruir su rostro, lo cual lo
hace sentirse inseguro cuando sus padres deciden enviarlo por primera vez a una
escuela pública. Enfrentándose a sus propios miedos y al prejuicio de los demás
niños, “Auggie” poco a poco ira aprendiendo a hacer verdaderas amistades y
encontrar una visión positiva de la vida.
Sí, lo sé,
soy un monstruo desalmado que está muerto por dentro por decirlo de manera tan
insensible y directa, pero tengo que ir directo al punto: Niño deforme tiene
dificultades para ser aceptado, poco a poco es apreciado y al final todo el
mundo vive feliz para siempre. Esta es toda la trama de la película, que
resulta emocionalmente manipuladora, trillada y sin mucho chiste que digamos,
pero si esto fuera todo lo que Extraordinario
ofrece, aquí mismo terminaría la reseña, pero hay más en esta cinta de lo que
se pude ver a primera vista.
La historia,
como ya repetí hasta el cansancio, es terriblemente trillada y predecible, lo
interesante es que la película cambia varias veces de punto de vista, dando
importancia a muchos de los personajes secundarios. La trama siempre tiene como
punto de enfoque a “Auggie”, el indiscutible personaje principal, lo
interesante es ver como su delicada y muy poco ortodoxa vida llena de
dificultades no solamente lo afecta a él sino a todos a su alrededor, tanto
dentro como fuera de su propia familia. Cada que cambiamos de narrador se nos
deja ver un enfoque diferente a un mismo problema, lo cual no solo enriquece
mucho la trama sino que también nos ayuda a conocer a los otros personajes más
a fondo, lo cual sirve a que verdaderamente empaticemos con ellos, no solo
porque eso es lo que “se espera” dentro de este tipo de historias, sino porque
realmente vemos los distintos problemas a los que todos ellos se enfrentan y,
sorprendentemente, no todos están tan intrincadamente enlazados con el
personaje principal.
Casi todo
personaje secundario tiene la oportunidad de contar su propia historia, pero la
palabra clave aquí es: “casi”. Debido a lo numeroso del reparto, al filme le
resulta difícil dar el mismo nivel de atención a cada personaje, haciendo que
algunas subtramas se sientan demasiado apresuradas e incluso incompletas, lo
cual si resulta algo decepcionante, pero para dar honor a quien honor merece,
si en verdad se desarrollara a todos los personajes con el mismo nivel de
detalle, la película duraría unas cuatro horas y se convertiría en algo
verdaderamente insoportable, un extremo que fortuna la producción nunca
alcanza.
Se supone
que Extraordinario debería dejarme
con un buen sabor de boca, siendo, supuestamente, una de esas historias que
resultan tiernas e inspiradores, lo cual debo aceptar que sí es, pero debido a
que soy un pinche amargado la cinta nunca logro tocarme el inexistente corazón.
Sí, la trama es emocionalmente manipuladora, en más de una ocasión decide
resolver problemas de la nada y el final es vomitivamente cursi ¿Pero saben
qué? Dentro de tanta dulzura se deja ver una historia muy bien contada, con
suficientes elementos destacables como para ser interesante, tierna, emotiva y
esperanzadora al mismo tiempo. No es precisamente de mi agrado, pero si tienen
ganas de ver una de estas películas supuestamente “inspiradoras”, Extraordinario es probablemente su mejor
opción.
Extraordinario:
3/5. Buena.
Mejor que:
Lo que de Verdad Importa (2017), Todo Todo (2017), La Razón de Estar Contigo
(2017), Hombre de Familia (2017)
No tan buena
como: En Este Rincón del Mundo (2016).
Comentarios