No están
ustedes para saberlo ni yo para contarlo, pero quiero que sepan que mientras veía
Cuando los Hijos Regresan me sentí un
poco incómodo, ya que en un principio el filme me saco de mi zona de confort
¿Sería esta la segunda película mexicana al hilo que tendría que recomendar? Afortunadamente
(supongo) al llegar más o menos a la mitad, la calidad de la cinta cayó en
picada a la acostumbrada mediocridad del cine nacional, haciendo que mi odio
siga siendo justificado.
En Cuando los Hijos Regresan veremos las
desventuras a las que se enfrentan una pareja casada cuando sus hijos, todos ya
mayores, deben regresar a vivir a la casa en que fueron criados. Después de una
larga vida de trabajo, Manuel (Fernando Luján) ha decidido jubilarse y vivir un
retiro tranquilo junto a su esposa Adelina (Carmen Maura). Los planes de Manuel
y Adelina se ven interrumpidos cuando, por cuestiones monetarias o
malentendidos personales, cada uno de sus hijos regresan a vivir con ellos. Ahora
Manuel y Adelina harán todo lo posible por sacar a sus arrimados hijos de la
casa y ayudarlos a que cada uno continúe con su propia vida.
Puede que la
primera mitad del filme no sea verdaderamente original, ni en su trama ni en
sus personajes, sin embargo, con actuaciones decentes y un ritmo bastante
agradable, el inicio de la cinta pintaba bastante bien, siempre llevando el
tono relajado de una comedia ligera, pero todo esto va degradándose poco a poco
entre más avanza la historia.
Para la
segunda parte de la película ya tenemos a un reparto muy numeroso, la mitad del
cual no se desarrolla adecuadamente y que, siendo sinceros, no resulta tan
gracioso como los mismos actores piensan que son. Lo peor del caso es que
muchos de los chistes resultan chistosos, por lo menos en un principio, pero
por alguna razón u otra se decide alargar estos segmentos de manera
innecesaria, perdiendo la gracia cada minuto que pasa ¿Por qué conformarse con
un buen chiste de un par de minutos si podemos alargarlo hasta hacer una escena
de diez minutos o más? En este caso “más” no necesariamente significa “mejor”.
El tiempo
que se desperdicia en chistes sosos pudo haberse utilizado mejor para arreglar
los numerosos agujeros en la trama. Para sorpresa de absolutamente nadie, la
historia alcanza un final feliz, uno sacado completamente de la manga, basado
en más chistes sin gracias, soluciones que no son más que un aburrido “Deux Ex
Machina” y supuestos arcos de personaje que nunca se plantearon en primer lugar
y que en muchas ocasiones se sienten como la solución a un problema que nunca
vimos para empezar.
No sé si se
deba a un caso de “demasiados chefs en la cocina” como dicen por ahí, pero la
tan dispar calidad entre la primera mitad de la película y la segunda me hace
pensar que cada uno de los guionistas tenían una visión muy distinta para el
proyecto y nunca lograron ponerse de acuerdo entre ellos, dando como resultado
un revoltijo que, aunque no es incomprensible, si resulta rebuscado y en
momentos carente de sentido. Cuando los
Hijos Regresan tiene sus buenos momentos, pero el producto final no es más
que un montón de potencial desperdiciado con uno que otro momento divertido,
pero ¡Hey! ¿No es precisamente eso lo más característico del cine mexicano?
Cuando los
Hijos Regresan: 2/5. Meh.
Mejor que:
El Cumple de la Abuela (2015), 3 Idiotas (2017), El que Busca Encuentra (2017).
No tan buena
como: Hazlo como Hombre (2017), El Jeremías (2015).
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