La tecnología
ha ayudado a que obras antes consideradas como “inadaptables” den el salto al
medio del cine, siendo películas como Watchmen,
El Señor de los Anillos o Los Juegos del Hambre ejemplos de una buena
adaptación. El problema con este tipo de producciones es que en más de una ocasión
la pregunta más importante no es “¿Se puede adaptar?”, sino “¿Se debería
adaptar?”, ya que al dar el salto de un medio a otro se debe tener dos cosas en
mente: Hacer que el concepto sea lo suficientemente simple e interesante para
llamar la atención de nuevos fans y al mismo tiempo no cambiar tanto el
material original para mantener el interés de aquellos que ya son seguidores de
la obra. La versión cinematográfica de La
Torre Oscura (basada en una serie de novelas de Stephen King) intenta
satisfacer tanto a propios y extraños y no creo que logre satisfacer a ninguno
de los dos grupos.
En La Torre Oscura veremos a un par de
aventureros tratando de evitar la destrucción del universo. Jake Chambers (Tom
Taylor) es un niño que constantemente tiene pesadillas y visiones sobre un
pistolero persiguiendo a un misterioso hombre vestido de negro, algo que hace
que su familia se preocupe por su salud mental, creyendo que las visiones de
Jake son resultado de un trauma que lo hace confundir la fantasía con la
realidad. Tras seguir pistas dentro de sus visiones, Jake se topa con Roland
Deschain (Idris Elba), un pistolero encargado de proteger la misteriosa Torre
Oscura, pilar que sostiene una multitud de universos y cuya destrucción amenaza
con la perdición de toda la creación. Ahora Jake y Roland deberán trabajar
juntos para detener al “Hombre de Negro” (Matthew McConaughey), quien busca
destruir la torre y conquistar todas las realidades.
La sinopsis
anterior suena mucho más rebuscada y compleja de lo que la historia
verdaderamente es. Los buenos tratan de detener al malo que quiere conquistar
el mundo, trama simple pero efectiva y que puede ser la base para algo mucho
más interesante, desafortunadamente La
Torre Oscura nunca va más allá de esa idea inicial. El mundo que nos
presenta la película es una combinación entre ciencia ficción, fantasía, western,
mundo post apocalíptico y un toque de película de terror, algo que suena como
un desastre sin pies ni cabeza, pero es parte del encanto de la obra original,
uno que no se traduce nada bien en una película de hora y media. El contraste
entre tantos elementos distintos se va introduciendo poco a poco a lo largo de
las extensa novelas original, haciendo que cada elemente funcione bien entre sí,
el problema con el filme es que busca hacer lo mismo con una restricción de
tiempo que lo limita muchísimo. Puede que sea la crítica más común a la hora de
adaptar un libro, pero sigue siendo la más acertada: Es imposible trasladar por
completo una obra de cientos o miles de páginas a una cinta de menos de dos
horas.
Las
interacciones entre los personajes también se ven limitadas por la duración del
filme. La relación entre Roland y Jake va la creciendo, dándonos al final un
concepto de padre/mentor e hijo/disipulo, una que el filme no se da tiempo en
construir, dejándonos ver a Roland como distante y hasta hostil al principio y después
de un par de escenas ya debemos suponer que los dos protagonistas son mejores
amigos. Sé que me estoy enfocando mucho en el tiempo, pero en verdad toda la producción
se siente acelerada y con demasiada prisa por terminar, algo que se refleja
hasta en la edición, haciendo que los personajes viajen de un lugar a otro casi
instantáneamente de una escena a otra con tal de que la trama siga su curso.
Hay algo que
muchas veces pasamos por alto, cada medio tiene sus propias fortalezas y
debilidades, algo que siempre se debe tener en mente a la hora de adaptar una
obra de un medio a otro. La Torre Oscura,
al tratar de adaptar tanto como puede del trabajo original, no hace más que
simplificar sus conceptos y con ello quitándole aquello que los convertía en
algo interesante y fuera de lo común. Las ideas se encuentran ahí, pero la película
nunca se toma el tiempo suficiente para desarrollarlas, haciendo que la cinta
siga siendo demasiado “extraña” para aquellos que no conocen la serie y al
mismo tiempo demasiado simplista para aquellos que la han seguido durante largo
tiempo. Hay algo que si debo aplaudir, por mínimo que sea: la película deja la
puerta abierta para posibles secuelas pero por lo menos logra darnos una
historia completa y evita quedar en el “cliffhanger” que otras franquicias muchas
veces dejan sin resolver. Me duele admitirlo, pero la película, aun ignorando
que se trata de una adaptación, simplemente es mala. Tal vez en un futuro no
muy lejano alguien más se dé a la tarea de traer este mundo a la pantalla
grande, pero por ahora el primer intento es un “strike”.
La Torre
Oscura: 1/5. Mala.
Mejor que: Eragon
(2006), La Quinta Ola (2016) Ya sé que son de Stephen King, pero siguen siendo películas
basada en series de libros.
No tan buena
como: Valerian y la Ciudad de los Mil Planetas (2017). De nuevo, hablando
estrictamente de adaptaciones de un medio a otro.
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