Me es fácil ser
extremista a la hora de reseñar una película. Es divertido tachar algo como una
abominación en contra de la inteligencia o idolatrar un filme como el mejor
producto concebido por el hombre desde la invención de la pizza, lo
verdaderamente difícil es clasificar aquello que no cae cerca de esas dos categorías,
como es el caso de Todos Queremos a
Alguien, que si bien no deja de ser una “comedia romántica” igual a miles
de otras cintas, tampoco se podría considerar como una mala película, por lo
menos dentro de su trillado y, para mi gusto, aburrido género.
En Todos Queremos a Alguien veremos la
comedia romántica número 369, 159 lanzada en los últimos años (más o menos).
Clara (Karla Souza) es una doctora bastante exitosa en su campo laboral pero
que debido a una muy mala experiencia se resiste a tener una relación sentimental
“seria”. Justo cuando Clara esta lista para darle una segunda oportunidad al
amor con su colega y amigo Asher (Ben O´Toole), su exnovio aparece en escena.
Ahora Clara deberá decidir cuál es su mejor opción entre sus dos pretendientes.
Deténganme
si han escuchado esta historia antes: Mujer guapa, simpática y exitosa parece
tener todo para ser feliz, excepto a un hombre, lo cual la hace sentir
miserable. Esta es la misma aburrida (y
algo retrograda) premisa del 99% de comedias románticas, la cual Todos Queremos a Alguien sigue al pie de
la letras sin ninguna clase de innovación, lo cual suena a algo terriblemente tedioso,
y de cierta manera lo es, pero por otro lado las ambiciones de la producción nunca
van más allá de precisamente eso, recrear una formula probada y comprobada y
hacer un trabajo competente con ello. La trama finge tener giros inesperados
que si bien son predecibles, por lo menos logran mantener entretenido al
espectador, a pesar de que todo mundo y su abuelita sea capaz de adivinar el
final de la historia unos 60 minutos antes de que termine la película.
Las actuaciones,
para sorpresa de absolutamente nadie, no son nada del otro mundo pero al mismo
tiempo tampoco son insultantemente malas. No creo que Karla Souza sea una gran
actriz ni mucho menos, pero resulta carismática y divertida la mayor parte del
tiempo, sobre todo al compararla con las actuaciones de sus coestelares,
quienes muchas veces llegan a niveles de actuación de mala telenovela de televisión
abierta.
Voy a ser
sincero, Todos Queremos a Alguien se
siente como un capitulo extendido de Grey´s
Anatomy… ¡No me juzguen! Yo veía esa madre cuando era joven, no tenía cable
ni internet y era ver eso o hacer algo productivo con mi tiempo… ejem… El punto
es que Todos Queremos a Alguien no
deja de ser una comedia romántica más del montón, con nada que la distinga del
resto pero tampoco con ningún elemento que la convierta en una total pérdida de
tiempo. Diré esto “a favor” de la producción: para ser una película mexicana
por lo menos no me hizo querer arrancarme los ojos y maldecir la hora en que
fui concebido, lo cual, si están familiarizados por mi inagotable odio por el
cine nacional, es algo que se podría considerar como un muy, muy leve alago.
Todos
Queremos a Alguien: 2/5. Meh.
Mejor que:
Cincuenta Sombras Más Oscuras (2017), No Manches Frida (2016), El Cumple de la
Abuela (2016).
No tan Buena
como: ¿Qué Culpa Tiene el Niño? (2016), Treintona, Soltera y Fantástica (2016),
Que Pena Tu Vida (2016).
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