Últimamente
he visto más cine mexicano del que quisiera, de hecho estoy casi seguro de que
todo es parte de un intrincado plan por parte de la industria del cine para
tratar de inocularme y así poder pasar por alto los efectos de este particular
tipo de entretenimiento, estrategia que serviría de no ser por mi tan
anunciado, irreversible, profundo e
inmenso odio por el cine mexicano. Debo aceptar que tal vez (solo tal vez) sí
me he vuelto más blando a la hora de reseñar películas mexicana, pero por
suerte (¿?) ver Macho fue una excelente
manera de recordarme los fundamentos en los que se basa mi repudio por el cine
nacional.
En Macho veremos las desventuras de un
diseñador de modas que trata de esconder su verdadera orientación sexual. Evaristo
Jiménez (Miguel Rodarte) es el diseñador de modas más famoso de México cuya
afeminada actitud lo ha convertido también en un icono de la comunidad
homosexual. La imagen pública de Evaristo se ve amenazada cuando unos
periodistas descubren que el famoso modisto en realidad es heterosexual. Con
poco tiempo para salvar su carrera, Evaristo deberá hacer todo lo posible por
mantener sus pretensiones de homosexual y
en el proceso descubrir si se trata realmente de solo una fachada.
Como suele
ser el caso de muchas películas (no solamente mexicanas), el trailer es
bastante engañoso, ya que nos vende la idea de que veremos algo así como un
remake de Modisto de Señoras o las
viejas heces fecales televisivas llamadas Diseñador
Ambos Sexos, y aunque la premisa inicial si es muy similar, la película
toma un rumbo bastante diferente. Aunque la trama nunca abandona su tono cómico,
la historia rápidamente se centra no tanto en las aventuras del protagonista si
no en cierta la crisis de identidad sexual que sufre, un tema que en muchas ocasiones
se inclina (sin albur) a una atmosfera más melodramática
La película
parce tratar de romper con nociones y estereotipos sociales mediante… las
mismas nociones y estereotipos, lo cual es bastante contraproducente; es como ir
a una manifestación contra las armas con un arma de fuego en cada mano. La
trama no analiza o reconstruye los estereotipos del personaje gay, simplemente
los reafirma, dándonos personajes que no son más que una lista de clichés andantes.
Por si esto fuera poco, tal vez de manera inconsciente, la película manda un
mensaje bastante contradictorio, pintando a la comunidad homosexual como un
grupo violento, irracional y (no estoy bromeando) propicio al terrorismo con
tal de rechazar a aquellos que no se cuadren a sus mismos ideales, una ideología
que, según el mismo planteamiento de la película, sataniza la heterosexualidad
La cinta
trata de apelar a la diversidad sexual y lo hace de una manera que me parece
extraordinariamente ofensiva. No me malentiendan, no soy una de esas señoras de
iglesia que hacen el ridículo marchando en contra del matrimonio homosexual, lo
que sucede es que la película parece querer reducir la identidad de sus
personajes en simples etiquetas, etiquetas intercambiables y tan efímeras que
pierden cualquier valor que pudiesen tener, no en el sentido de que se da
demasiada importancia a la orientación sexual de cada persona sino que, y de
nuevo no estoy bromeando, un personaje puede cambiar sus preferencias sexuales
tan fácilmente como cambiar de calcetines, algo que la película afirma casi
textualmente. Lo siento, táchenme de homofóbico, retrograda, machista, sexista
o cualquier otro adjetivo despectivo, pero si conociera alguien que tomase tan
a la ligera parte de su propia identidad como ser humano, inevitablemente pensaría
que esa persona tiene trastornos mentales.
Macho trata de tocar un tema delicado con
humor, lo cual no tiene absolutamente nada de malo pero lamentablemente no logra llegar a ningún lado
con su mensaje. Como ya dije, la comedia se basa en el estereotipo y el mensaje
de diversidad en ocasiones se presenta más como un discurso de exclusión. Puede
que la película tenga la intención de ser progresista, algo que hace de manera
torpe y contraproducente. Tal vez la producción tenga buenas intenciones, pero
ya saben lo que dicen, el camino al infierno está empedrado de buenas
intenciones, y lo digo de manera completamente metafórica, no religiosa. El
guion parece tener algo importante que decir pero no tiene ni la más remota
idea de cómo decirlo, lo cual convierte a la película en un desastre confuso e
insoportable. Creo que la cinta es un buen tema de conversación pero no lo
suficiente para desperdiciar tiempo y dinero en el cine. Si quieren ver Macho, cómprenla pirata o en una de esas
páginas de internet de dudosa procedencia.
Macho: 1/5.
Mala.
Tal vez no
sea el peor filme del año, pero definitivamente es la peor película mexicana
que he visto durante el 2016
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