¿Les ha pasado
que conocen a alguien y desde un principio les cae mal sin razón aparente? No ese alguien les hiciera algo malo en el
pasado o que sea una mala persona en general, sino que simple e inexplicablemente
les cae mal. Para mí una de esas personas es Omar Chaparro. Tampoco es que lo
conozca personalmente ni mucho menos; tal vez el wey sea la persona más
agradable del mundo, pero simplemente me cae mal y muy probablemente sea por
eso que no disfruto de su trabajo como actor y comediante (eso y que es científicamente
imposible respetar a cualquier persona que salga en Sabadazo). Mi
predeterminada antipatía por Omar Chaparro podría ser un elemento que me impida
reseñar imparcialmente su nueva película Compadres…
pero lo intentare de todos modos.
En Compadres veremos la película policiaca número
512, 785 con el concepto de la “pareja dispareja”. Garza (Omar Chaparro) es un policía mexicano que conoce al amor de
su vida: María (Aislinn Derbez). Justo cuando Garza está a punto de iniciar una
familia, María es secuestrada por un desalmado traficante. Para recuperar a su
novia, Garza tendrá que aliarse con Vic (Joey Morga), un atolondrado hacker
gringo y juntos rastrear y recuperar el dinero perdido de los secuestradores.
La película trata
de ser una comedia de acción, pero desafortunadamente falla en ambos aspectos.
Puede que mi antes mencionada aversión por Omar Chaparro sea la causa de que no
lo encuentre gracioso, pero para hacerme reír se necesita más que un wey que de
vez en cuando dice ”malas palabras” y hace caras supuestamente
graciosas mientras esta defecando en un escusado. Las actuaciones son pasables
en el mejor de los casos y medio forzadas en el peor, pero ese no es el peor de
sus problemas, sino que los dos supuestos personajes principales nunca demuestran
verdadera química entre ellos, convirtiéndose en dos completos desconocidos
que, aunque no han hecho nada para conocerse el uno al otro, debemos de creer
que se convierten en mejores amigos al final de la película.
Aunque no es nada del otro mundo, las escenas
de acción son filmadas con relativa competencia y aunque igualmente están plagadas
de clichés, podrían llegar a ser remotamente emocionantes de no ser por la
atroz edición. No exagero cuando digo que esta es una de las películas con peor
trabajo de edición que haya visto en mi vida. Las escenas se interrumpen sin razón
aparente, saltando de un lado para otro solo para regresar a la escena
anteriormente abandonada, cortando de tajo cualquier semblanza de dramatismo que
se pudiese causar en el espectador, además
de provocar escenarios de “flashback” a momentos que literalmente tienen tres
segundos de haber sucedido. Lo anterior daña irremediablemente a las partes “dramáticas”
y a las escenas de acción las convierte en un desastre sin pies ni cabeza, provocando,
entre otras cosas, que los personajes puedan teletransportarse, puertas y
ventanas que desafían las leyes del tiempo y el espacio, balas mágicas que
pueden zigzaguear en el aire o incluso volverse invisibles y un largo y vergonzoso
etcétera. Puede que yo no sepa absolutamente nada de edición cinematográfica,
pero la edición en Compadres parece
causada por un mono epiléptico drogadicto borracho con un par de tijeras y pegamento.
No estoy aquí
para juzgar a nadie (solo para juzgar la propia película). Si los demás
verdaderamente disfrutan de esta película me alegro por ellos, de verdad que sí,
no dejen que un amargado malinchista mamon como yo les arruine su diversión, pero
para mí Compadres pasara a la
historia con más pena que gloria. Lo mejor que puedo decir sobre Compadres es que he visto cosas peores,
lo cual no es un halago o por lo menos no debería tomarse como tal. Puedo decir
que la película es marginalmente divertida, pero en mi caso se debió a las
muchas instancias de humor involuntario provocadas por la horrenda edición. Si
son fans de Omar Chaparro muy probablemente disfrutaran de la película. Por mi
parte prefiero malgastar mi tiempo en cosas más productivas, como contar las
grietas del techo o inhalar pintura.
Compadres: 1/5.
Mala.
Mejor que: Héroe
de Centro Comercial 2 (2015).
No tan buena
como: Lo siento, no me viene nada a la cabeza en este momento.
Comentarios