La línea entre
homenaje y plagio es sumamente delgada y en ocasiones prácticamente invisible.
Hablando de cine, un plagio podría considerarse el copiar descaradamente una
formula ya conocida sin aportar ningún elemento o perspectiva novedosa a la producción.
Por otro lado, un homenaje juega con esos elementos ya establecidos, y aunque
no pueda considerarse como algo verdaderamente original, usualmente resulta ser
un producto interesante. Es importante tener esta diferencia en mente cuando
hablemos de Campamento del Terror,
porque a pesar de ser una película plagada con clichés asociados con el cine de
terror, podría considerarse más como un homenaje al género que una copia barata
del mismo.
En Campamento del Terror veremos la
historia de cuatro jóvenes atrapados en un campamento bajo extrañas
circunstancias. Will (Diego Boneta), Chrysty (Jocelin Donahue), Michelle
(Maiara Waish) y Antonio (Andrés Velencoso) son tres jóvenes estadunidenses que
piensan pasar su verano como encargados de un campamento para niños en España.
Una noche antes de que el campamento abra sus puertas al público, un extraño
suceso amenaza a los cuatro jóvenes. Ahora los muchachos deberán sobrevivir en
el aislado campamento y descubrir que es lo que ocurre realmente en el misterioso
lugar.
Seamos sinceros,
la trama que acabo de contarles es prácticamente sacada de un manual para hacer
una película de terror y solo es el primero de muchos detalles trillados del género
que veremos a lo largo de la historia. Desde el escenario de un lugar remoto,
hasta los personajes jóvenes que se ven amenazados por fuerzas externas y un
coqueteo bastante fuerte con historias de zombis contemporáneos, Campamento del Terror grita su amor por
las películas de terror ochenteras. Lo más interesante de la trama es como
juega con las expectativas del espectador. El misterio sobre qué es lo que
sucede en el campamento es uno que mantiene en alerta al espectador mediante
varias pistas, tanto reales como falsas, y aunque la respuesta final a dicho
misterio es medianamente interesante, tampoco se trata de una revelación que
cambiara el género para siempre ni nada por el estilo.
La manera en
que se filman las escenas de acción (por llamarlas de alguna manera) resulta
una espada de doble filo. El uso frenético de close-up y el movimiento continuo
de la cámara hace que las escenas sean bastante caóticas, lo cual ayuda a la ambientación
de la cinta, pero al mismo tiempo hace que sea muy difícil ver que es lo que
sucede en pantalla, y de manera muy, muy, muy personal, el agitar de la cámara tan
constante me provocó dolor de cabeza (aunque tal vez esto último solo es señal
de que ya estoy chocheando)
Puede que Campamento del Terror no reinvente la
rueda, pero hace un buen intento en mesclar elementos ochenteros de terror con una
ambientación más contemporánea, si esto es bueno o malo, dependerá completamente
del espectador y su familiaridad con el terror de los 80´s. Lo que si debo
mencionar es que la película se sabotea a si misma desde que inicia. Sin
arruinarles nada con spoilers, solo les diré que el destino de los
protagonistas es anunciado por la propia película incluso antes de que los
personajes aparezcan por primera vez en pantalla, lo cual arruina
irremediablemente una parte de la experiencia. No creo ni de cerca que Campamento del Terror se convierta en un
clásico ni mucho menos, de hecho diría que a largo plazo será una de esas películas
que olvidas que viste hasta que le vuelves a ver, pero aun con esto puede
resultar en una experiencia entretenida mientras dura.
Campamento
del Terror: 2/5. Meh.
Mejor que:
Más Negro que la Noche (2014),
No tan buena
como: [Rec] (2007), La Cabaña en el Bosque (2011) (también conocida como la
MEJOR deconstrucción del cine de terror que yo haya visto hasta la fecha)
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