Así como el
chef Gusteau opinaba que “cualquiera puede cocinar”, me gusta pensar que
cualquier persona es capaz de apreciar una obra de arte, pero me guste o no,
existen barreras culturales de diferentes alturas levantadas por diferentes
cuestiones. Ahora, sé que lo anterior parece querer hacer una división entre
aquellos que “le entienden” y los que “no le hallan” al arte (¡Chusma! ¡Chusma!
¡Pfttt!), pero hay que reconocer que la gente no siempre está lista para
experimentar algo a lo que normalmente no está acostumbrada, para muestra
tenemos Historia de Fantasmas, una de
las películas más hermosas que he visto últimamente… y una que será odiada por
el 98% de las personas que la vean.
En Historia de Fantasmas veremos… bueno, el
titulo lo explica bastante bien. Una pareja vive tranquilamente en una pequeña
casa. Cuando el hombre (Casey Affleck) muere trágicamente, su espíritu vuelve a
la casa para continuar al lado de su mujer (Rooney Mara). Y darles más detalles
sobre la trama seria arruinar la experiencia. Lo siento.
Lo he dicho
muchas veces antes: me gusta ser sorprendido cuando voy al cine, pero hay que
reconocer que muchas veces resulta importante saber, por lo menos un poco,
sobre la película que se va a ver. Esto lo digo porque Historia de Fantasmas es un poco difícil de clasificar y por ello
casi imposible de “vender” al público en general. El titulo nos sugiere una de
esas genéricas y poco inspiradas historias de terror que abundan en el cine
estos días, por otro lado el poster parece sugerir que se trata de una parodia
al estilo Scary Movie o algo así, e Historia de Fantasmas está a años luz de
distancia de cualquiera de esas dos categorías, pero si hemos de ponerle alguna
etiqueta, esa sería la de drama.
La historia
nunca es demasiado compleja, lo que hará que más de una persona piense que “no
pasa nada” en la película, y hasta cierto punto estoy dispuesto a coincidir con
esa apreciación PERO esto se debe a que la historia es mucho más personal y esotérica
de lo normal, una que se desarrolla con las emociones internas del protagonista
y no precisamente con sus acciones, aunque esto último también llega a suceder
dentro de la película en mucha menor medida. Sí lo anterior les suena demasiado
mamón… no sé qué decirles, tal vez tengan algo de razón, pero Historia de Fantasmas es una de esas
producciones que le “dirá” algo diferente a cada persona que la vea, dando
varias interpretaciones diferentes aunque todas ellas partiendo de una misma
obra.
Sé que estoy
haciendo un pésimo trabajo al animarlos a ver esta película, pero como dije en
un principio, dar demasiados detalles sería quitarle mucho del chiste a la
experiencia. Por suerte, y para encaminar un poco al público, la misma cinta se
da a la tarea de, no muy sutilmente, explicarnos su propia filosofía mediante
un breve pero estimulante dialogo nihilista más o menos a la mitad de la película,
lo cual está bastante bien, pero desafortunadamente creo que mucha gente no alcanzara
a ver esa escena por una u otra razón, ya sea que se salieron del cine antes de
tiempo por no entenderle a la película o se quedaron dormidos pensando que el
filme es aburrido. Maldita sea, creo que sigo sin hacerle ningún favor a esta película
al hablar de ella de esta manera…
El
criticismo que todo el mundo hará sobre Historia
de Fantasmas es que el filme resulta “lento”, o “aburrido”, o “repetitivo”,
o “sin ningún sentido” y tal vez, solo tal vez, todo eso tenga algo de verdad,
pero esto es sólo en una capa muy MUY superficial. El filme es sumamente emocional,
que no es lo mismo que emocionante, por lo menos en la forma en que entendemos
ese término cuando vamos al cine. No sé cómo será percibida por el resto de la
gente, pero para mí, Historia de
Fantasmas es hermosa, conmovedora, emocional, melancólica, depresiva,
desesperante y a la vez con una leve señal de esperanza al final del camino. Historia de Fantasmas no es una película
que se “ve”, es más una que “se siente”, algo que no creo que mucha gente esté
dispuesta a hacer, pero si pueden lograrlo, verán la belleza que se esconde detrás
de la sábana ¿Me escucho como un sucio y asqueroso hípster pretencioso y mamón?
Tal vez, pero aunque odiaría que alguien me vea de esa manera, ¡Puta madre! Historia de Fantasmas bien vale el “sacrificio”.
Historia de
Fantasmas: 4/5. Muy buena.
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