Debido al
constante bombardeo y a la usual falta de calidad que casi siempre los
caracteriza, el concepto de “remake” o “reinterpretación” se ha vuelto casi una
mala palabra dentro del cine, por suerte de vez en cuando podemos ver excepciones
a esta regla no escrita, como lo ha sido la nueva serie de El Planeta de los Simio, o mejor dicho “había” sido hasta ahora, ya que El
Planeta de los Simios: La Guerra bien podría contarse como el primer mal
paso que da esta nueva interpretación de la franquicia hasta el momento.
En El Planeta de los Simios: La Guerra
volveremos a encontrarnos con Cesar y su grupo de simios tratando de
sobrevivir. En un mundo afectado por un misterioso virus, la población humana
se ve al borde de la extinción mientras que al mismo tiempo una raza de simios
inteligentes empieza a perfilarse como la próxima especie dominante en el
planeta. Las hostilidades entre humanos y simios va en aumento a pesar de los esfuerzos
de Cesar (Andy Serkis), líder de los simios que intenta mantener la paz a toda
costa. Tras un desafortunado altercado, Cesar se separa de su gente y busca acabar
con una amenaza que pone en riesgo a su gente, lo cual, muy a su pesar, no tendrá
ningún otro resultado más que un conflicto bélico.
No es mi
favorita, pero sin duda la franquicia de El
Planeta de los Simios es muy de mi agrado PERO eso no me siega para decir
algo que a muchos fans tal vez no les guste escuchar: La idea detrás de esta
saga es tonta. Lo anterior puede parecer un insulto o la obviedad más grande
señalada por alguien, pero en lo personal ese mismo nivel de “ridiculez” (por
llamarla de alguna manera) es parte del encanto de la serie, además de que lo más
importante y admirable es que cuando estas películas están bien hechas el
espectador se sumerge en este inverosímil mundo a tal grado que se olvida de lo
poco factible que resulta este entorno. Lo anterior se había llevado de manera
constante en las películas anteriores (hasta cierto punto) pero en El Planeta de los Simios: La Guerra esta
inmersión se ve rota constantemente y con ellos se resaltan los puntos más
risibles del filme.
El filme utiliza
demasiado el dialogo con sus personajes simios, lo cual puede sonar como algo
irrelevante, después de todo esto no es una película muda, pero en comparación con
las entregas anteriores de esta serie, los diálogos se utilizaban solo cuando
era estrictamente necesarios, mientras que en La Guerra el constante parloteo de los personajes solo sirve para
resaltar lo ridículo que es ver a un chango hablar de manera melodramática y
casi shakesperiana todo el tiempo, lo cual rompe con la seriedad que la trama
intenta mostrar. Otro punto que rompe con la “ilusión” constantemente es un
nuevo personaje cómico cuya incursión en un principio nos da la promesa de
interacciones ligeras y divertidas con los otros personajes de la historia pero
que rápidamente se convierte en el Jar Jar Binks de El Planeta de los Simios, digo, no es ni remotamente tan fastidioso
como Jar Jar pero definitivamente se siente como un personaje molesto e
innecesario.
La historia
en si misma se va por un camino fácil y decide convertirse en una
(relativamente) sencilla historia de venganza, lo cual la convierte en algo más
fácil de digerir pero también no deja de sentirse como algo que ya hemos visto
muchas veces antes, tal vez no con simios parlantes, pero no resulta nada
nuevo. Por si esto fuera poco, el guion constantemente utiliza “coincidencias”
tanto para crear conflicto entre los personajes como para la resolución de los
mismos. Tal vez sea porque veo más películas del que debería, pero llega un
punto en el que es imposible ignorar todas las ocasiones en que un personaje se
encuentra justo en el lugar adecuado en el momento preciso por ninguna otra razón
que una coincidencia o mejor dicho porque el guion así lo indica y de lo
contrario la trama se estancaría muy fácilmente. Lo anterior ocurre
constantemente y me hace pensar que no es más que el resultado de guionistas
que prefieren encontrar una salida fácil en lugar de darnos algo verdaderamente
interesante.
Sé que suena
a que odie esta entrega de la serie pero no es así. Los efectos especiales
siguen siendo sorprendentes y los personajes continúan teniendo crecimiento
argumental considerable, pero en comparación con sus antecesoras El Planeta de los Simios: La Guerra
resulta un tanto decepcionante, sobre todo acercándose el desenlace cuando de
la nada decide convertirse en una combinación entre la historia bíblica de Moisés
y Apocalipsis Ahora, y si les suena ridículo
eso se debe a que lo es. La película decide tomar una fórmula más tradicional
de película de acción, algo que si en las entregas anteriores estaba presente por
lo menos no resultaba tan obvio. No me atrevería a decir que es mala pero El Planeta de los Simios: La Guerra se
queda corta en comparación a las entregas anteriores de esta serie.
El Planeta
de los Simios: La Guerra: 2/5. Meh.
Mejor que:
El Planeta de los Simios (2001).
No tan buena
como: El Planeta de los Simios: (R)Evolución (2011), El Planeta de los Simios: Confrontación
(2014).
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