Sé que soy
el primero en criticar el cine en la actualidad con el énfasis que hace en
efectos especiales creados por computadora, sobre todo en la rama de la animación,
pero también hay que aceptar que esto trae grandes beneficios, uno de ellos
resulta ser que, precisamente debido a esta sobre explotación del recurso, toda
producción que no lo utiliza instantáneamente salta a la vista, separándose fácilmente
de “la norma” y cubriéndose de un aire de originalidad. Y ya que tocamos el
tema de la originalidad, hablemos sobre Shaun
el Cordero.
En Shaun el Cordero veremos las andanzas de
Shaun y su rebaño de corderos. Aburrido de su rutina diaria, Shaun planea
conseguir un día libre para él y sus amigos, por lo que deberá mantener ocupado
al granjero durante un día entero. Todo se sale de control cuando el plan sale
demasiado bien y el granjero termina perdido en la gran ciudad. Ahora Shaun deberá
rectificar la situación y buscar a su dueño en la ciudad, creando aun más
problemas para él y sus amigos en el proceso.
En ocasiones
las restricciones que una producción se pone a si misma puede servir para
ejercitar la creatividad de todo el proyecto y Shaun el Cordero nos muestra más de un ejemplo de esto. Lo primero
que salta a la vista es el uso de la animación “stop motion”, cuyo laborioso
proceso es digno de admiración por sí solo, pero no contenta con esto, la película
se da a la tarea de mostrarnos una de las mejores implementaciones de este tipo
de animación, lo cual no es sorpresa si tomamos en cuenta que es la
especialidad de Aardman Animations, que son de los mejores (y pocos) estudios
de animación que siguen utilizando esta técnica y que han llegado al punto de
perfeccionarla.
Otro
elemento muy importante en cualquier película es “no lo digas, muéstralo”, en otras
palabras, que las acciones plasmadas en la pantalla muestren por si solas lo
que se intenta decir sin abusar demasiado del dialogo entre personajes; Shaun el Cordero soluciona este problema
dando énfasis a cada elemento en pantalla al suprimir completamente el dialogo.
Así es, en teoría, Shaun el Cordero
es una película muda, por lo que la pantomima en general es utilizada para
contar su historia. Esto puede que aleje un a alguien que quiera ver algo un
poco más tradicional, pero créanme que precisamente esa relativa carencia de diálogos
solo ayuda a dar aun más protagonismo a la de por sí ya excelente animación.
Aun con
todas estas alabanzas, todavía no toco el punto más importante de la película:
el humor. Por un lado, es un poco triste que haya tenido que ver esa película en
una sala prácticamente vacía, pero por el otro, nadie tuvo que callarme cada
cinco segundos por soltar fuertes y sinceras carcajada. Como siempre, el humor
es completamente subjetivo y depende de cada persona, pero para mí, pocas veces
he reído tanto en una película como en Shaun
el Cordero. No sabría cómo explicarlo, pero el humor simplemente funciona,
incluso en ocasiones en las que no debería, por ejemplo, siempre me quejo en
una comedia cuando se utiliza una misma broma una y otra vez, Y Shaun tiene un
gag visual muy sencillo que se utiliza fácilmente unas cinco veces, cada una
igual o más graciosa que la anterior, y ese chiste visual se extiende aun hasta
los créditos finales donde se da una revelación que sólo hace más gracioso el
chiste.
El cine en
general puede ser muchas cosas. Puede hacernos entender más sobre nosotros
mismos y el mundo que nos rodea, darnos ideas en las que nunca hemos pensado
antes y un gran y extenso “etcétera”, pero también es una forma de
entretenimiento, y esa es precisamente la palabra para Shaun el Cordero: Entretenida a más no poder. La historia es
sumamente simple, pero su objetivo no es contarnos una historia épica, sino
simplemente divertirnos por hora y media, algo que se logra de forma casi
perfecta. Si ustedes, al igual que yo, están un poco cansados de tanta animación
por computadora donde todo tiene una estética demasiado similar entre una producción
y otra, definitivamente denle una oportunidad a Shaun el Cordero, de ser posible mientras aun esta en los cines, ya que es la mejor manera de
apreciar la espectacular animación. Solo una advertencia final, tengan cuidado
al consumir bebidas durante la proyección de esta película, muy probablemente
los líquidos saldrán expulsados por la nariz a causa de una fuerte e
incontrolable risa (true story).
Shaun el
Cordero: 4/5. Muy Buena.
Mejor que:
Un Gallo con Muchos Huevos (2015), Wallace & Gromit: La Maldicion del
Hombre-Conejo (2005).
No tan
buena como: … No sé me ocurre nada en este momento… Sólo háganme caso, esta es la película
más graciosa que he visto en lo que va del año.
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