
Desde que recuerdo el problema de los maestros siempre se ha hecho presente diciendo que “ellos” no tienen lo necesario para ejercer dicha labor y que los que están en las aulas, sólo están ahí porque tuvieron suficiente dinero para comprar su plaza o porque, cual título de nobleza, les fueron heredadas de padres a hijos, aunque estos últimos no hayan pasado siquiera por una normal o universidad alguna.

Y en parte eso tiene que ver con el sindicalismo que protege a todas estas personas para mantener dichos “usos y costumbre” dentro del sistema educativo mexicano, sistema que por cierto, esta amagado por ellos, impidiendo que se modernice y se mejore para una sociedad que ve en la educación la “esperanza” de un mañana mejor.
Pero qué pasaría si no existe ese mañana mejor? Qué pasaría si un día despertáramos y nos enteramos que, a pesar de todos sus defectos, nuestro sistema educativo (aun con todos sus demonios) es mucho más eficiente, progresista y “avanzado” que incluso el de los Estados Unidos? Qué creen que pasaría? Sería aterrador no creen?

Lo anterior se confirmó al ver Waiting For Superman, un documental dirigido por el cineasta (y ya ganador del Óscar) Davis Guggenheim, que de manera por demás aterradora revela los secretos, los muertos y el verdadero propósito con el que fue creado después de la segunda guerra mundial el sistema educativo de los Estados Unidos.

No obstante, tras haber tenido tan de cerca esta experiencia de vida, cuando a él le tocó elegir una escuela para sus propios hijos, decidió pasar de largo por tres escuelas públicas para finalmente inscribirlos en una escuela particular, pero en palabras del mismo director; “al menos (él) tuvo la oportunidad de elegir”.










No obstante para todos los involucrados en el documental todo se resume a tan sólo una cruel y devastadora realidad que se resumen en tener mucha, pero mucha suerte.
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