Así Nació Octagon: "El Ninja Mexicano"
Argumento: Isaac Laquedem
Dibujo: Ángel Mora
Tintas: Manuel Moro
Adaptación: Ursula Greg y Boris Lagarde
Portada: Rafael Gallur
Publicado en México: Mayo 31 de 1991
Publicado por: Editorial Ejea

Octagon recuerda con nostalgia a su mejor amigo, quien fue muerto hace algún tiempo, las lagrimas llegan a sus ojos cuando recuerda como lo conoció, y esta historia se remonta cuando Octagon era un niño de 12 años que vagaba por las calles de la ciudad pues era un niño huérfano y abandonado, quien pasaba a veces días sin comer, era tal su hambre que un día al ver un puesto ambulante de pasteles no pudo resistir y tomo uno de esos manjares y fue perseguido por el vendedor quien no descanso hasta atraparlo siendo así que Octagon siendo un niño que había robado por hambre y no por malicia, termino en la cárcel o tutelar para menores, siendo su primer contacto ahí en la misma celda, cuando un niño que estaba ahí le ofreció una manzana para calmar un poco su hambre, ese niño se llamaba David Lee y fue su mejor amigo desde entonces.

Ahí en ese lugar Octagon era maltratado por las celadoras quienes despertaban a los niños a las cinco de la mañana para ser bañados con agua helada y además golpeados si no obedecían a las celadoras quienes disfrutaban de maltratar a los pequeños, un día una de ellas se estaba ensañando con Octagon y David Lee se interpuso recibiendo un varazo que lo sangro, y ese detalle termino por reforzar su amistad y lealtad que solo dos niños podían cultivar de esa forma, pero un día ambos estaban listos para escapar por iniciativa de David quien tenía la esperanza de llegar a Tijuana y localizar a su tío Li Chang de ascendencia China quien podría cuidarlo después de que sus padres murieron en un accidente automovilístico, eso en cierta forma alegraba y entristecía a Octagon quien no tenía ni la esperanza de algún día saber de sus padres o algún familiar.

Y el día de la fuga llego cuando los niños idearon un malestar y aparente muerte de Octagon y cuando las celadoras entraron a la celda guiadas por los gritos de David, fueron sorprendidas por los niños quienes golpearon sus cabezas con unas pinzas que David había robado hace meses del taller de la cárcel y dieron inicio a su fuga, seguidos por otros muchos niños que armaron tal alboroto que distrajeron la atención de las celadoras quienes no se percataron que los niños literalmente se volaron la barda para caer desde una altura de más de 6 metros sobre la copa de un árbol, ambos muy golpeados pero al fin libres, corriendo como locos para salir de la ciudad y dirigirse hacia Tijuana a base de aventones.

Mientras esto pasaba en Tijuana el tío de David tenía que lidiar con una banda de mafiosos quienes exigían un pago por seguridad hacia el mismo negocio del tío de David que era un gimnasio donde el tío enseñaba las artes marciales, resultando en una paliza que recibieron los malosos cuando el tío de David se canso de pagar por algo que no era justo, sentenciando así su vida sin saberlo todavía, pero la alegría llego cuando un buen día David Lee y Octagon llegaron a Tijuana y cuando comían una torta que compraron con el dinero que les regalo un frailero, de forma graciosa y fortuita dieron con el gimnasio cuando David le gano a Octagon su mitad de torta y ambos se correteaban por las calles de Tijuana, fue que vieron el gimnasio y al entrar David se presento ante su tío Li Chang quien adopto a ambos niños y en ese instante la vida de los niños cambio para siempre.

David Lee y Octagon fueron entrenados en las artes marciales, fundadas en un octágono que tenia pintado en el piso el tío de David y fue así que ambos niños aprendían muy rápido y por fin encontraban algo de paz para sus alamas, bajo el tierno cuidado del anciano, pero la desgracia llego a el hogar de esta pequeña familia, cuando una noche los malosos llegaron con un tráiler hasta la entrada del gimnasio y estrellaron el mismo sobre las puertas, provocando la salida del anciano quien fue arrollado por el tráiler, siendo herido mortalmente, en ese instante David salió y al ver a su tío moribundo, encaro a los malosos quienes rociaron una lluvia de balas sobre el niño y su anciano tío, causándoles la muerte, los malosos creyeron que nadie había sido testigo, pero Octagon vio todo, pero no pudo moverse por el miedo, este sentimiento fue algo que por años lo persiguió y era tal el dolor que sentía con estos recuerdos que regreso a la realidad, pero se sentía avergonzado por algo que había hecho recientemente, y que lo había marcado ya de por vida y que era parte también de su pasado.