El legítimo orden comiqueril

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author image |enero 31, 2018

 
Lo he dicho muchas veces, me gusta ser sorprendido cuando voy al cine, pero incluso un giro inesperado en la trama, aun cuando sea uno muy bueno, pocas veces es suficiente como para rescatar una película de caer totalmente en el olvido, como puedo imaginar será el caso de La Bóveda, película cuyo mayor logro es dar un giro de tuerca a su historia que parece sacado de una película de M. Nigth Shyamalan (una de las malas).
En La Bóveda veremos el intento de un grupo de ladrones para robando un banco. Lo que parecía un día rutinario en un banco se ve interrumpido cuando un grupo de ladrones armados toman a los empleados del banco como rehenes y los obligan a abrir la caja fuerte donde se guarda el dinero. Al ver que su botín no es lo suficientemente grande, los ladrones amenazan con ejecutar a los rehenes, por lo que un empleado del banco interviene y les informa a los asaltantes que bajo el edificio se encuentra una bóveda secreta que es donde verdaderamente se guarda el dinero. Siguiendo el concejo del empleado, los ladrones se dirigen a la bóveda secreta sin saber que al hacerlo desataran una fuerza sobre natural que pondrá en riesgo sus propias vidas.
Lamento arruinar la sorpresa, pero siendo justos, el giro que da la trama se ve arruinado por el mismo tráiler de la película. La primera mitad de la cinta es un thriller sobre un robo bancario, uno que no resulta precisamente original pero que de igual forma es entretenido. Lo interesante de la historia es que a la mitad cambia casi por completo de género y se transforma en una película de terror, una de esas de bajo presupuesto que se conocen como de “serie B”, que en muchas ocasiones resultan ridículas, no muy buenas que digamos pero que aun así tienen cierto encanto.
Y ya les he contado todo lo que tienen que saber sobre La Bóveda, ya que cuando se da el cambio de género la película se vuelve lenta, predecible y con muchos errores de continuidad que, aunque no rompen con el ritmo de la cinta, resulta difíciles de ignorar, por lo menos para aquellos que se fijan en nimiedades, como en mi caso. Los elementos de terror son los mismos que se ven en toda película de este tipo, con su buena dosis de “jump scares” que no resultan efectivos, no porque se ejecuten mal, sino porque resulta muy obvio cuando la cinta planea lanzarnos un ruido fuerte y gritar “boo” en un vano intento por tratar de asustarnos.
Sé que sueno bastante duro, pero créanlo o no, disfrute moderadamente de La Bóveda. La película hace su mejor intento por contarnos una historia interesante utilizando sus muy limitados recursos, y aunque no siempre logra mantener la atención del público, lo “barato” de la producción tiene el encanto de una película independiente, una que no es particularmente original o ambiciosa, pero que resulta parcialmente entretenida. Ya les arruine el giro que da la trama y fuera de ese elemento, La Bóveda no tiene nada que la haga destacar, ni siquiera la participación de James Franco en un pequeño papel secundario. No hay porque ver este filme en el cine, pero al final es una pérdida de tiempo completamente inofensiva. Si son fans de las películas de bajo presupuesto, La Bóveda es una opción más, no digo que sea una buena opción, tampoco digo que sea una mala, solo digo que es una opción más y punto.

La Bóveda: 2/5. Meh.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: El Plan Maestro (2016), La Novia (2017).
No tan buena como: No Toques Dos Veces (2016).
author image |enero 31, 2018

 
¿Y así quieren que no odie el cine mexicano? Cuando no es una adaptación innecesaria de otra película o una producción basada en el estereotipo y el cliché, el cine nacional se limita a realizar proyectos escritos por “mirreyes”, dirigidos por “mirreyes”, actuados por “mirreyes”  y cuyo único público objetivo es… ¡Adivinen! Pinches “mirreyes”, como es el caso de Lo Más Sencillo Es Complicarlo Todo, que tiene el único objetivo es apelar al gusto de mocosas mimadas y estúpidas con más dinero que sentido común, y supongo que bajo ese especifico y único parámetro, la producción logra su objetivo.
En Lo Más Sencillo Es Complicarlo Todo veremos a una mocosa stalkenado a un tipo mucho mayor que ella. Les daría más datos sobre la trama pero sinceramente me importa un carajo. Quiero terminar esta reseña lo más pronto posible y olvidarme de este pedazo de mierda que alguien quiere hacer pasar por película.
Vamos directo al grano: Dana Paola no sabe actuar, de hecho creo que el mayor logro de la ahora “actriz” es saber leer, porque eso es lo único que parece estar haciendo durante toda la película, leer sus diálogos directamente de tarjetas o un teleprompter, aunque quizás eso sea darle demasiado crédito y en una de esas alguien le está soplando todos sus diálogos por un audífono o algo así. La protagonista no sabe entonar, no sabe hacer pausas al hablar, no sabe proyectar ningún tipo de emoción y el hecho de que la mayor parte de su dialogo incluya muletillas de niña mamona como “Tipo”, “O sea” u “Obvi”, me hacen odiar al personaje principal cada que abre el hocico, que desafortunadamente es el 98% de la película.
El único “personaje” (y uso ese término de manera demasiado general) es el interpretado por Dana Paola. Digo, hay muchos otros actores en escena, pero todos ellos no son más que accesorios para el personaje principal y su historia personal, haciendo que los otros actores del reparto sean poco más que parte de la escenografía que ocasionalmente escupen uno que otro dialogo.
Aun si decirlo me hace vomitar bilis, tengo que reconocer que no todo es un asco. A nivel de dirección la película puede ser bastante simple pero efectiva, además que cuenta con unas cuantas escenas que sirven como tributo/parodia a otras famosas películas de la historia del cine, escenas que resultan bien ejecutadas y que casi logran ser divertidas, y de hecho lo serian si no involucraran a los mismos odiosos personajes principales de la historia principal.
Voy a ser el primero en reconocer que soy el menos indicado para criticar esta película, tanto por mí más que claro odio por el cine mexicano, así como por no ser ni de cerca el público al que va dirigido esta producción. Cada quien tiene derecho a disfrutar las películas que le vengan en gana, incluyendo a las niñas mimadas, con más aerosol en la cabeza que cerebro, con un vocabulario que no va a mas allá de tres o cinco palabras diferentes, que piensan que el mundo entero gira a su alrededor y que la vida de todos los demás seres humanos tiene como objetivo cumplirles hasta su más infantil capricho, y si ustedes caen en esa categoría de persona, no se detengan por mí, disfruten Lo Más Sencillo Es Complicarlo Todo tanto como quieran, ¡Oh! y si la descripción anterior les cae como anillo al dedo, les pido un favor, mueran en un incendio.

Lo Más Sencillo es Complicarlo Todo: 0/5. Ofensivamente mala.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Cambio de Ruta (2014), El Que Busca Encuentra (2017).
No tan buena como: Treintona, Soltera y Fantástica (2016), Me Gusta pero Me Asusta (2017).
author image |enero 30, 2018

 
Me resulta difícil hablar de El Último Disparo, ya que se sitúa en un lugar complicado. Tomemos en cuenta que la película fue un lanzamiento directo a DVD en su país de origen (Estados Unidos), algo que nos ayuda a comprender que, aunque no es precisamente mala, tampoco cuenta con los suficientes elementos como para poder recomendar verla en el cine. Lo que intento decir es que El Último Disparo no es buena ni mala sino todo lo contrario.
En El Último Disparo veremos a un hombre que sufre las consecuencias de estar en la hora y lugar equivocado. Durante un viaje de caza junto con su hijo, Will Beamon (Hayden Christensen) es testigo de un asesinato. Para complicar aún más las cosas, Will se ve obligado a dispararle a un hombre en defensa propia, lo cual involucrara a las autoridades locales y la investigación de un robo bancario reciente. Para salvarse a sí mismo y a su familia, Will deberá esclarecer los distintos crímenes en los que inadvertidamente se ha visto envuelto, sin saber en quien puede confiar.
Sé que hice un pésimo trabajo describiéndoles la trama de El Último Disparo, pero en mi defensa debo decir que es difícil hablar de la historia de esta película sin echar a perder los muchos giros que se dan a la trama, los cuales logran mantener el interés del público todo el tiempo. La película constantemente le da nueva información al espectador, la cual en más de una ocasión logra que este cambie su perspectiva en cuanto a los personajes y sus circunstancias, con la excepción (irónicamente) de un par de giros que se dan en el clímax de la historia que resultan demasiado obvios.
La trama puede parecer demasiado confusa en un principio, y sí, esto en parte se debe a un guion un tanto rebuscado, pero el filme logra esclarecer sus puntos más confusos mientras avanza la historia, aunque tal vez este proceso pueda resultar un tanto lento e igualmente engorroso, por lo menos en un inicio.
Las actuaciones son buenas a secas, el único problema se da con el personaje de Danny (Ty Shelton), no porque el niño que lo interpreta sea mal actor, sino porque mucho de su dialogo y reacciones de su personaje nos hacen pensar que en el guion original este personaje es un niño de menor edad. Aun así el cambio es entendible ya que, por lo general, hay pocas cosas más penosas en una película que un mal niño actor, lo cual se logra evitar en cierta medida con la actuación de Ty Shelton.
Tal vez suene demasiado elitista, y de hecho es una comparación que ya he usado muchas veces en el pasado, pero el “problema” con El Último Disparo es que su producción, aunque no es mala, no es nada que no se pueda ver en un episodio de una serie de televisión policiaca en la actualidad. La producción es decente pero nada espectacular, por lo que me es difícil recomendar ver esta película en el cine, pero aun así cuenta con suficientes puntos a favor como para ser una experiencia entretenida. No vale el precio de entrada al cine, pero El Último Disparo es una buena opción para ver acostado en el sillón durante un día lluvioso.

El Último Disparo: 2/5. Meh.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Asesino: Misión Venganza (2017), El Plan Maestro (2016), El Pasajero (2018).
No tan buena como: Sin Lugar para los Débiles (2007). Comparación muy injusta, estoy consciente de ello, pero la trama me resulto similar
author image |enero 30, 2018

 
Toda idea fue original en su momento, pero el hecho de repetir la misma premisa una y otra y otra vez es lo que termina convirtiendo una buena idea en un cliché, lo peor del caso es cuando no se hace ni el más mínimo intento por aportar algo que resulte siquiera remotamente original, como en el caso de El Pájaro Loco, una producción brasileña tan trillada y absurda que parece sacada de la mente del menos creativo productor gringo en la actualidad.
En El Pájaro Loco veremos al homónimo personaje conviviendo con una familia. El extravagante y “divertido” Pájaro Loco vive tranquilamente en un bosque cercano a la frontera canadiense. Cuando una familia llega al bosque para construir una lujosa casa, la guerra entre los humanos y el Pájaro Loco se desatará. Tratando de lidiar con su plumífero problema, los humanos contratarán a un par de cazadores que tienen sus propios funestos planes para encargarse del Pájaro Loco.
Pude que esté en un error, pero la premisa de “caricaturas conviviendo con actores reales” solamente ha funcionado de manera adecuada en ¿Quién Engañó a Roger Rabbit? (o en mucha, MUCHA menor medida en Mundo Cool), y sin embargo esta idea parece ser la manera más “fácil” de tratar de “actualizar” una caricatura del pasado. La idea por sí misma no es mala, el problema es cuando se siguen al pie de la letra los clichés asociados con las películas infantiles. Malentendidos, un padre de familia conectándose con su hijo, comedia “de pastelazo”, actuaciones malísimas y un personaje animado que contrasta de manera horrenda con los actores reales parecen ser la norma en este tipo de producciones, y El Pájaro Loco no hace nada para despegarse de la formula.
Por si lo anterior no fuera suficientemente malo, el trabajo de edición es de lo peor que he visto últimamente. La película salta de escena a escena sin  ton ni son, haciendo que el ritmo de la historia se demasiado caótico, además de que por alguna razón que escapa a mi muy limitado entendimiento, cada que el personaje principal aparece en escena la cámara siempre termina haciendo un “close up” que solo sirve para resaltar aún más lo horrendo que resulta la animación y el diseño en tercera dimensión del Pájaro Loco.
Sé lo que van a decir: “es para niños, no deberías ser tan severo”,  y tal vez tienen razón, pero eso de que “es para niños” sigue siendo una burda excusa para hacer películas malas para un público que, seamos sinceros, no es muy exigente que digamos. Es verdad que no soy el público objetivo para esta cinta y, de hecho, dentro de la sala de cine sí se pudieron escuchar sinceras carcajadas por parte del público, pero casi siempre seguidos de largos lapsos de silencio y uno que otro bostezo. A menos que tengan niños muy pequeños, eviten a toda costa esta película, y aun si tienen niños chiquitos que supliquen por verla, hay muchas mejores opciones que esto.

El Pájaro Loco: 0/5. Ofensivamente mala.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Serafín (2001) También conocida (por mi) como “Cáncer de ojos: La Película”
No tan buena como: Scooby-Doo (2002), Alvin y las Ardillas (2007), El Oso Yogui (2010), Los Pitufos (2011). Eso sin contar todas las secuelas de cada una de estas películas, y no es que alguna de ellas sea precisamente una joya del cine para empezar.
author image |enero 30, 2018

 
Una buena premisa es un excelente punto de partida para hacer una producción cinematográfica, sin embargo esto no garantiza que el producto final sea un éxito, ya que entre el primer y último paso es posible perder el rumbo, como sucede en Pequeña Gran Vida, una película ambiciosa que pierde su enfoque rápidamente al querer usar más subtramas de las necesarias.
En Pequeña Gran Vida veremos las aventuras de un hombre que se somete a un innovador proceso médico que le cambia la vida para siempre. La sobrepoblación, el calentamiento global, la inestabilidad económica  y muchos otros problemas a nivel mundial amenazan con destruir el planeta, por lo cual un grupo de científicos ha logrado encontrar una forma para combatir muchos de estos males: la miniaturización humana. Fascinado por la nueva tecnología y viéndola como una oportunidad para iniciar un nueva vida, Paul Safranek (Matt Damon) decide someterse al proceso junto con su esposa, lamentablemente su pareja se arrepiente en el último momento, abandonando a Paul, quien ya se ha pasado por el proceso irreversible de miniaturización. Sin ninguna otra opción, ahora Paul deberá acostumbrarse a su nueva vida y todos los problemas que conlleva.
El hecho de que una cinta quiera tocar muchos temas a la vez no tiene nada de malo, el problema es cuando parece no decidirse por ninguno de ellos y es incapaz de desarrollar adecuadamente alguno de esos temas, lo cual es precisamente lo que ocurre en Pequeña Gran Vida. La película comienza tratando un tema y parece que cuando ya no sabe cómo seguir desarrollándolo, cambia su enfoque a un problema diferente, hasta que lo vuelve a ocurrir lo mismo una y otra y otra vez, haciendo que la historia se sienta incompleta en más de una manera.
La única constante temática del filme es la crítica social, la cual supuestamente es la raíz de la comedia dentro de la historia, y aunque dicha critica si resulta adecuada, la película se limita a repetir el mismo punto una y otra y otra vez, lo que hace que toda la cinta sea demasiado repetitiva. Algo que tampoco ayuda mucho que digamos es la edición de la cinta, ya que cuenta con escenas que se extienden muchísimo más de lo necesario, en algunos casos sólo para presumir los efectos especiales, los cuales son un tanto malos y parecen sacados de una serie de televisión infantil, pero también debo reconocer que no carecen de encanto, lamentablemente ese encanto se pierde en escenas absurdamente largas y redundante.
Lo más rescatable del filme son las participaciones de Christoph Waltz y Hong Chau, Waltz por no tomar tan enserio la premisa, prefiriendo divertirse a sí mismo (y al público) con una actuación relajada y en ocasiones hasta ridícula; por su parte Hong Chau logra ser divertida o dramática dependiendo de la escena en que se encuentre, evitando saltar a una actuación exageradamente melodramática. En cuanto a Matt Damon… sólo digamos que él perdería una competencia de actuación junto a un inerte pedazo de madera.
Pequeña Gran Vida no es lo peor que haya visto en mi vida, pero termina siendo un ejemple de, como dicen por ahí, “el que mucho abarca poco aprieta”. Usualmente la “versión del director” agrega mucho material extra a una cinta, pero en el caso de Pequeña Gran Vida se necesitaría una “versión del editor”, algo que ayude a recortar el tiempo y reducir las innecesariamente largas escenas que no llegan a ningún lado. Buena premisa que se pierde en su propia ambición, pero si en verdad quieren verla, yo esperaría a pedirla prestada a algún amigo que la tenga en DVD cuando salga en ese formato o algo así, ya que en su estado actual no creo que valga la pena gastar tiempo y dinero en el cine para ver esto.

Pequeña Gran Vida: 1/5. Mala.
 
 
 
 
 
 
 
No tan buena como: Querida Encogí a los Niños (1989), La Langosta (2015). Esa última es una rara comparación, lo sé, pero si en verdad quieren una comedia con un leve toque de ciencia ficción y crítica social, La Langosta es una mucho mejor opción.
Mejor que: … No se me ocurre nada en este momento…
author image |enero 29, 2018

 
Liam Neeson es un buen actor que ha caído presa de su propio éxito. Puede que no sea ni su primer papel ni el más reconocible de su repertorio, pero Neeson logró alcanzar una gran popularidad con Búsqueda Implacable (Taken) y desde entonces suele protagonizar películas que sean remotamente similares a esa, siendo El Pasajero una de las más recientes y menos interesantes hasta ahora.
En El Pasajero veremos a un hombre con una particular lista de habilidades buscando a alguien en un tren. Michael Mac Cauley (Liam Neeson) es un hombre que aborda el mismo tren todos los días para ir y regresar del trabajo. Después de un día particularmente malo, Michael se topa con una misteriosa mujer quien le propone encontrar a alguien en el tren y ganar una gran suma de dinero al hacerlo. Sin saber que pensar en un principio, Michael no le da mucha importancia al encuentro, pero poco a poco se da cuenta de que la propuesta no era del todo opcional y que si se opone a la búsqueda no solo su vida correrá peligro sino también la de toda su familia.
Lo dije desde el principio, creo que Liam Neeson es un buen actor, pero creo que hasta él ha de estar cansado de que lo encasillen en el mismo tipo de papeles, y si ese es el caso su actuación en El Pasajero lo deja bastante claro. Neeson parece tener una expresión de indiferencia durante toda la película que se refleja tanto en su rostro como en su voz, expresión que apenas y logra cambiar un poco durante las escenas de acción, las cuales casi siempre se sienten demasiado forzadas, como si la producción no estuviera del todo segura de que la historia de intriga fuese lo suficientemente interesante, por lo que se siente obligada a meter una que otra secuencia de acción para hacer las cosas “más interesantes”, pero sin mucho éxito que digamos.
Aunque el filme trata de darnos suspenso y paranoia, el hecho de que la cinta tenga tantos agujeros en la trama hace que sea difícil tomarla en serio, haciendo que la mayor parte de la historia se difícil de creer e incluso en más de una ocasión cae en la ridiculez. Lo peor del caso es que cuando la película trata de justificar alguno de sus enormes agujeros argumentales, termina creando dos o tres más grandes, con ello echando por la ventana cualquier credibilidad que la historia pudiese alcanzar.
Aun con todo lo anterior, no creo que El Pasajero sea algo horrendo, simplemente es una producción poco interesante que piensa que el simple hecho de tener a un actor famoso como protagonista es suficiente para mantener la atención del público, y tal vez esto sea cierto para fans de hueso colorado de Liam Neeson, pero no es suficiente para mí. En muchas ocasiones la acción se siente fuera de lugar, la intriga no logra del ser tan interesante como podría ser y el final es tan extravagante que resulta ridículo en lugar de emocionante. El Pasajero puede ser un rato agradable para los fans de thrillers con una dosis de acción, o en su defecto si quieren ver una vez más a Liam Neeson en la pantalla grande, pero sin importar cuál de esas dos opciones los inspire a ver la película, la verdad es que hay mejores opciones que esta.

El Pasajero: 1/5. Mala
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Búsqueda Implacable 3 (2014).
No tan buena como: Búsqueda Implacable (2008), Un Paseo por las Tumbas (2014), Una Noche para Sobrevivir (2015).
author image |enero 26, 2018

 
Pueden pensar lo contrario y francamente no los culpo, pero en verdad, aunque todo indique lo contrario, NO odio a Ánima Estudio. Esta compañía de animación mexicana siempre ha mostrado un gran potencial pero por una u otra razón el estudio nunca ha producido algo tan bueno como su grupo creativo es capaz de hacer, haciendo que casi todas sus producciones se sientan con mucho potencial desperdiciado y desafortunadamente La Leyenda del Charro Negro continua con esta tradición de, como dicen por ahí, quedarse a medias tintas.
En La Leyenda del Charro Negro veremos las aventuras de un niño y su encuentro contra una poderosa fuerza sobrenatural. Leo San Juan se dirige junto a su hermano a Puebla para reencontrarse con su abuela. Durante su viaje los hermanos se topan con un hombre y su hija quienes aparentemente son atormentados por una misteriosa y malévola presencia conocida simplemente como “El Charro Negro”. Debido a su buen corazón, Leo decide ayudar al hombre y enfrentarse al Charro Negro sin saber que esto será el primer paso hacia la aventura más peligrosa que ha tenido hasta la fecha.
Algo que me llamó gratamente la atención es como la misma película hace alusión a cintas anteriores de la franquicia “La Leyenda de…”, sobre todo a la producción anterior, La Leyenda del Chupacabras, de hecho comenzando justo donde esa entrega termino, dándole a la serie una sentido de continuidad que tal vez resulte innecesario pero que le da un escala más grande a la historia en general, aun así la trama no depende de que el espectador conozca las entregas anteriores de la serie (aunque tampoco hace daño).
Lo que es más difícil de justificar son tantos personajes, todos ellos provenientes de películas anteriores. La incursión de tantos personajes es entendible si tomamos en cuenta que La Leyenda del Charro Negro es potencialmente la última entrega de esta franquicia, por lo que la película quiere hacer un homenaje a todos sus personajes del pasado, el problema es que la gran mayoría de ellos se meten a la historia de manera sumamente forzada y en ocasiones es difícil siquiera justificar su existencia dentro de la trama, haciendo que la mayoría de las escenas que involucran a los personajes secundarios se sientan como una pérdida de tiempo.
Me duele decir esto, pero la animación sigue siendo simplemente pasable. No me malentiendan, la animación dista mucho de ser mala, pero su calidad no supera la que se podría esperar de una serie de televisión animada contemporánea, haciendo que la producción de El Charro Negro no alcance “calidad de cine” (por llamarla de alguna manera). De igual manera la historia es bastante simple y muchas de sus sorpresas resultaran bastante obvias para casi cualquiera, pero supongo que estos giros serán entretenidos para un público infantil, el cual es el público objetivo de la producción a final de cuentas.
Tal vez piensen que mi tan cantado odio al cine mexicano sea el que me hace juzgar tan duramente esta película, y tal vez tengan razón, pero a diferencia del resto del cine nacional siempre estaré dispuesto a darle el beneficio de la duda a las producciones de Ánima Estudios, ya que aunque sigo sintiendo que tiene mucho potencial desperdiciado, ese mismo potencial no se ha perdido con el paso del tiempo. Estoy casi seguro de que esta compañía de animación mexicana algún día nos dará algo verdaderamente sorprendente, pero ese “algo” definitivamente no es La Leyenda del Charro Negro.

La Leyenda del Charro Negro: 1/5. Mala.
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: La Leyenda de las Momias de Guanajuato (2014).
No tan buena como: La Leyenda del Chupacabras (2016).
author image |enero 25, 2018

 
Tal vez no estén familiarizados con el concepto, así que lo mejor que se me ocurre es poner la definición que se puede encontrar en el “diccionario”:

Homero (sustantivo)

1.      Calvo Norteamericano

2.      Hacer un Homero – Triunfar a pesar de la idiotez.

En este momento estarán preguntándose que tiene esto que ver con The Disaster Artist: Obra Maestra, pues déjenme decirles que esta película está basada en la historia real de uno de los “Homeros” más grandes y espectaculares en la historia del cine moderno, siendo una dramatización del detrás de cámaras de la cinta The Room, una de las pocas y legendarias películas que pueden reclamar el título de ser “tan mala que es buena”.
En The Disaster Artist: Obra Maestra veremos la historia real de un par de actores buscando el éxito en Hollywood. Tomando clases de actuación, el aspirante a actor Greg Sestero (Dave Franco) conoce al excéntrico Tommy Wiseau (James Franco) con quien entabla una amistad. Greg y Tommy deciden probar su suerte en Hollywood e intentan convertirse en actores famosos pero sin mucho éxito que digamos. Justo antes de abandonar su sueño de fama, Greg y Tommy toman un último riesgo y deciden hacer su propia película, el filme conocido como The Room.
Es difícil de creer si es que no tienen conocimiento de The Room, pero la historia en la que se basa The Disaster Artist resulta uno de esos maravillosos casos donde la realidad supera a la ficción y por mucho. Tommy Wisea, director y estrella de la infame The Room es tan fascinantemente extraño, misterioso y simplemente raro, tanto que parece sacado de la mente de algún talentoso comediante, pero debo reiterar que se trata de una persona real, una que James Franco interpreta de manera excelente. Aunque la actuación de James Franco les pueda parecería demasiado exagerada a algunos, yo diría que hasta es conservadora junto a la (por milésima vez) tan extraña personalidad del verdadero Wisea.
La historia siempre tiene el ritmo y tono de una comedia pero aun así logra darnos uno que otro momento dramático, no demasiado extravagante pero lo suficientemente complicado para poner a los personajes en situaciones verdaderamente difíciles e incomodas., algo que se logra gracias a la gran química que existe entre los hermanos Franco, quienes ilustran a la perfección la relación siempre cambiante entre los protagonistas.
El punto más “débil” de la cinta, si quieren verlo como tal, es lo surreal que parece la trama, lo cual hace que muchas de las acciones de los personajes y los vuelcos que da la trama parezcan demasiado irreales pero, y sé que a estas alturas ya deben estar cansados de escucharme decir lo mismo, toda la historia está basada en las experiencias del verdadero Greg Sestero y su relación con Tommy Wiseau. Sobre lo poco creíble que pueda resultar la historia, simplemente no sé qué decirles, son de esas situaciones que hay que ver para creer.
Hay algo importante que decir sobre The Disaster Artist, aunque indudablemente se trata de una comedia poco convencional, no termina siendo una burla o parodia de la historia verdadera y las personas involucradas en ella, al contrario, la producción siempre muestra un nivel de respeto a la historia real, sus protagonistas, su trabajo e incluso a la original The Room, algo que logra ilustrar la pasión, el esfuerzo y sencillamente el amor por el arte que usualmente se queda detrás de las cámaras de una producción cinematográfica. The Disaster Artits: Obra Maestra es sumamente entretenida y puede valerse por sus méritos propios, pero para serles completamente sincero, creo que la experiencia completa no puede alcanzarse a menos que tengan por lo menos una leve noción sobre la obra de Tommy Wisau y toda la locura a su alrededor. Inspiradora en una forma muy poco convencional The Disaster Artist: Obra Maestra es una película que vale la pena ver.

The Disaster Artist: Obra Maestra: 4/5. Muy buena.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: The Room (2003)
No tan buena como: The Room (2003)
Sé que esas comparaciones parecen no tener sentido, pero créanme, si ven The Room entenderán a la perfección.
author image |enero 24, 2018

 
No creo que nadie se atreva a dudar de la capacidad de Guillermo del Toro como cineasta, sobre todo si tomamos en cuenta que su trayectoria como director es prácticamente perfecta. Me atrevo a decir que del Toro no solo es un gran director sino también un  excelente cuentista, y en este específico caso me refiero a su capacidad de presentarnos “cuentos de hadas modernos”, por lo que debe ser ninguna sorpresa para alguien que La Forma del Agua se sume a su larga lista de éxitos.
En La Forma del Agua veremos una “clásica” historia de amor. Elisa Esposito (Sally Hawkins) es una chica muda que trabaja haciendo la limpieza en un laboratorio secreto de Estados Unidos. Cuando una extraña creatura es llevada al laboratorio para ser estudiada, la curiosidad de Elisa la hará acercarse al monstruo y entablar una amistad con él, una que rápidamente crecerá para convertirse en algo más que amistad. Sabiendo que la criatura corre peligro, Elisa hará lo posible por ayudar al monstruo con la ayuda de varios curiosos e inesperados aliados.
Puede que les parezca un poco exagerado, pero el hecho de que la cinta comienza prácticamente con un “Hace mucho tiempo en una tierra muy, muy lejana”, ayuda a colocar a la historia dentro de un marco narrativo de cuento de hadas que le permite hacer cosas que normalmente no se podrían lograr fuera de una cuento tradicional. Lo que podría considerarse demasiado “fantasioso”, poco “lógico” o demasiado “conveniente” dentro de cualquier otra trama, logra integrarse perfectamente en La Forma del Agua, ya que la producción se dedica a forjar su propio mundo, con sus propias reglas que pueden sonar descabelladas pero que funcionan perfectamente en su propio contexto, con un ritmo que hace que nunca se rompa la “ilusión” de la historia.
Dicho todo lo anterior, debo decir que La Forma del Agua no es precisamente original, y antes de decidir que debo morir en una zanja, déjenme explicarme. Siendo insufriblemente sínico, La Forma del Agua no es más que la interpretación 534, 124 de la historia de La Bella y La Bestia, con varios elementos de películas de aventura de “Mi criatura y yo” estilo E. T. que, de nuevo, no es nada que no hayamos visto antes, pero así como no podemos criticar a un pintor por no crear colores “nuevos”, Guillermo del Toro toma todos estos elementos ya antes vistos y los recrea con su toque personal, dándonos como resultado algo verdaderamente diferente y a la vez familiar, con un encanto propio que puede ser disfrutado por cualquiera.
Miren, podría estar todo el día alabando esta película, pero resultaría una total pérdida de tiempo para mí y para ustedes, tiempo que sería mucho mejor utilizado si van a verla al cine. La Forma del Agua lo tiene todo, romance, comedia, drama, acción, suspenso, intriga y una buena dosis de sensualidad, elementos que logra balancear perfectamente en una excelente producción. Es cierto que el filme cuenta con algunos detalles que la apartan de alcanzar la perfección, pero estos resultan simples nimiedades al ponerlos junto a los muchos aciertos que se logran alcanzar. Habrá quien diga que La Forma del Agua no es perfecta, y tal vez tengan razón, pero para mí este filme es tan cercano a la perfección como puede ser humanamente posible ¡Vayan a ver esta película!

La Forma del Agua: 5/5. ¡Excelente!
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: La Cumbre Escarlata (2015).
No tan buena como: El Laberinto del Fauno (2006). Esta sigue siendo mi favorita de Guillermo del Toro, pero La Forma del Agua está casi a la par.
author image |enero 16, 2018

 
Por favor, que alguien me conteste la siguiente pregunta ¿Cuál es el pinche punto de hacer el “remake” de una película si la única diferencia va a ser cambiar actores chilenos por mexicano? Tal vez sea por mis propios prejuicios, pero ante mis ojos este trabajo de “copy +paste” es una muestra de que gran parte de la disque “industria” del cine mexicano está creativamente muerta, incapaz de tener un punto pensamiento original y que, aparentemente, su único objetivo es darle al público “atole con el dedo”, como dicen por ahí, siendo Una Mujer Sin Filtro el ejemplo más reciente de esta deprimentemente tendencia del cine mexicano.
En Una Mujer Sin Filtro veremos a una mujer que aprende a expresar sus sentimientos sin ninguna restricción. Paz López (Fernanda Castillo) es una mujer que, a pesar de tener una vida relativamente cómoda, no deja de sentirse agobiada por ser menospreciada tanto en el trabajo como por su pareja sentimental y hasta por la gente que se topa en el tráfico rumbo al trabajo, algo que empieza a provocarle un inexplicable dolor en el pecho. Buscando aliviar su mal, Paz consulta a un médico brujo, el cual le hace una “limpia” que tiene como consecuencia que Paz exprese muy claramente todo lo que siente, repartiendo verdades a diestra y siniestra, le pese a quien le pese.
Sé que no todo el mundo las ha visto, pero la trama en Una Mujer Sin Filtro suena muy parecida a otras comedias como Irene, Yo y Mi Otro Yo, o incluso ¡Sí, Señor!, lo cual no es un buen comienzo al juzgar la originalidad de la producción, pero si a esto le sumamos que la película toma su guion directamente de una cinta chilena llamada Sin Filtro, podemos ver que Una Mujer Sin Filtro no es más que la copia de una copia.
No puedo decir que la comedia me resulte graciosa, prácticamente toda la gracia es ver las reacciones de la protagonista a situaciones estresantes, lo cual hace que ya conozcamos el final de cada chiste incluso antes de que se comienza a contar. Sí, quizás mi odio por el cine mexicano evita que le vea la gracia a la película, pero aunque no sea capaz de hacerme reír, debo de admitir que ver a una mujer defendiéndose de toda clase de situación injusta resulta bastante catártico, algo que se debe a la protagonista. No he visto ninguna otro proyecto de la actriz Fernanda Castillo, y aunque su papel como Paz no me resulte gracioso, sí termina siendo bastante empático y, de hecho, la participación de esta actriz es lo mejor de la cinta, ya que es la única que parece comprender que sobreactuación no es equivalente a comedia, algo que todo supuesto “comediante” mexicano debería de aprender más temprano que tarde.
Puede que les suene a excusa, pero mi más grande problema con Una Mujer Sin Filtro es saber que es una copia de otra película, lo que me impide darle verdadero crédito a los buenos momentos que tiene la cinta, porque sí los tiene. Hablar de Una Mujer Sin Filtro es como calificar los exámenes de dos alumnos, uno que contesto a conciencia y el otro que simplemente se limitó a copiar las respuestas del examen, el crédito debe ir al primero y no al segundo, ya que los aciertos de la hipotética prueba no se lograron por colaboración sino por imitación. Una Mujer Sin Filtro cuenta con buena producción, eso no pienso negárselo, pero el poco o mucho crédito que se le pueda dar debería encaminarse a la película original, pues como ya dije, Una Mujer Sin Filtro es solo una fotocopia, tal vez una buena, pero no deja de ser una imitación sin nada nuevo que aportar.

Una Mujer Sin Filtro: 1/5. Mala.
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: 3 Idiotas (2017), No Manches, Frida (2016)
No tan buena como: Busco Novio para Mi Mujer (2016), Qué Pena Tu Vida (2016)

¿Qué tiene en común todas las películas anteriores? ¡Todas son copias de otras películas! ¿Y así quieren que no odie al cine mexicano?
author image |enero 15, 2018

 
A pesar de que no hace mucho dije que el género de terror es el que más gratas sorpresas me ha dado últimamente, también es cierto que en su rama más “comercial” (por llamarla de alguna manera) aun existen cintas que se limitan a seguir los mismos patrones establecidos una y otra y otra vez, algo que es poco creativo y aburrido para mi gusto, pero eso no significa que una producción, aun cuando sigue una serie de gastadísimos clichés, no pueda resultar divertida, tal vez no innovadora pero sí entretenida, como el caso de La Noche del Demonio: La Última Llave, que no muestra nada novedoso en el género de terror, pero que es un buen rato de igual forma.
En La Noche del Demonio: La Última Llave veremos a un grupo de investigadores de lo paranormal enfrentarse a una poderosa fuerza del más allá. Elise Reyner (Lin Shaye) es una mujer que desde niña ha tenido cierta habilidad psíquica para comunicarse con el mundo del más allá, algo que en su niñez le provoco muchos altercados con su violento y prejuicioso padre. Ahora, muchos años después, Elise se ve obligada a regresar a la casa en la que creció para enfrentarse a un poderoso demonio al que ella misma libero en su niñez por accidente.
La Noche del Demonio: La Última Llave es la cuarta entrega de la serie La Noche del Demonio, pero al mismo tiempo es la segunda historia cronológica dentro de la franquicia. Lo anterior puede no ser relevante para hablar de esta película, pero aun así creo que es importante señalarlo como una muestra de los “vicios” que muchas veces cometen las franquicias demasiado longevas: complicar su propia cronología en un intento de hacer que la historia parezca más compleja e importante de lo que realmente es, siendo que, por lo menos en este caso La Última Llave, se trata una simple historia de “casa embrujada” que funciona lo suficientemente bien por si sola sin la necesidad de apoyarse en una vasta mitología interna.
La cinta nos expone a todos los clichés que se pueden esperar de una película de terror, pero de vez en cuando logra dar sorpresas al jugar con las expectativas del espectador, ya que se basa en el conocimiento de estos clichés para “cambiarnos la jugada” y darnos algunos sustos de manera imprevista y efectiva, lo cual a fin de cuentas es el objetivo de una película de terror de este tipo.
Tengo que confesar que no he visto ninguna de las películas anteriores dentro de esta serie, y aun con esto, la trama dentro de La Última Llave funciona perfectamente bien por su propia cuenta, por lo menos la mayor parte del tiempo. En muchas ocasiones se hace alusión a eventos o personajes que, quiero asumir, aparecen dentro de las otras entregas de la serie, algo que será del agrade de los fans de la franquicia, pero para neófitos como yo nos hace pensar que solo estamos viendo una pequeña fracción de una narrativa más grande, lo cual, hasta donde tengo entendido, es precisamente el caso. Lo anterior es uno de los logros más destacables de la producción, ya que aunque apela al gusto de los fans de la saga, también logra entretener y llamar la atención de aquellos cuya primer encuentro con la franquicia se da en esta película, como es mi propio caso.
Lo mejor que puedo decir sobre La Noche del Demonio: La Última Llave es que logra entretener tanto a propios como extraños. La historia en ocasiones se siente un poco incompleta pero aun así logra darnos uno que otro giro que evita que la trama se estanque por completo, de igual forma cuando empieza a abusarse de los estereotipos asociados con las películas de terror, el filme hace algo interesante que nos toma por sorpresa y logra recuperar nuestra atención. La Última Llave no me hizo querer correr a ver las otras tres películas dentro de esta serie, pero llamo lo suficiente mi atención como para eventualmente darle una oportunidad a las entregas anteriores, así como a cualquier subsecuente cinta de la franquicia. La Noche del Demonio: La Última Llave no hace nada por innovar, pero puede resultar entretenida para cualquiera, ya sean fans o no.

La Noche del Demonio: La Última Llave: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: No Toques Dos Veces (2016). Annabelle 2: La Creación (2017), El Aro 3 (2017)
No tan buena como: Ouija 2: El Origen del Mal (2016), El Conjuro 2 (2016).
author image |enero 12, 2018

 
Tal vez no sea tan obvio para aquellos que no son obsesivos compulsivos que ven toda película que pueden en el cine, pero de un tiempo para acá se han hecho varios filmes de animación por computadora producidos en España que alcanza a tener un lanzamiento internacional. Aunque ninguna de estas producciones me ha sorprendido realmente (con una sola excepción, que me hizo reír como pocas películas han podido), me da gusto ver propuestas de animación en el cine que vienen de otro lado aparte de Estados Unidos. Tadeo El Explorador Perdido 2: El Secreto del Rey Midas (que a partir de este momento llamare simplemente Tadeo 2, porque no manchen ¡Que nombre tan largo!) continua con la tradición reciente de animación española, y aunque tampoco ofrece nada que no se haya visto antes, es una buena distracción para niños pequeños.
En Tadeo 2 veremos las aventuras de un explorador en busca de un tesoro perdido. Tadeo, un aficionado de la historia y estudiante de arqueología, es invitado por su amiga Sara a la presentación de un místico artefacto que, según cuentan las leyendas, es parte de un collar mágico que perteneció al mítico rey Midas. Cuando la exhibición es atacada por un grupo misterioso, el artefacto es robado y Sara secuestrada. Con las pocas pistas que tiene, Tadeo y sus amigos deberán rescatar a Sara y encontrar las piezas restantes del collar del rey Midas antes de que caiga en malas manos.
Sé que es una excusa bastante pobre, pero el hecho de que la película esté directamente dirigida a un público infantil hace que no pueda ser tan severo al hablar de ella. La historia es sumamente sencilla y todo menos espectacular, con escenas de acción entretenidas que muestran el buen trabajo de animación, que no es espectacular pero que resulta bastante decente. Cualquiera que tenga más de 6 o 7 años de edad, sabrá como se desarrollara la historia de principio a fin, y aun así la trama logra dar un pequeño giro que logra sacudir un poquito las cosas y evitar que la trama se estanque por completo.
Es bastante obvio que la película pretende ser una parodia de personajes que son arqueólogos aventureros como Indiana Jones o Lara Croft, el problema con eso es que en realidad la cinta no es graciosa. Casi todo el humor recae en un personaje secundario que es mortalmente insufrible. Puede sonar demasiado injusto, pero en verdad este personaje “cómico” es a Tadeo 2, lo que Jar Jar Binks es al universo de Star Wars. Algo que resulta bastante molesto también es el final del filme, que plagia descaradamente el clímax de Frozen, tanto en ejecución como en dialogo. Puede que esto se pueda pasar por alto en la mente de un niño, pero no en la de un amargado treintón que obsesivamente ve películas que no son dirigidas para él en primer lugar.
Tal vez se deba a que el año apenas comienza y por ello mis reservas de desprecio por la humanidad aún no se restablecen completamente, pero a pesar de que Tadeo 2 no presenta nada que no se haya visto antes, la verdad es que no puedo odiarla. La película es absurdamente sencilla y el supuesto humor nunca logro hacerme reír ni una sola vez, pero la producción no tiene nada que pueda llamar reprobable, ni siquiera el plagio del final, que puede que sea robado pero que logra encajar con el resto de la película. Sí tiene niños pequeño… mejor vean Olé, El Viaje de Ferdinand, pero si insisten en ver esto tampoco les hará ningún daño, pero si ese no es el caso, no se pierden de nada si ignoran esta pelicula.

Tadeo El Explorador Perdido 2: El Secreto del Rey Midas: 2/5. Meh.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Una Familia Espacial (2015)
No tan buena como: Mortadelo y Filemón contra Jimmy El Locuaz (2014)
author image |enero 12, 2018

 
Puede que solo sea producto de mi enferma y paranoica mentecilla, pero se me hace demasiado conveniente después del estreno de La La Land, (una película muy bien recibida por prácticamente todo el mundo) un año después, más o menos por las mismas fechas, tengamos ahora El Gran Showman. Si me preguntan, yo diría que este patrón muestra el plan secreto de Hollywood para hacer que las masas se vuelvan fans de las películas musicales, pero para bien o para mal, aunque El Gran Showman es entretenida, carece de un encanto que la haga verdaderamente memorable.
En El Gran Showman veremos la historia de un hombre que se abre paso en el mundo de la farándula. Por razones fuera de su control, P. T. Barnum (Hugh Jackman) pierde su empleo en el banco. Viendo su nueva situación como una oportunidad, Barnum decide comenzar un nuevo negocio, para lo cual organizar un gran y excéntrico espectáculo, algo que no será bien visto por gran parte de la sociedad de Manhattan del siglo XIX.
Sé que lo que voy a decir parece no tener sentido, pero intentaré explicarme tan bien como pueda. Hugh Jackman es demasiado bueno como para interpretar el personaje de P. T. Barnum. No me malentiendan, toda la producción esta sobre los hombros de Jackman, quien carga ese peso con mínimo o nulo esfuerzo, ya que indiscutiblemente es un gran actor, bailarín y cantante, todo ello parece ser perfecto para darle el papel protagónico en cualquier película musical (y lo es), el problema es que el personaje de Barnum, por lo menos mediante sus acciones, se nos pinta como alguien muy carismático pero también un poco mezquino y tramposo. El carisma y talento le sobran a Jackman, pero es tan “buena gente” que esa segunda parte del personaje, la menos agraciada, nunca resulta verdaderamente creíble del todo, con lo cual el personaje y toda la trama, que siempre gira a su alrededor, se siente un poco inconsistente.
Pero tal vez estoy viendo esta producción mediante la perspectiva equivocada, esto es un musical después de todo. Todos los números musicales son bastante buenos, tanto el vestuario como la coreografía son agradables y, con una pequeña excepción, todos ellos no solo sirven para darnos un espectáculo musical entretenido sino que también ayudan a que la misma trama avance, la cuestión (porque ni siquiera me atrevería a llamarlo un problema) es que ninguno de estos montajes se me quedo grabado en la mente, me entretuvieron mucho, eso que ni qué, pero cuando la música deja de sonar no me quedé tarareando la melodía o moviendo los pies.
Tal vez sólo sea porque no soy fan de los musicales, es importante señalar eso, pero El Gran Showman simplemente no me pareció tan espectacular como la misma producción pretende ser. Los números musicales son buenos, los personajes simpáticos (tal vez más de lo que deberían) y aunque la historia siempre se mantiene en movimiento, hay muchas escenas que se sienten como paja innecesaria, por ejemplo una subtrama romántica que involucra a los personajes Zac Efron y Zendaya, lo cual parece ser una pérdida de tiempo ¿Pero qué se yo? Tal vez hay alguna ley que dicte que todo musical debe contener como mínimo dos o más escenas románticas, sean necesarias o no. Aun con todo lo anterior El Gran Showman si logra darnos un rato muy agradable en el cine, y sí, lo admito, la mejor manera de experimentar el filme es en la pantalla grande. No es para mí, pero me imagino que para aquellos que si saben de estas cosas o que les gustan los musicales en general pasaran un buen rato.

El Gran Showman: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Moulin Rouge (2001). No me hagan mucho caso en cuanto a esa comparación, después de todos creo que soy el único en este planeta que odia esa película.
No tan buena como: La La Land (2016)
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