Dicen que la
locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. Al ver
Transformers: El Último Caballero me
di cuenta, más allá de cualquier duda razonable, que estoy triste e
irremediable loco. A pesar de ser esta la QUINTA ocasión en que veo una película
de Transformers, sigo esperando ver
algo que sea mejor que pasable, algo que de verdad pueda decir “vale la pena” aun
cuando las experiencias pasadas con esta franquicia nunca me han dado motivo
para esperar tal cosa. Sé que suena a exageración, sé que luce como una hipérbole,
sé que parece que sólo estoy tratando de hacerme el “chistosito”, pero créanme que
digo la verdad desde el fondo de mi pútrida y torcida alma cuando digo que Transformers: El Último Caballero es muy
probablemente la peor película que he visto en mi vida.
Esta es la
parte en la que usualmente les describo la trama de la película, pero si la producción
no tiene ni el más mínimo interés en contarnos una historia coherente,
entretenida, interesante o innovadora ¿Porque carajos tendría que hacerlo yo?
Esta cosa (por que de aquí en adelante me reusó a usar los términos “película”,
“filme” o “cinta” al describir Transformers:
El Último Caballero) implementa tantos clichés como le es posible, y ni
siquiera lo hace de manera entretenida. Tenemos un poco de todo, sociedades
secretas, profecías, invasiones extraterrestres, conflictos bélicos históricos
y otra tonelada más de tramas de las cuales ni una sola, NI UNA SOLA se
desarrolla de manera adecuada. Todas estas “historias” (y estoy usando es
palabra muy, MUY generosamente) se apilan unas sobre otras creando una masa irreconocible
de situaciones trilladas y estúpidas que no tiene ni pies ni cabeza y esa es
precisamente la táctica de esta cosa, saturar la pantalla con elementos a tal
grado de convencernos de que algo está pasando en la pantalla cuando en
realidad no hay nada sustancioso en esta cosa.
Cinco cosas,
CINCO PUTAS COSAS con el nombre de Transformers
y hasta la fecha seguimos sin tener a ni un solo personaje memorable o siquiera
remotamente interesante. Ya sé que deben estar hasta la madre de escucharme
decir lo mismo tantas veces, pero sigue siendo cierto y no creo que nunca vaya
a dejar de serlo: La acción en una película es emocionante cuando nos
interesamos en los personajes que se ven envueltos en ella. “¿Personajes? Pfff,
desarrollar personajes nos quitaría tiempo de ver efectos especiales y explosiones
sobre explosiones que explotan al explotar con otras explosiones” parece decir
esta cosa. Ver a Mark Wahlberg sigue siendo tan entretenido como recoger las heces
fecales de tu mascota; Laura Haddock no es más que un clon de Megan Fox con acento
inglés cuyo único objetivo es ser un Maguffin andante (busquen ese término en
Google si quieren, estoy demasiado encabronado en este momento como para explicárselos)
y enseñar el culo y las tetas. Anthony Hopkins es el único actor que es
siquiera remotamente entretenido durante esta cosa, no porque de una buena actuación,
sino porque sabe que está en una mierda de producción y su objetivo principal es
divertirse a sí mismo actuando como se le dé la gana y de paso cobrar un muy
jugoso cheque. Los propios Transformer siguen siendo personajes terciarios en
una producción que lleva su pinche nombre en el título, pero tal vez esto sea
lo mejor ya que su interpretación sigue siendo la de adolecentes imbéciles,
prepotentes, inseguros y psicópatas desagradables con ninguna cualidad
redimible, y estoy hablando de ambos grupos de robots, tanto los malos como los
supuestos “héroes” de la “historia”.
Esta cosa no
tiene ni un solo punto original o siquiera remotamente creativo. Todo elemento
no es más que una excusa para mostrar efectos especiales que, debo admitir,
resultan por lo menos visualmente atractivos, pero no ofrecen nada que no hayamos
visto antes. Y eso es lo que más me encabrona de esta cosa, no es más que
ruido, basura visual y sonora que trata de aturdir tus sentidos en todo momento
y hacerte creer que estás pasando un buen rato, pero esto es el equivalente de
mostrarle a un bebe un juego de llaves y agitarlas frente a su rostro, sí, es
efectivo y él bebe debe estar divirtiéndose de lo lindo, pero cualquier persona
con más de un par de años de edad se da cuenta de que esto es una burda distracción,
no un verdadero entretenimiento de calidad.
Transformers: El Último Caballero ha despertado un odio en mí que no sabía
que siquiera era capaz de experimentar, un odio inconmensurable dirigido a todo
ser humano que tuvo algo que ver con la producción de esta cosa. Esta cosa es
una afrenta no sólo al medio del cine, no nada más al entretenimiento, Transformers: El Último Caballero es un
insulto a cualquier tipo de vida inteligente en este o cualquier otro planeta.
Quisiera decir que esta cosa no debería existir, que esta cosa solo apela al
más bajo de los bajos común denominador en cuanto a público se refiere,
quisiera decir eso pero no es cierto. Evidentemente esta franquicia tiene
seguidores, espectadores que disfrutan verdaderamente este tipo de cosas y que
no buscan más que divertirse y tal vez olvidarse de sus problemas por un par de
horas, y si la serie cinematográfica de Transformers puede darles eso ¿Quién soy
yo para juzgarlos? No dejen que nadie, ABSOLUTAMENTE NADIE les diga que ver o
que no ver, que disfrutar o que despreciar, eso es una decisión propia que no
es la incumbencia más que de ustedes mismos, pero sepan esto: Ustedes son
mejores que esto. A todos nos gusta el entretenimiento y cada quien se
entretiene a sí mismo como se le dé la gana, eso es innegable, lo único que
quiero decir es que merecen algo mejor que esto, disfruten de Transformers: El Último Caballero si
quieren, pero no olviden que merecen algo mucho, mucho mejor que esto.
Por primera
(y espero última) ocasión… Transformers: El Último Caballero: -1/5. ¡¡¡PELIGRO!!!Esta
cosa puede causar ira asesina.
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