Lo he dicho
muchas veces y lo seguiré haciendo cada que sea pertinente recordarlo: No toda película
está hecha para todo tipo de público. Tal vez no sea la mejor decisión financiera,
pero si un filme tiene en la mira un muy específico tipo de audiencia y logra
complacer a ese objetivo demográfico, entonces eso es suficientemente bueno, sobre
todo si la producción no costo exorbitantes sumas de dinero, un ejemplo de esto
es Todo Todo, una película dirigida a
un público adolecente que, imagino, dejara un buen sabor de boca a su audiencia
objetivo y absolutamente a nadie más.
En Todo Todo veremos la “conmovedora”
historia de una chica con una muy extraña enfermedad. Debido a una rara condición
que afecta a todo su sistema inmunológico, Maddy Whittier (Amandla Stenberg) ha
vivido encerrada en su casa desde que tiene memoria. La poco común vida de
Maddy tendrá un brusco cambio de ritmo cuando conoce a Olly Bright (Nick Robinson),
un chico que se muda junto con su familia a la casa de al lado. Al estar en “la
edad de la punzada”, un romance entre Maddy y Olly ira creciendo, ayudando a
que ambos salgan de sus respectivas burbujas, tanto metafóricas como literales.
Creo que el
reparto es bastante adecuado ya que, aunque debería de ser la regla y no la excepción,
los actores son bastante jóvenes y sus edades son lo suficientemente cercanas a
las de los personajes que están interpretando. Los protagonistas casi siempre
se ven incomodos o nerviosos, lo cual suena a una mala actuación, pero de
nuevo, esto le queda a la perfección a los personajes a los que se les está
dando vida, ya que vemos a dos adolescentes inseguros, confundidos y con poca
experiencia sobre la vida expandiendo sus horizontes, por lo cual las actuaciones
de perro chihuahueño nervioso y asustado por fuegos artificiales es una caracterización
adecuada en este caso.
La trama
cuenta con un giro interesante que, aunque no se plantea del todo bien, tampoco
resulta como una revelación sacada de la manga en el último minuto. Este giro
(que no pienso arruinarles) se siente un tanto desperdiciado, ya que podría ser
el punto de partida para un drama interesante pero lo cierto es que ese no es
el objetivo de la producción. El desenlace de la historia si llega a sentirse
como una excusa para alcanzar un “final feliz”, pero la película nunca tiene pretensiones
más allá que mostrarnos una tierna historia de amor entre dos mocosos, una que
no resulta muy original que digamos y que es tan melosa que puede causar el
riesgo de que el espectador caiga en un coma diabético, y aunque el resultado
final no sea de mi agrado, la película cumple con el objetivo que ella misma se
plantea desde un inicio.
Una copia difícilmente
es mejor que su original, y aunque suene demasiado agresivo, al ver Todo, Todo lo que pensé la mayor parte
del tiempo es “esto es la versión descafeinada de Bajo la Misma Estrella”, comparándola con una producción relativamente
reciente. No me atrevería a decir que Todo
Todo es una copia directa, tiene suficientes elementos “originales” por si
misma, pero la estructura de la historia e incluso la caracterización de sus
personajes son muy similares, demasiado, sobre todo con otra película setentera
que no creo que mucha gente recuerde (yo apenas y lo hago). Puedo imaginar que esto sea del agrado de
mocosos pubertos soñadores y vomitivamente melosos ¿Y saben algo? Aunque hable
con desdén al referirme a este tipo de público lo cierto es que ellos también merecen
películas dirigidas a sus muy específicos gustos, además, seamos totalmente
sinceros, absolutamente TODO EL MUNDO pasa por una fase similar a esa mientras
crecemos (aunque la mayoría de nosotros preferiría olvidarlo). Todo Todo es una película muy poco
ambiciosa pero que gracias a sus propias restricciones logra alcanzar sus
modestos objetivos. Buena película para su público objetivo, pero si tienen más
de quince o dieciséis años de edad la película no les dará nada realmente
memorable.
Todo Todo:
2/5. Meh.
Mejor que:
Ciudades de Papel (2015).
No tan buena
como: Bajo la Misma Estrella (2014), El Chico de la Burbuja de Plástico (1976).
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