La
influencia de Marvel Studios y su llamado “universo cinematográfico” es uno de
los factores más influyentes dentro del cine comercial en la actualidad. Sé lo
que están pensando “¿Qué no se supone que esto es una reseña de La Momia? ¿Qué chingados tiene que ver
Marvel con La Momia?” Esas mismas
preguntas son las que quisiera poder hacerle directamente a Universal, si es
que esta entidad fuera una persona y no una empresa sin rostro, ya que La Momia pretende ser el inicio de todo
un universo compartido de películas y para lograr su cometido copia exactamente
los mismos trucos que Marvel ha utilizado a lo largo de los años, desafortunadamente,
La Momia es simplemente eso, la copia
de una formula, y peor aún, una pésima copia.
En La Momia veremos la primera y
probablemente la última película dentro del llamado “Universo Oscuro”. Durante
una operación en Iraq, el mercenario y contrabandista de artefactos antiguos,
Nick Norton (Tom Cruise), accidentalmente se topa con una misteriosa tumba de
origen egipcio. Sin saberlo en un principio, al encontrar el sepulcro egipcio
Norton ha liberado una poderosa y antigua entidad maligna que amenaza a toda la
humanidad.
Sé que es
una idea anticuada, pero al escuchar el título La Momia lo primero que me viene a la mente no es precisamente una película
de acción, si acaso llego a relacionar el nombre con una cinta de aventura
(gracias a la versión de Brendan Fraser) o en su defecto un filme de terror
(como la protagonizada por Boris Karloff). La versión 2017 de La Momia es en primera instancia una película
de acción que llega a tener tintes de aventura de vez en cuando, pero sus
intentos de terror son risibles, llenando la pantalla con efectos especiales
que logran ser vistosos pero no son ni originales ni atemorizantes en lo más mínimo.
Por si lo anterior no fuera lo suficientemente decepcionante, la película trata
de inyectar cierto nivel de humor mediante chistes o referencias bastante
tontas, casi siempre colocando estos elementos en el peor momento posible,
rompiendo totalmente con la ya de por si malograda atmosfera que de vez en
cuando el filme intenta alcanzar, arrojando de esta forma por la ventana cualquier
momento “serio” dentro de la trama.
Y ya que
estamos hablando de la trama, esta parece haber sido escrita por un mono epiléptico
adicto a alguna sustancia psicotrópica. La historia no tiene ni pies ni cabeza,
introduciendo constantemente elementos que parecen completamente al azar pero
que no son más pequeños guiños a lo que, supuestamente, serán futuras películas
dentro de este ridículamente llamado “Universo Oscuro”. Más o menos a la mitad
de la película la trama olvida por completo su propia premisa y se dedica a
presentarnos la versión de S.H.I.E.L.D de este universo, convirtiéndose así en
trailer de larga duración para películas que probablemente nuca vayan a
existir.
Si acaso lo único
remotamente rescatable dentro del filme es Tom Cruise, no porque haga un buen
papel sino por el simple hecho de ser un actor mundialmente reconocido. La película
sólo cuelga de la fama del Papa Espacial, el cual no aporta nada fuera de su
famoso nombre. El personaje de Cruise empieza la película como una versión pirata
de Indiana Jones, algo nada original pero admito que en momentos es
entretenido, pero el guion nunca sabe que hacer exactamente con él después de
eso, en momentos convirtiéndolo en una víctima de una terrible maldición, en
otros volviéndolo literalmente indestructible y, ya llegando al desenlace,
convirtiendo a Tom Cruise en una especie de superhéroe mágico con poderes no
definidos sobre la muerte. Si todo lo anterior les suena estúpido se debe a que
lo es.
Acepto que
utilizo demasiado este adjetivo pero es el único que le queda perfecto a esta película,
La Momia es un desastre. Como dirían en
mi rancho, La Momia “se pone a contar
huevos sin tener las gallinas”, es decir que la producción esta tan segura del éxito
del proyecto que poco o nada hace por darnos un producto de calidad. Lo más
triste de todo es que Universal no es el primero (ni será el último) en querer
seguir esta moda de “universo cinematográfico”, no porque cuente con ideas interesantes
o utilice ese recurso para darnos historias creativas, este fenómeno de seguir
modas seguirá a diestra siniestra hasta que algún productor que tenga más de
dos neuronas se dé cuenta de que copiar una tendencia no es suficiente para
alcanzar el éxito, que si te dedicas a dar un producto de calidad el éxito en
taquilla llegara por si solo, con o sin actores de renombre mundial.
La Momia:
1/5. Mala
Mejor que:
Yo, Frankenstein (2014)
No tan buena
como: Drácula: La Historia Jamás Contada (2014), Van Helsing (2004).
Comentarios