El legítimo orden comiqueril

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author image |octubre 31, 2016

 
Ya sea que odien o amen el trabajo de Marvel Studios hay algo que se le debe reconocer: a pesar de su éxito (o tal vez a causa del mismo) Marvel se da el lujo de experimentar con sus producciones cinematográficas, ya que así como nos pueden dar películas rimbombantes de tipos con trajes ridículos agarrándose a golpes, también pueden darnos filmes sobre espías con tintes políticos, comedias de ciencia ficción y ahora con Doctor Strange se opta por enriquecer aún más el mundo Marvel con el elemento mágico con un toque de misticismo oriental, dándonos como resultado una cinta entretenida que hace honor a su nombre: Doctor Strange es la película más “extraña” de Marvel hasta la fecha.
En Doctor Strange veremos el camino que recorre un hombre al adentrarse en las artes místicas de la magia. Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) es un médico que al sufrir un terrible accidente automovilístico pierde su habilidad como neurocirujano. Después de agotar todas las opciones que la ciencia médica le ofrece, Stephen va en busca de una alternativa poco convencional en el místico monasterio de Kamar-Taj. Bajo la tutela de “El Antiguo” (Tilda Swinton), Stephen se inicia en  el uso de la magia, lo cual lo hará involucrarse en una antigua y cruenta lucha para mantener al mundo a salvo de todo tipo de amenazas místicas.
Una de las tantas características de las producciones de Marvel es su humor, que si bien no siempre convierten a cada cinta en una comedia por lo menos ayudan a que el filme tenga un tono más ligero, lo cual sigue siendo el caso en Doctor Strange pero a diferencia de ocasiones anteriores, aquí es la primera vez que el humor se siente un tanto intrusivo, con lo que se rompe un poco con el aire de seriedad y misticismo que la cinta trata de manejar la mayor parte del tiempo. En muchas ocasiones el humor se siente fuera de lugar, tal vez con la excepción de cierto personaje que, para evitar arruínales la sorpresa, solo diré que es el objeto inanimado con mayor personalidad que he visto desde la alfombra mágica de Aladdín.
Para sorpresa de absolutamente nadie, Benedict Cumberbatch nos da una actuación esplendida, aunque en lo personal me resulta bastante extraño escuchar al actor tratando de esconder su característico acento británico (algo que en ocasiones no logra del todo). A pesar de que la actuación del protagonista es bastante buena, la caracterización del personaje no lo es tanto. No se trata que esta versión del “Hechicero Supremo” sea diferente a su contraparte en comic, sino que la forma en que se nos presenta al personaje es bastante similar a la de otro habitante del universo Marvel. Stephen Strange es una persona adinerada, arrogante, poseedor de un ego desmedido, con una mente sobresaliente que le sirve para aprender conceptos complejos de la noche a la mañana, es decir que es un genio, lo cual hace que en lugar de sentirse como un personaje único  se vea más como la versión 1.5 de Tony Stark; cierto, los campos de “especialización” de ambos personajes son totalmente opuestos pero la caracterización de ambos es muy parecida. Sí esto es bueno o malo es algo que veremos cuando ambos personajes eventualmente interactúen entre ellos.
Los efectos especiales son bastante impresionantes y aunque no dejan de ser un interesante atractivo visual también se integran a la perfección con la narrativa de la historia. Los más acérrimos críticos podrían apuntar que muchos de los efectos visuales son casi un plagio de los que aparecieron en Inception (o “El Origen”, si prefieren traducciones piteras) a lo cual debo decir… que tienen razón, pero aunque los efectos visuales tomen inspiración de otras fuentes también se logra crear escenarios muy emocionantes y diferentes. Sin arruinarles la sorpresa, aunque en el trailer se ve mucho de los efectos especiales, la verdad es que lo que se alcanza a ver no es más que la punta del iceberg. Lo anterior, junto con las muy bien logradas coreografías en las escenas de acción hace que la película sea un espectáculo visual sumamente interesante y entretenido.
Fuera de la caracterización del protagonista, Doctor Strange se siente como la película menos “típica” de Marvel hasta la fecha, lo cual logra dar un poco de aire fresco a este universo cinematográfico pero también podría alejar a aquellos que no están tan interesados en ver a personajes que se inclinan hacia el lado de la fantasía más que al de la ciencia ficción; cómo terminen interactuando estas dos vertientes en un mismo mundo es algo que deberemos esperar a ver. Tal vez el misticismo y los toques de filosofía oriental no sean del agrado de todos, además de que la historia del protagonista renuente a su llamado al heroísmo no sea nada nuevo pero la presentación de estos elementos sigue siendo de muy buena calidad. Aun los más acérrimos detractores (léase “Fans de hueso colorado de DC”) deberán aceptar visualmente Doctor Strange es un espectáculo que vale la pena ver en la pantalla grande.

Doctor Strange: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Los Vengadores: La Era de Ultron (2015) Thor: Un Mundo Oscuro (2013), Iron Man 3 (2013).
No tan Buena como: Capitán América: Civil War (2016), Ant-Man: El Hombre Hormiga (2015), Los Guardianes de la Galaxia (2014).
author image |octubre 31, 2016

 
Yo no soy supersticioso porque eso es de mala suerte, pero aun así nunca me atrevería a jugar Ouija por el simple hecho de que, como ya he mencionado en múltiples ocasiones, soy de las personas más cobardes que podrían conocer en su vida. Ya sea mera autosugestión o verdaderamente algo más, la Ouija como elemento narrativo en películas de terror es algo bastante socorrido y aunque a primera vista Ouija: El Origen del Mal no hace algo terriblemente original con el concepto, sí logra darnos una de las mejores películas de terror del año.
En Ouija: El Origen del Mal nos encontraremos con la familia Zander y su aterrador encuentro con lo sobrenatural. Alice Zander (Elizabeth Reaser) es una mujer viuda que se encarga de criar a sus hijas lo mejor que puede y para proveer a su familia se dedica a hacer “lecturas” o contactos “psíquicos” con los muertos, algo que ella misma toma como un espectáculo circense más que como verdadero ejercicio espiritual. Las cosas cambian cuando su hija menor, Doris (Lulu Wilson), juega con la misteriosa Ouija, lo cual provoca que la familia empiece a experimentar verdadero contacto con el más allá. Aunque en un principio Alice es feliz de encontrar una manera de contactar a su fallecido esposo, las cosas cambian rápidamente cuando se da cuenta de que su marido  no es la única presencia sobrenatural en la casa.
Uno de los elementos más destacables de la película es su presentación. La historia misma se lleva a cabo en la década de los 60´s y tanto el vestuario como la música refleja esa época a la perfección, pero no contento con ello la producción se da a la tarea de ir aún más allá para sumergir al espectador en la historia, dándole a la cinta unos cuantos detalles visuales extra. La película tiene un aspecto “deslavado” (por llamarlo de alguna manera) que le da al filme un tono de color similar a la de una película filmada verdaderamente en los años 60´s, además de que utiliza ciertos elementos que hacen parecer que la cinta es proyectada de manera tradicional mediante filme y no de manera digital. Puede que este tipo de detalles no afecten de manera determinante a la trama pero sin duda ayuda a que la cinta tenga una identidad propia.
El personaje del niño o niña poseído se utiliza bastante en el género de terror pero desafortunadamente este elemento pierde su efectividad cuando el actor o actriz no da el ancho para el papel, por suerte ese no es el caso aquí. Lulu Wilson le da un rango bastante amplio a su personaje, logrando plasmar inocencia o malicia según lo requiera la escena, en ocasiones expresando emociones totalmente opuestas en un parpadeo dentro de una misma escena. Definitivamente Wilson destaca en su papel de manera bastante impresionante.
Ouija: El Origen del Mal toma mucha inspiración en clásicos del género (especialmente de El Exorcista) pero evita caer en el plagio descarado al aportar una estética propia. Por si lo anterior fuera poco, la trama también logra sorprender al espectador en un par de ocasiones sin necesidad de romper las reglas que la misma historia se plantea. Ouija: El Origen del Mal no pretende reinventar la rueda de las películas de terror, en lugar de ello utiliza los elementos más “clásicos” (por no decir trillados) del mismo y nos da una entretenida historia de horror, de esas que son perfectas para ver a mitad en la noche acurrucado en el sillón con un gran plato de palomitas. Ya saben que no soy muy aficionado a las películas de terror por lo que el hecho de que recomiende tan ampliamente esta película habla bastante bien de Ouija: El Origen del Mal.

Ouija: El Origen del Mal: 4/5. Muy Buena.
 
 
 
 
 
 
 
 
Definitivamente la segunda mejor película de terror que he visto en el 2016 ¿Cuál es la primera? La Bruja.
author image |octubre 24, 2016

 
A pesar de que parezco ser excesivamente crítico de su trabajo, creo ser justo a la hora de hablar sobre Ánima Estudios. La razón de mi severidad se debe a que el famoso estudio de animación mexicana cuanta con verdaderos talentos del medio, pero que, en mi opinión, la mayor parte del tiempo esos talentos se ven desperdiciados y nos entregan cintas que varían de mala calidad en el peor de los casos y mediocre en el mejor ¿En cuál de esas dos categorías cae La Leyenda del Chupacabras? En el segundo definitivamente pero eso no significa que no tenga algunos aspectos redimibles.
En La Leyenda del Chupacabras nos reencontraremos con Leo San Juan en su más reciente encuentro con lo sobrenatural. Por azares del destino Leo se encuentra viajando junto a un grupo de insurgentes rumbo a puebla pero es detenido en el trayecto por una patrulla de soldados. Arrestado y encerrado en un monasterio abandonado, Leo tendrá problemas más grandes de los cuales preocuparse cuando una aterradora criatura empieza a atacar el monasterio.
Puede que la serie Leyendas de Ánima Estudios no sea de mi agrado, pero hasta yo debo reconocer que ha sido capaz de crearse una identidad propia, una que refleja tanto el folclor nacional como unos cuantos toques de historia colonial de México, no por nada La Leyenda del Chupacabra es la cuarta entrega de esta franquicia. Esa misma identidad se refleja en el diseño de personajes que si bien no son nada del otro mundo, sí logran ser instantáneamente reconocible.
Lamento mucho decirlo pero la animación de la serie sigue siendo mala, no atroz ni la peor que haya visto en mi vida (esa pertenece a La Leyenda de la Nahuala pero en ese entonces la serie estaba en manos de otro estudio) pero también es justo decir que la animación ha mejorado a comparación de otras producciones de Ánima. Lo que no ha cambiado es el mismo humor soso y forzado de los personajes secundarios que solo resulta genuinamente graciosos para niños muy, muy pequeños. Desafortunadamente casi todas las escenas con los personajes “sobrenaturales” resultan más molestas que divertidas y en la gran mayoría de los casos se sienten como paja innecesaria para que el filme alcance la duración necesaria para ser proyectada como un largometraje.
La trama con tintes históricos y de leyendas regionales nos da un trasfondo interesante, uno que se pierde rápidamente cuando el guion empieza a meter elementos que no son más que clichés relacionados con películas animadas para niños. Estos elementos no serían tan perjudiciales si la cinta supiera como desarrollarlos pero en lugar de ello casi siempre se opta por un “Deus Ex Machina” para resolver los conflictos. Por lo menos en tres conflictos distintos se utiliza una solución “sacada de la manga” que si bien logra resolver los dilemas de la historia, lo hace de manera trillada, aburrida y muy, muy poco creativa.
Poniendo un porcentaje completamente arbitrario de mi parte, diría que el 20% de La Leyenda del Chupacabras raya en lo que puedo considerar como una buena película, el gran problema es el 80% restante. En momentos el filme nos da una interesante historia de terror para niños que tal vez no sea muy original pero que llega a ser verdaderamente entretenida, pero esa trama se ve interrumpida constantemente con elementos que rompen casi por completo con la atmosfera. Con La Leyenda del Chupacabras Ánima Estudios no ha logrado cambiar mi opinión poco favorable sobre la compañía pero también es justo decir que se ha logrado mejorar su trabajo en el campo del nada fácil rubro de la animación. La Leyenda del Chupacabras es un pequeño, débil y casi imperceptible paso adelante para Ánima Estudios PERO un paso adelante siempre es preferible a quedarse estancado en un solo lugar.
Solo una cosa que insignificante pero que no deja de molestarme un poco. El Chupacabras como leyenda urbana es relativamente reciente (si es que más de veinte años se le puede decir reciente) y aunque no creo que tenga nada de malo tratar de situarlo en un contexto colonial, no deja de ser un tanto innecesario ¿Qué no hay suficientes leyendas del México colonial como para que se tenga que adaptar una leyenda urbana “contemporánea”?

La Leyenda del Chupacabras: 2/5. Meh.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: La Leyenda de la Nahuala (2007), La Leyenda de la Llorona (2011), Don Gato y su Pandilla (2011), Don Gato: El Inicio de la Pandilla (2015).
No tan buena como: Guardianes de Oz (2015), El Santos vs La Tetona Mendoza (2012). Ok, esa última no es para niños pero sigue siendo del mismo estudio así que de todos modos cuenta.
author image |octubre 19, 2016

 
Perdón por mi falta de ignorancia pero debo preguntar ¿Qué no La Niña de la Mina ya se había estrenado hace como 4 meses o algo así? Porque aquí donde vivo apenas es estrenó la semana pasada… una de las desventajas de vivir en una ciudad olvidada por Arceus tal vez. Sea como fuere La Niña de la Mina cumple con mi rigurosa, científica y extensa lista de requerimientos para hacer una reseña: La vi en el cine y lo hice durante el año en curso, así que aquí va una reseña incluso más irrelevante de lo usual, supongo.
En La Niña de la Mina veremos las desventuras de un grupo de investigadores que se topan con una presencia extraña dentro de una mina en Guanajuato. Mateo (José Ángel Bichir) y Sara (Regina Blandón) son dos expertos geólogos contratados por una compañía minera para verificar la seguridad de una vieja mina donde, según dicen, han ocurrido una serie de extrañas desapariciones. Mientras la investigación avanza, Mateo y Sara serán testigo de inexplicables sucesos que los alentaran a descubrir el macabro pasado de la mina.
La película pasa un buen rato presentándonos a sus personajes principales y su relación entre ellos, lo cual indudablemente es para que el público logre encariñarse con ellos y así preocuparse cuando la situación se pone peligrosa, pero esta empatía, por lo menos de mi parte, nunca se alcanza. No se trata de que José Ángel Bichir sea un mal actor (un debate que no quiero iniciar porque no tengo cosas que hacer los próximos tres días), sino que su personaje está escrito de tal manera que en lugar de ser entrañable resulta molesto. El personaje Mateo se esfuerza descomunalmente en querernos convencer de que es un chico “cool”, contando anécdotas y chistes malos que inevitablemente causan pena ajena, por lo que hace muy difícil empatizar con él. El resto de los personajes cojean del mismo pie, no por sufrir de malas actuaciones sino de un guion trillado e insípido.
El ritmo de la cinta es bastante lento pero se ayuda de eso para crear una atmosfera que tiene mucho más con el misterio que con el terror. El filme poco a poco nos va dando los detalles de la historia y la leyenda de la mina, principalmente de manera anecdótica entre conversaciones entre los personajes, lo cual le da un sabor a leyenda urbana que ayuda a inyectarle cierto nivel de credibilidad, no con relación al realismo sino pintando la trama como una de esas historias de terror que uno podría escuchar en una reunión entre amigos o un artículo de internet amarillista.
Puede que las fallas de la cinta no sean demasiado grandes pero si son bastante constantes y demeritan muchísimo en la calidad del producto final. Todo está en los pequeños detalle, como personajes que solo aparecen en una ocasión y que supuestamente sirven para crear más intriga pero que a final de cuentas no aportan absolutamente nada a la historia, situaciones que se mencionan y se olvidan casi al instante y una banda sonora que trata desesperadamente por convencernos de que una escena es aterradora cuando en realidad no lo es.
Ya sé que piensan que La Niña de la Mina se gana mi odio por el simple hecho de ser una película mexicana, y aunque eso es parcialmente cierto, la verdad es que la cinta cuenta con suficientes ideas buenas como para destacar un poco en el decepcionante panorama del cine nacional, desafortunadamente la ejecución de esas ideas es bastante pobre, en ocasiones apresurada y descuidada, hundiendo así a la producción. Como película de terror La Niña de la Mina fracasa rotundamente más que nada porque, como ya dije, tiene más en común con una película de misterio que con una de terror y ese tal vez sea su crimen más grande, por lo menos en este género. Una película de terror que no da miedo puede considerarse como un fracaso, así de simple. Lo más triste de todo es que tal vez puliendo un poco sus puntos débiles el  filme pudo ser mejor, no un clásico pero definitivamente más relevante que el producto final. A final de cuentas La Niña de la Mina no es buena, pero tampoco es propiamente mala, se sienta en la incómoda posición de ser una buena idea mal ejecutada y con ello volviéndose completamente intrascendente.

La Niña de la Mina: 2/5. Meh.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Más Negro que la Noche (2014). Lo cual, al pensarlo, me hace retractarme. Lo peor de una película de terror no es que no te de miedo, es mucho peor que te de risa y ese es el caso de Más Negro que la Noche.
author image |octubre 19, 2016

 
¿Por qué me doy a la tarea de ir al cine y reseñar la mayor cantidad de películas posibles? Por los motivos más simples y válidos para hacer cualquier cosa: Porque me gusta hacerlo, porque no hace daño a nadie y básicamente porque se me da la gana. Ir al cine es un pasatiempo muy gratificante por si solo pero en ocasiones simplemente no es suficiente. Creo que nunca le he pedido nada a nadie referente a mis hobbies cinéfilos, pero en esta ocasión tan desesperada me atrevo a pedir algo a cambio de “mis servicios”. Lo único que quiero es un poco de reconocimiento, es más, ni siquiera eso, con un simple “gracias” me basta, un gracias sincero, alguien que me diga: “gracias por someterte a porquerías insultantes que provocan un suicidio masivo de neuronas junto con una inhumana y grotesca pérdida de tiempo al ver mierda que pretende ser una película”, como en el caso de Mentes Maestras.
En Mentes Maestras veremos a un grupo de supuestos comediantes insultar nuestra inteligencia durante una hora y media. David (Zach Galifianakis) trabaja para una compañía de camiones blindados que se encarga de manejar el dinero de cajeros automáticos. Atrapado en una vida de mediocridad, David es alentado por su amiga Kelly (Kristen Wiig) a robar una gran suma de dinero, crimen que el atolondrado David logra ejecutar a pesar de su enorme torpeza y con ello realizar uno de los robos bancarios más grandes en la historia de Estados Unidos.
Zach “ni a mentadas de madres puedo pronunciar bien su apellido”, mejor conocido como el gordito barbón de las películas ¿Qué pasó ayer? , puede ser muy gracioso, siempre y cuando haga pareja con alguien que ayude a contrastar su estilo de humor, lo cual no es el caso en Mentes Maestras. Todos los personajes, a pesar de contar con funciones diferentes dentro de la trama, son sacados del mismo molde, todos ellos compartiendo dos características: son idiotas y no saben socializar con el resto de la sociedad. Estas características pueden ser graciosas bajo las circunstancias correctas, pero cuando todos los personajes se comportan exactamente de la misma manera la comedia se siente repetitiva y pierde su gracia casi al instante. Si el ser un imbécil socialmente inepto fuese suficiente para ser un comediante, les aseguro que yo sería el cómico más grande del planeta.
La historia es sumamente interesante, sobre todo si tomamos en cuenta que, supuestamente, está basada en hechos reales, dándonos uno de esos casos donde la ficción es más extraña que la realidad, pero la premisa se ve malgastada con chistes repetitivos y predecibles que dan más pena ajena que risa. Lo más “rescatable” (y créanme que estoy utilizando esa palabra de manera muy generosa) es la comedia física, la cual si puede llegar a ser divertida al principio, pero que también llega a ser repetitiva y monótona, mostrándonos una y otra vez el hecho de que los personajes son torpes y estúpidos.
De ante mano una disculpa si esta reseña es más corta de lo normal, pero simplemente no quiero seguir hablando de Mentes Maestras. Como suele ser el caso en las peores películas, lo mejor de la cinta se muestra en su propio trailer, el cual debo aceptar que, aunque no era hilarante, sí pintaba a la película como algo medianamente divertido, pero ese no es el caso. A pesar de todo, Mentes Maestras cuenta con dos grandes logros: 1.- Aun cuando no esperaba nada de este filme, logró decepcionarme. 2.- Mentes Maestras me hizo tener una renovada fe en el futuro, un futuro brillante donde la humanidad ha sido erradicada completamente por algún desastre natural, guerra nuclear, invasión extraterrestre o por intervención divina, un hermoso destino donde ni el más pequeño vestigio de la existencia de esta película se pueda encontrar, un futuro donde la memoria de Mentes Maestras no es ni un lejano recuerdo, aunque eso se deba a que ya no exista una sola persona con vida para recordar.

Mentes Maestras: 0/5. Ofensivamente mala.
 
 
 
 
 
 
La peor película del año hasta el momento, lo cual me sorprende considerando algunas de las películas que han salido en el 2016.
author image |octubre 18, 2016


Dan Brown es un pony de un solo truco, crítica que puede sonar muy dura pero que hay que reconocer que le ha funcionado muy bien al autor, utilizando elementos que por sí solo pueden resultar bastante interesantes y que al unirlos bajo una misma obra nos da como resultado algo así como un álbum de “Los mejores Hits” que incluyen, pero no se limitan a: teorías de conspiración, simbología y crítica a organizaciones religiosas. La fórmula es repetitiva pero, al menos cuando hablamos de sus adaptaciones cinematográficas, sus historias son lo suficientemente interesantes como para darnos una película medianamente entretenida pero aquí, como en muchos otros lugares, parece que la tercera es la vencida y con Inferno es bastante evidente que a la formula le hace falta algo nuevo para no convertirse en una mala fotocopia de sí misma.
En Inferno nos volveremos a encontrar con Robert Langdon y su más reciente aventura. Robert Langdon (Tom  Hanks) despierta en hospital en Florencia con un grave caso de amnesia y antes de poder siquiera recordar cómo o porque se encuentra en Italia, Langdon es atacado por una misteriosa mujer. Con la ayuda de Sienna Brooks (Felicity Jones), una doctora del hospital, Langdon logra escapar de su atacante y junto con la doctora Brooks se embarcara en una peligrosa búsqueda para encontrar y evitar que un peligroso virus se libere y acabe con la mitad de la población humana del mundo.
El recurso de un personaje amnésico en una historia es un elemento bastante socorrido dentro de la ficción, uno que cuando se maneja de manera adecuada ayuda enormemente a crear una atmosfera de paranoia y misterio en la trama, y aunque esa es la misma intención que se tiene dentro de esta película, no es el resultado final en Inferno.  La pérdida de memoria por parte del personaje principal luce como una manera fácil de crear intriga en la trama, lo cual a su vez hace pensar que el filme no tiene suficiente confianza en su propia historia y necesita ayuda extra para crear tensión, con lo que si se logra dar algunos giros a la trama pero que la gran mayoría caen en lo ridículo cuando nos ponemos a pensar en ellos por más de tres segundos.
No creo que cuente como un spoiler, después de todo ya lo mencioné en la sinopsis y además es algo que se revela casi al inicio de la historia y que también se menciona en el propio trailer de la película: El hecho de que se nos revele tan tempranamente que lo que se busca es un virus parece como una oportunidad malgastada. Tal vez es solo idea mía, pero creo que sería mucho más interesante el desconocer que es los personajes buscan, dándonos solo pequeños guiños a su objetivo final con lo cual la revelación de un virus mortal sería mucho más emocionante. Lo que sí cuenta como spoiler es lo siguiente: El villano del filme, quien crea el poderoso virus Inferno tiene toda la intención de liberarlo y acabar con gran parte de la población mundial. Si me permiten preguntar: ¿Si ya tiene todo preparado para su plan, por qué no simplemente lo ejecuta y ya? En lugar de ello deja un montón de cripticas pistas que sirven tanto para encontrar el virus y ejecutar su plan como para también encontrarlo y evitar su propagación. Esto me resulta simplemente ridículo (fin de los spoilers).
Aunque no es un problema exclusivo de esta producción, la forma en que se filman la gran mayoría de escenas de acción es bastante caótica, con muchos acercamientos por parte de la cámara, un movimiento constante y una edición que hace difícil discernir que es lo que está ocurriendo en pantalla. Llámenme anticuado pero para mí una escena de acción es mucho más emocionante cuando puedo distinguir quien está haciendo qué.
No puedo considerar a Inferno como una mala película ya que es lo suficientemente competente para darnos ratos medianamente entretenidos por momentos, pero no deja de ser la más débil entrega en una trilogía que ha hecho básicamente lo mismo en ocasiones pasada y de mucho mejor y más divertida manera. Al final la película se siente como ver a alguien ver resolver un crucigrama, OJO, no resolver un crucigrama, ver a alguien más hacerlo, lo cual no es mi idea de una experiencia agradable. Recomendaría ver Inferno sólo a aquellos que sean fans de las aventuras de Robert Langdon, aunque también debo reconocer que yo no me cuento en este grupo.

Inferno: 2/5. Meh.
Mejor que: La Leyenda del Tesoro Perdido: El Libro de los Secretos (2007)
No tan buena como: El Código Da Vinci (2006), Ángeles y Demonios (2009), Los Ríos de Color Purpura (2000).
author image |octubre 13, 2016

 
Aunque no fue la primera película en utilizar el método que hoy conocemos como “found footge”, El Proyecto de la Bruja de Blair fue el film que se encargó de popularizar esta técnica en el cine, algo que los grandes estudios se encargaron de imitar sin tomar en cuenta lo que hace tan efectivo este método de narración cinematográfica. Aunque este método se ha sobreexplotado para mi gusto, eso no significa que ya todo este dicho y hecho utilizando esta herramienta narrativa, pero desafortunadamente, y por qué creo que hay una ley en el cine que dice que no pueden pasar más de dos semanas sin que se estrene una película que sea una secuela o reboot,  tenemos La Bruja de Blair, que trata de colgarse de la fama de la primera cinta y aunque si presenta algunas ideas nuevas, no deja de ser la versión descafeinada de la película original.
En La Bruja de Blair veremos los aterradores eventos que aquejan a un grupo de jóvenes en un misterioso bosque. James (James Allen McCune) encuentra un video en internet que parece ser una pista sobre su desaparecida hermana Heather, por lo que decide ir a investigar al bosque. Junto con un pequeño grupo de amigos y un par de guías locales, James se adentra al bosque donde según las leyendas ocurren todo tipo de extraños sucesos. Cuando una presencia misteriosa empieza a acechar a los jóvenes, James deberá decidir que es más importante para él, su propia seguridad y la de sus amigos o encontrar a su hermana perdida.
Sé que siempre abogo por juzgar un filme mediante sus propios méritos, pero en este caso me es imposible describir las fallas de La Bruja de Blair sin compararla con la versión original. Una de las razones de que El Proyecto de la Bruja de Blair se convirtió en una película tan influyente es sin duda cierto nivel de ingenuidad que es imposible de recrear  en la actualidad; el trabajo de mercadotecnia alrededor de El Proyecto de la Bruja de Blair fue crucial, con una de las primeras campañas virales que eran verdaderamente innovadoras para la época, ya que se nos vendía la idea de que la película se trataba verdaderamente de una cinta encontrada en el bosque, ilusión que cobraba cierto nivel de veracidad mediante actores completamente desconocidos, un trabajo de cámara prácticamente amateur y una historia bastante simple que le daban cierto sabor a leyenda urbana. La Bruja de Blair sabe que todos estos elementos son prácticamente imposibles de replicar hoy en día, por lo que toma la sabia decisión de ni siquiera intentar retomar estos elementos, desafortunadamente, son precisamente estos toques los que distinguían al filme original del resto de películas de terror de la época y sin ellos La Bruja de Blair se convierte simplemente en “una película más del montón”.
Aunque la historia es una secuela directa del primer filme, no es necesario ver la primera película para poder seguir el hilo de la historia, de hecho me atrevo a decir que esta secuela funciona mejor si no se ha visto el filme original, ya que la historia recorre prácticamente los mismos pasos que dio la primera película. Esto no significa que La Bruja de Blair no tenga nada nuevo que aportar, por ejemplo, el manejo de cierta distorsión en el tiempo, ayuda a mantener la atmosfera sobrenatural de la trama, lo cual también crea otro gran problema. La película original jugaba con las expectativas del público, creando cierta noción de paranoia tanto en los personajes como en el espectador ¿Los protagonistas en verdad están siendo perseguidos por una creatura sobrenatural, o todo es parte de su activa imaginación y la desesperación de verse perdidos en medio de la nada? Este sentimiento de incertidumbre es tocado levemente en La Bruja de Blair, pero rápidamente se ve descartado y olvidado al dejarnos ver que sí, que los personajes en verdad son presas de un ser sobrenatural, con lo cual, y perdón por sonar como disco rayado, hace que la magia creada por la versión original se pierda prácticamente por completo.
Prácticamente lo acabo de decir pero lo voy a repetir: La Bruja de Blair es solo una película de terror más en el montón que existen en este género, pero eso no la convierte automáticamente en algo malo. La atmosfera que logra crear puede ser verdaderamente aterradora en momentos y aunque el último acto del filme es poco más que un recorrido guiado por una casa embrujada de feria, la verdad es que es un paseo efectivo y entretenido, dándonos uno que otro susto que vale la pena. Tal vez estoy siendo cegado por la nostalgia, pero El Proyecto de la Bruja de Blair obtuvo un lugar tan específico y único en la historia del cine que me resulta incluso contraproducente querer recrear la fórmula de su éxito, y esta secuela intenta hacer precisamente eso con escasa o nula efectividad. La película puede ser entretenida pero fuera de su conexión con su “hermana mayor” no hay nada que la distinga del resto. No es ningún desastre ni mucho menos, que eso quede claro, de hecho debo aceptar que me resultó bastante entretenida, pero también tengo que decir que me quedo con la versión original cualquier día de la semana, pero ese solo soy yo tratando desesperadamente de aferrarme al pasado.

La Bruja de Blair: 2/5. Meh.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: El Libro de las Sombras: El Proyecto de la Bruja de Blair 2 (2000).
No tan buena como: El Proyecto de la Bruja de Blair (1999), La Bruja (2016).
author image |octubre 11, 2016
 
 
No me da miedo hablar sobre casi cualquier cosa, aun cuando no tenga ni la más mínima idea sobre el tema, con una pequeña gran excepción: Feminismo (TUN TUN TUUUUUUN). Este escabroso tema se escapa de mí muy reducida capacidad intelectual, ya que me es imposible entender este movimiento: Si eres atento eres un opresor que piensa que las mujeres necesitan ayuda para todo, si no eres atento eres un maleducado, si pagas la cuenta eres un cerdo que piensa que la mujer no puede obtener su propio dinero, si no te ofreces a pagar la cuenta eres una persona patética y avara. Para mí hablar de feminismo es una batalla que automáticamente voy a perder sin importar de lo que haga, lo cual es suficiente incentivo para estar tan alejado del tema como me sea humanamente posible, es por esto que nunca había tenido tantas reservas al entrar al cine, ya que a primera vista Treintona, Soltera y Fantástica parece una de esas “chick flick” que apelan al empoderamiento femenino y que neandertales descerebrados como yo somos incapaces de entender, a esto súmenle que se trata de una película mexicana  (ya conocen mi inmensurable odio por estas producciones), por lo que estaba listo para pasar un muy mal rato y pedir a gritos el acogedor y frio abrazo de la muerte. Por fortuna y para el alivio de mi podrida alma, la película no fue la tortura que pensé que sería.
En Treintona, Soltera y Fantástica veremos la odisea de una mujer y su recién adquirida soltería. Inés (Bárbara Mori) acaba de salir de una relación que se encontraba totalmente estancada y busca la manera de dar un nuevo curso a su vida, lo cual es mucho más difícil de lo que se imagina. Entre el trabajo, decepciones amorosas, amistades que poco a poco se van, un reloj biológico que no se detiene y un foco que necesita cambiarse, Inés tendrá que hacer malabares para poner su vida en orden.
Tengo que decirlo, la comedia romántica es el género más trillado y aburrido en el cine ya que, si he de describir este tipo de películas en sola palabra, esa sería “predecible”. Treintona, Soltera y Fantástica  se aproxima al género de manera interesante ya que, en lugar de echarse un clavado al mar de clichés que agobian a la comedia romántica, el filme prefiere sentarse en la playa y dejar que estos estereotipos solo le mojen los pies. No estoy diciendo que el filme evite todo cliché posible, pero es lo suficientemente competente para no basar por completo su humor en estos detalles.
Y ya que estamos hablando de humor, debo decir que para mi gusto no es muy bueno que digamos. Puede que las situaciones que se presentan no sean totalmente hilarantes pero por lo menos puedo respetar el hecho de que cada broma se trate de dar naturalmente, evitando así forzar cada situación o utilizar humor barato, cosas que son casi una característica obligada en las supuestas “comedias” del cine mexicano. Lo que sea e cada quien, la cinta no logro me hizo reír pero si esbozar una sonrisa de vez en cuando, algo que es más de lo que puedo decir de otras películas en lo que va del año.
No estoy muy seguro de cual sea la intención final de Treintona, Soltera y Fantástica, ya que, aunque si presenta su visión de “poder femenino”, no pretende tener todas las respuestas, algo que me pareció extremadamente agradable. Sí, la protagonista es una mujer fuerte e independiente pero eso no la convierte en alguien perfecto. Inés  tiene que lidiar con todas las facetas de su vida y en más de una ocasión se ve agobiada por ello, llegando incluso a momentos en que ni ella misma sabe lo que quiere, algo que pienso cualquier persona puede entender en algún momento sin importar edad o sexo. Esto no se trata de que género sea superior o inferior al otro, la historia nos habla de la aparentemente sencilla vida cotidiana y los problemas que se presentan en ella, específicamente cuando ya se lleva en ella por lo menos tres décadas.
Lo mejor que puedo decir sobre el filme es que a pesar de no soy ni de cerca el público objetivo que intenta alcanzar, la película logró mantener mi interés en todo momento. Todavía queda una pregunta que tal vez algunos tengan en mente: ¿La cinta es propaganda feminista? En realidad no, o por lo menos es tan buena en esconder esa agenda que ni yo me di cuenta de sus negras intenciones ¿La película es suficientemente buena para convertirme a la secta feminazi? No realmente, pero eso se debe principalmente a que soy un cerdo misógino retrograda y machista que utiliza términos como “secta” y “feminazi” sin ninguna ironía cuando cree que es adecuado hacerlo. Aunque no es precisamente una joya, por lo menos puedo decir que Treintona, Soltera y Fantástica logra despejarse de la mediocridad acostumbrada en mi mortal y odiado enemigo conocido como cine mexicano.
Bien. Ahora a esperar que salga una película con la que si me pueda identificar al 100%. Imagino que se va a llamar Treintón, Solitario y Muerto por Dentro.

Treintona, Soltera y Fantástica: 3/5. Buena.

 

author image |octubre 11, 2016

 
Nada de introducciones mamonas, hoy vamos directo al punto: Kubo y la Búsqueda del Samurái es mi película favorita del 2016, la única razón por la que no la considero lo mejor del año es que aún nos quedan poco más de dos meses para que termine el 2016 y de todas formas veo difícil que algo pueda superar a Kubo. Si confían en mí, simplemente vayan al cine en este momento, no sé preocupen, yo aquí los espero…
¿Listo? Ok, entonces ahora sí, ahí va la reseña.

En Kubo y la Búsqueda del Samurái veremos las aventuras de un niño en busca de tres objetos mágicos que le ayudaran a protegerse de un peligroso enemigo. Kubo es un pequeño niño que tiene un poder muy inusual: crear y controlar todo tipo de figuras de papel mediante su shamisen (instrumento musical japonés), talento que utiliza para contar historias en una aldea y así ganarse el sustento para él y su madre enferma. Una noche Kubo se topa con dos extrañas y tenebrosas figuras que dicen ser sus familiares quienes lo atacan al instante, por suerte la madre de Kubo aparece en el último segundo para protegerlo y al mismo tiempo le ordena que vaya en busca de los tres objetos mágicos que pertenecían a su padre. Sin tener ninguna otra opción, Kubo se embarca en la aventura más grande de su vida.
Hay cosas que son simplemente innegables en esta vida: Todo lo que sube tiene que viajar, el agua moja, la pizza es el mejor invento en la historia de la humanidad y las películas del estudio Laika son hermosas. No estoy exagerando. Tal vez no todas las películas del estudio pueden considerarse buenas en cuanto a su historia (personalmente sigo decepcionado por Los Boxtrolls) pero lo que tienen en común es una animación de stop motion  es simplemente bella, con una especial atención hasta en el más pequeño e insignificante detalle, algo que si sumamos que este tipo de animación es extraordinariamente demandante y complicado, sólo hace que mi admiración por la producción crezca aún más. Perdón si me escucho más pedante de lo usual, pero el trabajo del estudio Laika es verdadero arte y no jaladas.
Puede que sea demasiado obvio decirlo, pero es mejor irse a la segura y aclarar que la trama es influenciada fuertemente por el folklor japonés, y no me refiero solamente a la cuestión geográfica en la que se desarrolla la historia. Hasta donde sé, la película no está basada en ninguna historia o cuento de hadas nipón en particular, pero tanto sus personajes como la estructura del relato bien podrían pasar por un cuento clásico del país del sol naciente. Esto incluye también un desenlace que tal vez parezca un poco fuera de lugar pero, de acuerdo con la estética de un cuento japonés, resulta bastante adecuado. Siguiendo con el final de la película (no se preocupen, no pienso arruinarlo), el filme toma una decisión bastante atrevida, algo que me preocupo en un principio ya que últimamente he tenido la mala experiencia de ver finales poco convencionales que terminan echando por la borda su propia originalidad y eligen una opción más convencional, por suerte, y de forma que solo me hace amar aún más esta cinta, la historia no teme mantener su curso a un final que nos deja con un sabor agridulce.
Otro detalle que simplemente me encantó y que es completa, total e inequívocamente gusto personal es el trabajo de doblaje, que es mucho mejor de lo que usualmente estoy acostumbrado. Aunque todo el reparto hace un trabajo muy bueno, debo aplaudir específicamente el papel de Cecilia Suárez, quien da vida a su personaje con una muy buena actuación. Si me permiten divagar un poco, muchos creen que el trabajo de doblaje es simplemente sentarse a leer líneas frente a un micrófono y ya (si lo sabré yo, eso es lo único que hago), pero el doblaje es mucho más complejo que eso, ya que no deja de ser actuación que se basa solamente en el trabajo de las cuerdas vocales, lo que es mucho más complicado de lo que suena. Suárez logra inyectar una gran gama de emociones a su personaje, dándonos una de las mejores actuaciones vocales que he escuchado en un buen tiempo.
Tal vez estoy siendo demasiado vago con mis descripciones, pero déjenme asegurarles que esto es intencional de mi parte, ya que entre menos sepan sobre la producción, más agradables serán las sorpresas que se encuentren en ella. Animación espectacular, una banda sonora hermosa que se mezcla a la perfección con la narrativa, doblaje más que competente y una historia con un distintivo sabor clásico, todo envuelto en un bello filme, simplemente grandioso. Me cuesta mucho trabajo encontrar alguna falla, pero si he de hacerlo (y créanme que lo hago muy, muy a la fuerza), tendría que decir que uno de los personajes es más molesto que gracioso, pero eso ya es estar buscándole tres pies al gato. Si solo van a ver una película en el cine durante todo el año… diría que tienen que salir más seguido, pero si sólo pueden ir una vez, asegúrense de ver Kubo y la Búsqueda del Samurái. Personalmente no creo que exista algo que se pueda llamar “la película perfecta” pero Kubo definitivamente está muy cerca de alcanzar ese título.

Kubo y la Búsqueda del Samurái: 5/5. ¡¡¡Excelente!!!
 
 
 
 
 
 
 
Simplemente la mejor película del estudio Laika hasta la fecha, y tomando en cuenta su trayectoria, eso es muy, MUY impresionante.
author image |octubre 09, 2016

 
Soy un gran fan de la animación para adultos desde hace mucho, y no, no me refiero al hentai (no solamente por lo menos). En un inicio mi gusto era, por llamarlo de alguna manera, “superficial”; sencillamente me era muy gracioso ver caricaturas que decían groserías o que hacían todo tipo de cosas “irreverentes”, cosas que normalmente un personaje de animación no hacía. Con el paso del tiempo mi gusto se mantuvo pero la razón para ello cambio un poco. Bajo las circunstancias correctas siempre me hará reír ver a una caricatura maldecir cual marinero, pero también es cierto que muchas de estas producciones se pueden reflejar una crítica social bastante fuerte  sin llegar a extremos moralistas insufribles, aspecto que me resulta mucho más interesante en estos días; estos dos elementos los podemos ver en un agradable balance en La Fiesta de las Salchichas, que podría describir como 50% crítica mordaz y 50% bromas de penes.
En La Fiesta de las Salchichas veremos las aventuras de un grupo de alimentos antropomórficos en búsqueda de la aterradora verdad respecto a sus vidas. En el supermercado todo tipo de alimentos conviven en armonía, esperando pacientemente ser elegidos por los clientes del establecimiento y ser llevados más allá de las puertas del mercado donde, según dicen, todos los alimentos disfrutan de una placentera vida eterna. Cuando un traumatizado frasco de mostaza regresa del llamado “más allá”, cuenta su aterradora experiencia y lo que en realidad sucede cuando la comida llega a una casa. Si saber en que creer, Frank, una salchicha, se embarcara en una aventura para descubrir la verdad.
No es que yo sepa algo sobre el tema ni mucho menos, es mera y pura especulación de mi parte (esa es mi historia y me apegare a ella) pero puedo imaginar que al enterarse la premisa de la película uno podría pensar que está escuchando la conversación de dos amigos bajo la influencia de *ejem* “sustancias recreativas”. “Wey… wey… te imaginas… si… si la comida tuviera conciencia y que no supieran que están destinados a ser devorados por nosotros”  “Jajaja, no mames pinche wey mal viajado. Déjate de jaladas y pásame la pizza, ya me empezó a pegar el monchis”. Puede que la premisa sea tonta, pero esa es precisamente la intención, además de ser un excelente punto de partida para darnos una parodia de cintas animadas de Pixar o DreamWorks.
La película muestra una fuerte  crítica a la religión, algo que hace con la misma sutileza de un maniático con un hacha, pero que al mismo tiempo no trata de ser moralista ni mucho menos, aunque si es bastante visible su punto de vista en cuanto al controversial tema. La crítica se mezcla perfectamente con la comedia del filme y sus personajes que, al ser comida, deben mantenerse siempre frescos y puros para poder ser elegidos por “los dioses”, lo cual los hace tratar de suprimir sus instintos pasionales a pesar de que a fin de cuentas lo único que quieren es coger.
El humor es bastante “juvenil”, por decirlo de alguna manera. La comedia es un solo chiste que se repite constantemente y que tiene que ver con sexo y estereotipos políticamente incorrectos, No existe etnia o grupo religioso que no resulte parodiado en la cinta, algo que tal vez resulte ofensivo para la mayoría pero esa es exactamente la intención del filme. Yo opino que dentro de la comedia o todo es sagrado o nada lo es y La Fiesta de las Salchicha opta por la segunda opción. Y siguiendo por la ruta de la comedia, lamento mucho ser “ese tipo” pero la verdad es que mucho del juego de palabras se pierde a la hora de doblar o subtitular la película. No estoy tratando de ser único y diferente, lo que digo es que cosas como chistes sobre comida alemana queriendo exterminar a los jugos solo cobra sentido en el idioma original.
La Fiesta de las Salchichas es mucho mejor de lo que su marihuanesca historia podría hacernos pensar. La película no intenta ser un tratado filosófico serio sobre religión ni nada por el estilo, pero si se da a la tarea de tomar el quisquilloso y delicado tema, envolverlo en chistes sobre comida calenturienta y promiscua, haciendo a un lado la supuesta solemnidad  que se podría esperar del tema, con ello volviéndolo mucho más mundano y, en mi opinión, también más accesible. La verdad es que la película es muy disfrutable pero para ser sincero la razón por la que no me pareció tan innovadora es que este tipo de producciones tienen una trayectoria mucho más amplia en la televisión, por lo que muchas de las “novedades” de La Fiesta de la Salchichas no son tan frescas en realidad. Otro punto en contra es la animación que, aunque no se pude considerar mala, no deja de ser de la calidad mínima que se podría esperar en una producción para cine, pero por suerte el humor es lo suficientemente bueno como para poder pasar por alto ese pequeño gran detalle. La película vale la pena, pero por el amor de Dios, no repitan lo que paso con Ted ya que, si todo lo anterior no lo fue suficientemente claro, aunque la película se de animación definitivamente no es para niños.

La Fiesta de las Salchichas: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Ted (2012), Aqua Teen Hunger Force Colon Movie Film for Theaters (2007).
No tan buena como: Deadpool (2016), South Park Bigger, Larger & Uncut (1999), Fritz the Cat (1972).
author image |octubre 05, 2016

 
La opinión impopular del día: Tim Burton es un director que se ha dado el lujo de dormirse en sus laureles. Burton es alguien que se ha dedicado a establecer una estética muy propia, un sello característico que logra estampar en casi todas sus películas, lo cual por un lado es admirable ya que no todo cineasta logra encontrar una identidad tan inmediatamente reconocible PERO esto mismo provoca que, no en todas pero si en muchas ocasiones, sus filmes sufran un poco por esa iconografía tan marcada y terminen sintiéndose muy similares unas a otras (por lo menos en la estética visual). A pesar de ello y aunque Burton no es santo de mi devoción últimamente, debo reconocer que el tipo es muy talentoso, la muestra más reciente de ello es Miss Peregrine y los Niños Peculiares, película que probablemente en manos de otro director caería en una crisis de identidad.
En Miss Peregrine y los Niños Peculiares, veremos las aventuras de un muchacho y sus poco comunes amigos. Tras la misteriosa muerte de su abuelo, Jacob Portman (Asa Butterfield) va a visitar una casa hogar para niños de la cual su abuelo solía hablar. Al llegar a la casa hogar, Jacob descubre que los niños del lugar cuentan con habilidades fantásticas y que a la gente con este tipo de poderes se le llama “peculiares”, todos ellos bajo la tutela de Miss Peregrine (Eva Green). Cuando una serie de peligrosos monstruos amenaza a los niños, Jacob deberá hacer todo lo posible por proteger a sus nuevos amigos.
Receta para cocinar una deliciosa Miss Peregrine y los Niños Peculiares: 1 taza de Harry Potter, 3 litros de X-Men, 500 gr de Merry Poppins , 1 cucharada de Coraline y 1 pizca de Slender Man. Poner todos los ingredientes en una película y mezclarlos entre si lo suficiente como para evitar demandas por derechos de autor. Agregar excentricidad visual al gusto de Tim Burton. Sírvase en una sala de cine amplia.
Haciendo a un lado la hipérbole (que por lo menos en mi mente resulta divertida), la película si toma “inspiración” de muchas otras fuentes, es por ello que en un principio dije que en otras manos menos capaces la cinta tendría un serio caso de personalidades múltiples. Esta extraña combinación de ideas se alojan armoniosamente bajo la visión del director que, si bien no convierte el material en algo completamente nuevo, por lo menos logra evitar que la cinta se vuelva una mala copia de las fuentes originales de las que toma sus ideas, además de crear un espectáculo visual bastante interesante.
La mescolanza de historias sorprendentemente funciona bastante bien la mayor parte del tiempo, con la pequeña gran excepción del último acto, donde la trama se complica de manera casi incomprensible y que al hacerlo nos deja ver claramente los muchos huecos en la trama, lo cual, para ser justos, se debe en gran parte a un elemento de viajes en el tiempo que siempre resulta un recurso difícil de manejar cuando no se utiliza correctamente.
A pesar de apoyarse tan fuertemente en otras obras, la cinta se da el lujo de tomar algunas decisiones bastante arriesgadas. Sin llegar a spoilers, debo decir que los antagonistas de la historia son bastante intimidantes, sobre todo para una película supuestamente familiar, y aunque no se muestra nada demasiado gráfico, el filme nos da unas cuantas escenas que pueden resultar un tanto perturbadoras. No creo exagerar al decir que estas escenas podrían provocar pesadillas en más de un niño (y uno que otro adulto), ya que logra hacer algo que incluso una película de terror no se atrevería a hacer.
Aunque me cueste trabajo admitirlo, Tim Burton sabe lo que hace y con Miss Peregrine y los Niños Peculiares demuestra que todavía es capaz de darnos películas interesantes y entretenidas cuando se le da la gana. Una historia bien llevada que se tropieza al llegar a la meta pero cuyo contratiempo resulta ser solo un tropiezo momentáneo y no un descalabro fatal. Aún está por verse si alguna vez volveremos al mundo de Miss Peregrine (la película está basada en una trilogía de libros), pero aun si esta es la última visita, el viaje resulta bastante entretenido.

Miss Peregrine y los Niños Peculiares: 3/5.Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Alicia en el País de la Maravillas (2010), X-Men Apocalipsis (2016), Una Serie de Eventos Desafortunados (2004), Percy Jackson y el Ladron del Rayo (2010).
No tan buena como: Harry Potter y el Prisionero de Azcaban (2004), X-Men Primera Generación (2011), Coraline (2009)
author image |octubre 04, 2016

 
La leyenda “Basada en hechos reales” en ocasiones se utiliza con tanta ligereza que pierde cualquier valor que pudiese tener, sobre todo en películas de horror, por lo que a veces esa frase resulta  difícil tomarla en serio. Por otro lado tenemos películas como Horizonte Profundo, que si bien no dejan de ser una dramatización de eventos reales, se toman el tiempo necesario para ilustrar con seriedad la severidad en desastres de la vida real desde una perspectiva muy diferente a la que podría tomar un documental.
En Horizonte Profundo veremos una dramatización de lo que se considera el peor desastre petrolero en la historia. Mike Williams (Mark Wahlberg) es un trabajador dentro de la plataforma petrolera Horizonte Profundo que, junto con otros tantos empleados, se ve atrapado en la plataforma tras un grave accidente. Mike, junto con el resto de la tripulación, deberá hacer todo lo posible por sobrevivir a uno de los desastres más aparatosos de la historia moderna.
Un gran acierto en Horizonte Profundo es que durante su primera mitad hace todo lo posible por mostrarnos un día de trabajo normal dentro de una plataforma petrolera y al hacerlo nos recuerda que las personas que trabajan en este tipo de lugares no dejan de ser seres humanos. Puede que suene demasiado obvio y un tanto cruel, pero en ocasiones al escuchar reportes y cifras alrededor de un desastre como este se puede olvidar que no hablamos solamente de números y estadísticas sino de vidas humanas. Los personajes en Horizonte Profundo no son grandes héroes míticos con súper poderes ni nada parecido, son seres humanos envueltos en una muy peligrosa y traumática situación, personas con familias, pasatiempos y sueños cuyas vidas están en gran peligro.
Otro punto a favor de la cinta es que se da su tiempo para explicar al público el cómo y por qué de la catástrofe. Debo admitir que si no fuese por una sencilla pero bastante adecuada demostración que se hace al inicio de la película, más adelante me sería muy difícil entender la situación ya que se utiliza mucho lenguaje técnico que, si bien el contexto en que se presenta ayuda a su interpretación, no deja de ser un lenguaje difícil de entender. Lo que trato de decir es que el filme se da su tiempo para explicarnos la situación con peras y manzanas, o en este caso popotes y latas de refresco.
Con frecuencia me quejo de la sobreexplotación de efectos especiales en el cine, pero debo aceptar que Horizonte Profundo no sería tan envolvente si no se contase con unos muy buenos efectos visuales. Los efectos especiales se utilizan para ilustrar de manera detallada lo precario y aparatoso de la situación, envolviendo aún más al espectador y dándole una muestra del peligro al que se enfrentan los personajes en prácticamente todo momento.
Tal vez solo sea idea mía, pero las películas basadas en hechos reales tienen cierta ventaja sobre documentales basados en el mismo hecho. No estoy diciendo que una dramatización sea más valida que una documentación, eso sería comparar manzanas con naranjas, después de todo ambos formatos tienen un objetivo diferente, lo que digo es que una dramatización, cuando se hace de manera adecuada, puede ser mucho más envolvente para un espectador de lo que podría ser un documental y Horizonte Profundo es un ejemplo de esto. Vale la pena ver esta película, sobre todo en la pantalla grande ya que de esta manera la experiencia es aún más envolvente para el público.

Horizonte Profundo: 4/5. Muy buena.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: La Última Ola (2015), La Horas Contadas (2016)
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