Se tenga
buena o mala memoria, hay un día que es imposible de olvidar: El día de las
madres. No lo digo solamente por ser el día elegido para festejar a nuestras
madres y demostrarles nuestro cariño, sino porque realmente es una fecha
sumamente comercializada que se queda grabada en nuestra mente colectiva. Y no,
no se preocupen, no voy a empezar a dar un discurso sobre la comercialización de
la figura materna ni nada por el estilo… pero no se me ocurrió ningún otro modo
de introducir la película Día de las
Madres, cuyo único motivo para existir es precisamente la explotación comercial
del día de las madres.
En Día de las Madres veremos varias
historias enfocadas en un grupo de mujeres y como cada una de ellas enfrenta su
faceta maternal en su vida. Me gustaría poder darles más detalles, pero esta película
tiene tantas historias entrelazadas que si me pongo a describir cada una
estaremos aquí todo el día.
Entiendo
porque el formato de esta película es más similar a una antología de varias
historias en lugar de enfocarse en una sola y la razón es que ninguno de estos
relatos es lo suficientemente interesante como para soportar el peso de una producción
cinematográfica por sí solo. La película se siente como varios capítulos de una
misma serie de televisión que se han editado torpemente intentando crear una
sola narrativa.
Aunque la película
trata de darnos más de un momento emotivo, el tono del film nunca deja de ser
jovial, con un humor blanco tan inofensivo que parece sacado de un programa
para niños. Incluso cuando la cinta trata de usar un humor más subido de tono
se queda corta, dejando una sensación infantiloide en el uso de su humor, lo
cual es más o menos comprensible si tomamos en cuenta que su tema principal no
deja de ser la celebración del día de las madres.
La mayor
gracia que encontré en toda la cinta fue la historia del personaje
protagonizado por Jennifer Aniston, ya que cuenta la crisis existencial de una
mujer divorciada que descubre que su ex-esposo se ha casado con una mujer más
joven y bella, lo cual, si tomamos en cuenta la vida real de la Aniston… Solo
digo que no me sorprendería que mucho del guion estuviese basado en hechos
reales, o por lo menos que haya sido una posición incómoda para Jennifer
Aniston.
Ya lo dije
al principio, el único motivo porque existe Día
de las Madres (la película) es precisamente para intentar ganar algo de ese
dinero que gastamos el día de las madres (la fecha). Puede que no sea nada sutil
en el intento, pero por lo menos no podemos culpar a la cinta de publicidad
engañosa. Lo único que quiere brindarnos la película es una comedia ligera
sumamente simple e inofensiva a la cual podamos llevar a nuestras mamás y eso
es precisamente lo que nos da. No creo que se convierta en un clásico que
veamos cada año, ya que la película termina siendo completamente olvidable,
pero Día de las Madres termina siendo
completamente inofensiva. Eso sí, la única manera de ver esta película es con sus
madres (sin albur), ya que de lo contrario es una completa pérdida de tiempo.
Día de las
Madres: 2/5. Meh.
Aquí es
donde me pondría a comparar este film con otros, pero eso resulta difícil si
tomamos en cuenta que la película es poco más que una tarjeta de felicitación que
dura dos horas.
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