Si les
dijera que La Crucifixión es una de
tantas películas de terror sobre exorcismos que no presenta absolutamente nada
nuevo eso sería suficiente… pero me gusta fingir que soy un poquito más profesional
que eso, así que intentaré explicar por qué la película me pareció tan mala.
En La Crucifixión veremos a una reportera
investigando un caso de posesión demoniaca. Nicole Rawlins (Sophie Cookson) es una
periodista que viaja a Rumania para investigar el caso de un sacerdote acusado
de un crimen. Mientras que las autoridades presentan el caso como el asesinato
de una monja, el sacerdote dice que la muerte se debió a un exorcismo fallido.
Mientras la investigación avanza, Nicole se verá expuesta a una peligrosa
fuerza sobrenatural que pondrá su alma en peligro.
La lección que
le enseñan a cualquier estudiante de cine que es tan básica que hasta yo, que mis
conocimientos técnicos sobre la materia son prácticamente nulos entiendo:
Mostrar es más importante que decir, regla que La Crucifixión rompe cada tres segundos. La estructura es más o menos
así: El personaje principal va manejando
por la carretera y hablando por teléfono con su editor diciéndole que es lo que
va a hacer; siguiente escena la protagonista hace justamente lo que dijo que haría
en la escena anterior; corte a la protagonista hablando por teléfono otra vez,
explicando lo que acaba de hacer y lo que va a hacer a continuación; corte al
personaje haciendo justamente lo que dijo que haría. Repetir el proceso hasta
el cansancio. Esto es tan aburrido como suena.
El único truco
que tiene la película bajo la manga es el siempre socorrido “jump scare”, el
cual a estas alturas me parece más molesto que aterrador. Todos estos “sustos”
se ven venir a kilómetros de distancia. Cuando vemos el personaje en pantalla
mirando por una ventana y en la misma ventana se deja un gran espacio vacío, ya
sabemos que es porque algo va a aparecer en dicho espacio y prácticamente gritar
“Boo”, acompañado de un fuerte sonido de la banda sonora. Esto puede hacerte
saltar de tu asiento, pero eso es por la sorpresa, no porque sea algo
verdaderamente “aterrador”.
Otro
problema de la producción es el casting. Sophie Cookson no es ni la mejor ni la
peor actriz que haya visto, y su actuación puede no ser sobresaliente pero es
adecuada para esta película, mi problema con la actriz es que su personaje no
le sienta bien. Se supone que el personaje de Nicole es una intrépida reportera
con años de experiencia, pero la actriz se ve demasiado joven como para que
esto sea creíble. Suena demasiado tonto ¿No? Que una actriz sea joven y bella
no debería ser un problema, pero en este caso esas cualidades le restan credibilidad
al papel, por lo menos en mi opinión.
Lo he dicho
antes y lo seguiré diciendo: Cuando ya has visto una película de terror sobre posiciones
demoniacas, ya las has visto todas, o por lo menos eso es lo que me hace pensar
La Crucifixión. La película tiene
algunos momento buenos, donde la atmosfera lúgubre logra crear una verdadero
sentimiento de miedo, pero esos momentos son muy breves y casi siempre se ven
interrumpidos por algo ridículo, usualmente en la forma de un efecto especial
no muy bien logrado. A pesar de que tiene algunas buenas ideas, La Crucifixión es demasiado repetitiva y
aburrida, y el hecho de que no presente nada nuevo tampoco le ayuda mucho que
digamos. Una película de terror más del montón. Puede que sea completamente
inofensiva, pero hay tantas mejores películas en este género que hacen imposible
recomendar ver La Crucifixión.
La Crucifixión:
1/5. Mala.
Mejor que: Verdad
o Reto (2018), Demonio de Medianoche (2016)
No tan buena
como: La Maldición de la Casa Winchester (2018), Un Lugar En Silencio (2018).
Comentarios