Para ser
alguien que siempre se está quejando de la falta de originalidad en el cine, me
es difícil reconocer que yo tampoco soy una persona muy creativa que digamos,
esto lo digo porque a la hora de hablar sobre Gnomos Al Ataque, tengo que repetir la misma cantaleta que he dicho
muchas veces antes y que muy probablemente seguiré diciendo en el futuro: “Esta
película es una producción infantil inofensiva que solo podrá entretener a un
público de corta edad”
En Gnomos Al Ataque veremos las aventuras
de una niña que se ve en medio de una guerra entre las diminutas fuerzas del
bien y el mal. Chloe acaba de mudarse a una vieja y lúgubre casa junto a su
madre, quien constantemente debe salir de viaje por cuestiones de trabajo,
dejando a Chloe por su cuenta en la casa. Al poco tiempo de vivir en su nuevo
hogar, Chloe descubre que la casa no está del todo sola, ya que dentro de ella
viven unos pequeños gnomos que tienen la tarea de pelear contra los Troggs,
pequeños monstruos que devoran todo a su paso. Ahora Chloe y sus nuevos amigos
deberán proteger al mundo de la amenaza que representan los Troggs.
Una niña
pequeña que no está del todo conforme con su vida, llega a vivir a una nueva
casa y casi de inmediato se topa con poderosas fuerzas sobrenaturales ¿Soy el único
que al escuchar esa descripción piensa inmediatamente en Coraline? Ambas premisas pueden sonar similares, pero el objetivo
de ambas producciones no podría ser más distinto. Gnomos Al Ataque no pretende ser nada más allá de una película de
aventuras con un toque de fantasía. Puede que la producción no sea demasiado
ambiciosa, pero al menos se siente sincera al tener como único objetivo
entretener a su público objetivo, algo que la cinta logra hasta cierto punto.
La historia
se siente como si se tratara de un piloto para una serie de televisión, una que
no me llama ni remotamente la atención ahora, pero que muy probablemente amaría
si tuviera unos 5 o 6 años. La misma trama parece haber sido escrita por y para
niños, y no lo digo ni como insulto ni como alago, sino todo lo contrario. La
historia de la cinta sigue sus propias reglas, unas que parecen sacadas de la
mente de un niño mientras juega con sus juguetes, una “lógica” que solo puede
existir en una mente infantil, una cuya prioridad no es ser coherente sino
divertida, algo que me atrevería a decir que la película logra cumplir.
La historia
tiene sentido dentro de su propio contexto pero resulta demasiado simple para
un viejito amargado y refunfuñón como yo. Muchas cosas dentro del filme parecen
suceder solamente porque es lo que “se supone” que debe ocurrir en una historia
para niños, no porque se planteen de manera adecuada dentro de la propia
narración, como la protagonista aprendiendo sobre la verdadera amistad o una
batalla final contra un enemigo que solo puede lucir intimidante y malvando
ante una mirada infantil.
A riesgo de
sonar como disco rayado, Gnomos Al Ataque
es demasiado simple como para llamar la atención de toda la familia, pero esa
misma simpleza es la que puede ayudar a llamar y mantener la atención de un
público infantil. Completamente inofensiva y sin ningún tipo de pretensión, Gnomos Al Ataque podrá entretener a los
niños chiquitos de la casa por un rato y nada más. Si no tiene hijos, sobrinos
o algún otro pequeño humano que quiera ver esto en el cine, ustedes no se
pierden de absolutamente nada si dejan pasar esta película.
Gnomos Al
Ataque: 2/5. Meh.
Mejor que:
El Pequeño Vampiro (2017), Ploey Cabeza de Chorlito (2018).
No tan buena
como: Sherlock Gnomes (2018).
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