Creo que es
justo decir que la primera película de Paddnigton
pasó sin pena ni gloria, lo cual es una pena, ya que a pesar de no ser precisamente
un clásico instantáneo, sí logró ser una muy buena película familiar, una que
francamente fue mucho mejor de lo que se podría esperar. Por fortuna el
personaje tiene una segunda oportunidad en el cine con Paddington 2, y aunque dicen por ahí que “segundas partes nunca
fueron buenas”, en el caso de esta película puedo decir que sí es una buena
secuela, tal vez no sea superior a la original pero definitivamente es igual de
buena.
En Paddington 2 veremos una vez más las
aventuras de un tierno osito. Paddington vive feliz mente en Londres junto con
su familia adoptiva pero no deja de pensar en su querida tía Lucy. Al acercarse
el cumpleaños de su tía, Paddington decide comprar un viejo libro de
ilustraciones sobre Londres, desafortunadamente un misterioso criminal roba el
libro e inculpa a Paddington del crimen. Mientras su familia trata de limpiar
el nombre de Paddington y atrapar al verdadero ladrón, el osito deberá
sobrevivir a su nueva vida en prisión.
Ya sé que
hace no mucho dije que la combinación entre actores reales y personajes
animados casi nunca funciona, pero el detalle importante es el “CASI”, siendo Paddington una de las excepciones a la
regla. Lo que distingue a esta película (y a su predecesora) es que no se
intenta “modernizar” al personaje. Sí, puede que la gran mayoría de la comedia
sea simplemente ver al pequeño oso en malentendidos y una buena dosis de
comedia física, pero este tipo de comedia se siente muy natural, sin señales de
que algún ejecutivo de estudio cinematográfico ha metido mano para tratar de
apelar a la “chaviza”. El objetivo del filme es darnos a un osito tierno
haciendo cosas tiernas, nada más, y es
esta simpleza y honestidad es la que hace que el humor funcione.
Usualmente
siempre me quejo cuando una historia tiene agujeros argumentales o
inconsistencias en la trama, y puede que Paddington
2 también cuente con estas fallas, pero en este caso esa crítica sale
volando por la ventana, ya que si están buscando realismo en una cinta
protagonizada por lo que esencialmente es un oso de peluche que habla, creo que
se equivocaron de película. La trama es divertida y al ser un filme familiar
cuenta con una buena moraleja, pero afortunadamente ese mensaje de positividad
no se siente forzado ni santurrón o demasiado moralista.
Si he de
decir algo malo sobre la cinta es que su animación no es nada sorprendente. Las
interacciones del personaje animado y su entorno parecen sacadas de algún
comercial de venta de seguros, no precisamente malo pero tampoco algo que te
deje con la boca abierta, pero esto se ve mitigado con alguna que otra secuencia
en que se combinan distintos estilos de animación, dándole variedad visual a la
producción de manera muy original y divertida.
No sé qué
decirles. Tal vez mi talón de Aquiles sea ver personajes animados tiernos haciendo
cosas tiernas, algo que mi niño interior aparentemente disfruta a tal grado que
logra silenciar al sínico adulto que soy, y aun mi identidad de adulto amargado
puede apreciar y reír con las referencias a la comedia clásica al estilo de
Charles Chaplin. Paddington 2 es
graciosa, tierna y muy divertida, una película que tanto chicos como grandes pueden
disfrutar de igual manera. Si tienen la oportunidad échenle un ojo.
Paddington
2: 4/5. Muy buena.
Mejor que:
El Pájaro Loco (2017).
No tan buena
como: Babe, El Puerquito Valiente (1995). ¿Qué les puedo decir? Esa película es
mi estándar a la hora de juzgar cintas infantiles sobre animales que hablan
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