Ya tengo
algo de tiempo en esto de criticar películas y aunque sigo disfrutándolo mucho,
debo reconocer que cada vez me es más difícil expresar mis opiniones sin
repetir argumentos o dar la misma crítica una y otra y otra vez. Esto lo digo
porque al tratar de hablar sobre La
Trampa, lo único que puedo hacer es repetir lo mismo que he dicho de muchas
otras películas recientemente: aunque la producción no es mala, tampoco hay
algo que la haga destacar como para ir a verla en el cine.
En La Trampa veremos a un grupo de ladrones
atrapados en un edificio. Tras un robo que no salió del todo bien, Stacy
(Adrien Brody), Walker (John Malkovich) Gage (Rory Culkin) se ven obligados a refugiarse
en un edificio abandonados y esperar a que caiga la noche para poder escapar
desapercibidos y dividirse las ganancias del asalto, sin embargo, su situación se
complica cuando descubren que el edificio no está deshabitado del todo y una
feroz criatura empezará a acosarlos.
Tal vez resulta
un poco fuera de lugar, pero primero que nada quiero reconocer el buen trabajo
de edición que se realizó para hacer el trailer de esta película, ya que no
rebela quien o que es el antagonista principal, desafortunadamente debo
arruinar esa sorpresa para hablar más a fondo de la trama, pero en mi defensa,
esta “revelación” se da prácticamente en la primera escena del filme, así que
en realidad no es una gran sorpresa que digamos. El antagonista principal es un
perro de pelea y algunos de los problemas con la trama surgen con ello. Para
empezar, la cinta hace un buen trabajo al pintarnos al antagonista canino como
una verdadera amenaza, dándonos algunas escenas desde el punto de vista del
perro y las intensas persecuciones en las que se envuelve, en muchas ocasiones recordándome
a otros monstruos famosos del cine como los famosos Xenomorfos, algo que,
cuando lo empiezas a pensar un poco, resulta medio ridículo al recordar que el
antagonista es un perro y no una creatura sobrenatural no nada parecido.
Otro
problema con el filme es la forma en que conocemos a los protagonistas. Cada
uno presenta su historia mediante “flashback”, dejándonos ver sus personalidades
y motivaciones, esto con ayuda de una que otra transición de escena a escena
bastante interesante, el problema es que estas secuencias en más de una ocasión
se extienden un poco más de lo debido, además de que este recurso se utiliza
con demasiada frecuencia y aunque cumple perfectamente con su propósito de
hacernos empatizar con los personajes, lo cierto es que parece que solo están “haciendo
tiempo”, ampliando cada escena con tal de alargar la película lo suficiente
como para que se pueda clasificar como un largometraje.
No hay mucho
más que se pueda decir sobre La Trampa
sin arruinar las pocas sorpresas que brinda la producción. La historia es sumamente
sencilla, lo cual no tiene nada de malo, pero esa misma sencillez hace que
muchas cosas parezcan una excusa para alargar el filme, como por ejemplo otro
antagonista que surge en el tercer acto de la cinta pero que en realidad no
aporta mucho que digamos a la trama, además de que la presencia de este
personaje hace que el final de la
historia sea demasiado predecible. Como dije al principio, la película no tiene
nada que pueda llamar verdaderamente malo, pero tampoco algo que la haga
destacar del resto. La Trampa puede
ser una buena forma de perder el tiempo, uno completamente inofensiva y que
pasara sin pena ni gloria para la mayoría de los espectadores que se animen a
verla.
La Trampa:
2/5. Meh.
Mejor que:
El Pasajero (2018).
No tan buena
como: Cujo (1983)
Más o menos
igual que: Actos de Venganza (2017), El Último Disparo (2017), La Bóveda
(2017), Vigilante Nocturno (2017).
Sí, ya sé
que eso de ”más o menos igual” suena medio raro, pero es la verdad. Todas estas
películas son de esas que no son verdaderamente malas pero tampoco realmente
buenas como para poder recomendarlas.
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