Me atrevo a
decir que el estreno de una nueva película de Star Wars siempre, SIEMPRE será un gran evento en el mundo del cine
sin importar la calidad del producto final, digo, si las precuelas no lograron
matar a la franquicia eso significa que es prácticamente indestructible. Lo
anterior lo digo porque en muchas ocasiones la devoción de los fans (grupo en
el que me incluyo) nos hace exaltar más de lo que deberíamos a una cinta por el
simple hecho de tener Star Wars en el
título. Si les parece que me estoy poniendo a la defensiva es porque en verdad
lo estoy haciendo ya que, aunque pienso que Los
Últimos Jedi es una digna integrante de la mitología de La Guerra de las Galaxias y puedo decir sin
titubear que la disfrute muchísimo, creo que lo único que recordará aquel que
lea esta reseña es que voy a decir que la película no me encantó tanto como las
últimas dos entregas de la serie. Ódienme todo lo que quieran, solo estoy dando
mi opinión…
En Los Últimos Jedi regresamos una vez más
a la galaxia muy, muy lejana favorita de todo el mundo. Aun con sus victorias
resientes, la Resistencia que se opone al poderoso Imperio Galáctico se ve
amenazada a ser completamente erradicada. Mientras la General Leia Organa
(Carrie Fisher) y sus aliados buscan la forma de escapar del abrumador poder militar
del Imperio, Rey (Daisy Ridley) se encuentra con el legendario Luke Skywalker
(Mark Hamill), quien se muestra renuente a enfrentar una vez más a los
remanentes del Imperio Galáctico. Con
todo en contra, La Resistencia se prepara para su pelea más desesperada contra
el Imperio hasta la fecha.
No voy a
mentir, en verdad me sentí muy emocionado al ver una vez a los personajes de
esta saga, tanto a los más recientes como aquellos legendarios veteranos de la trilogía
original, ya que no se deja de sentir que nos reunimos con un grupo de viejos
amigos a los que no hemos visto en mucho tiempo; por otro lado, y de antemano
pido perdón si le ofende a alguien mi opinión, me incomoda un poco que el
primer dialogo de la cinta sea prácticamente un chiste de “tu mamá”, algo que
es el reflejo de un problema constante en la cinta. Esta nueva entrega no deja
de sufrir un poco del “efecto Marvel” (termino que acabo de acuñar de
absolutamente ningún lado), es decir que la trama en más de una ocasión se
detiene para contarnos un chiste. No me malentiendan, el humor ha sido un
elemento constante dentro de toda la saga (y no me refiero al humor involuntario
de las precuelas), y siempre se agradecen estos momentos de levedad en la
historia, además de que estas “interrupciones” nunca son demasiado largas,
intrusivas o fuera de lugar, pero cuando estas suceden se siente como si en
verdad la historia se detuviera por un par de segundos para hacernos reír, lo
cual por lo menos en mi caso sí logra hacer, pero al hacerlo se rompe un poco
con el ritmo de la trama, no demasiado y de manera casi imperceptible, pero ese
detalle está ahí.
La trama de
la película en verdad me dejo con un muy buen sabor de boca, ya que casi todo
personaje en verdad logra mostrar su crecimiento a la hora de seguir con sus historias
individuales, cada uno logrando seguir con un bien desarrollado arco
argumental, la frase clave en lo anterior es: “CASI todo personaje”. El “problema”,
si en verdad quieren llamarlo así, es que la gran mayoría de los personajes,
tanto protagonistas como antagonistas son tan bien desarrollados que los pocos
personajes que no muestran el mismo nivel de detalle en sus historias
individuales los hacen resaltar como “el patito feo”, como si sus historias
estuviesen incompletas y que, tristemente, resultan irrelevantes para la trama
en general.
Sé que para
este momento ya deben de odiarme, así que poco o nada puedo hacer por evitar
que me tachen como un “hater” (pinche anglicismo mamón…), por lo que no tengo ningún
problema en decir que por cada cosa que la película hacia que me resultaba difícil
de tragar, la producción lograba hacer dos o más que en verdad me fascinaron.
La historia en verdad cuenta con el estilo “épico” que caracteriza a la saga, así
como también logra dar muchas, MUCHAS sorpresas al jugar con las expectativas
del público, haciendo que en más de una ocasión verdaderamente no sepamos hacia
donde se dirige la historia, lo cual para mi gusto la convierte en algo mucho
menos predecible y por lo tanto más emocionante. Cada película en esta nueva
etapa ha tenido un objetivo específico para Star
Wars; El Despertar de la Fuerza fue un grato recordatorio de todo aquello que
nos hizo enamorarnos de esta franquicia en primer lugar, Rogue One nos enseñó que el término “precuela” puede valer la pena
(a pesar de los esfuerzos de George Lucas por demostrar lo contrario), por su
parte, Los Últimos Jedi se encarga de
pasar la antorcha a una nueva generación, tanto de fans como del equipo
creativo detrás de esta serie. No sé qué depare el futuro de la saga y, créanlo
o no, eso en lugar de desalentarme me causa mucha emoción. Puede que Los Últimos Jedi no sea perfecta, pero
sus aciertos sobrepasan mucho a sus errores, haciendo que la producción en
verdad valga la pena.
Star Wars:
Los Últimos Jedi: 4/5. Muy Buena.
Mejor que:
Star Wars: El Desertar de la Fuerza (2015).
No tan buena
como: Rogue One (2016).
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