No hay
porque engañarnos a nosotros mismos, fuera de la gran, GRAN excepción de Mujer Maravilla, la incursión al cine
por parte de DC Comics ha dejado mucho que desear, y antes de que me acusen de
ser un fanboy Marvel, déjenme decirles que tienen razón, pero también deben
saber que mi película favorita de todos los tiempos es El Caballero de la Noche, así que su argumento en mi contra es invalido.
Es por su menos que satisfactorio desempeño en el cine por parte de DC que mis expectativas
para La Liga de la Justicia era,
digamos, precautoriamente optimistas, o en términos mucho menos mamones,
esperaba lo mejor pero me preparaba para lo peor, y después de ver la película
debo decir que aunque no estoy impresionado, tampoco puedo decir que fue un mal
rato.
En La Liga de la Justicia veremos a uno de
los grupos más emblemáticos de superhéroes unir fuerzas en contra de un enemigo
común. Tras la abrupta muerte de Superman (Henry Cavill), un malvado y poderoso
alienígena conocido como Steppenwolf (Ciarán Hinds) ve una oportunidad para
conquistar el planeta Tierra. Con una invasión extraterrestre inminente, Batman
(Ben Affleck) se da a la tarea de reunir a los héroes más poderosos de la
tierra y salvar al mundo.
La historia
de la película hace lo mejor que puede para mantenerse tan sencilla y tan digerible
como le es posible, y aunque en su mayor parte logra hacerlo, tropieza un poco
al tratar de desenredar el desastre argumental y narrativo en el que quedo la
franquicia después de Batma v Superman,
lo cual era inevitable y aunque la gran mayoría podrá estar en desacuerdo
conmigo, pienso que La Liga de la
Justicia logra reparar algo que yo mismo pensé que no tenía arreglo alguno.
Los huecos argumentales siguen ahí, eso es inevitable, pero por lo menos tratan
de justificarlos y hacerlos embonar en una continuidad que apenas en esta
entrega comienza a tener forma. Más importante aún, La Liga de la Justicia se da a la tarea de darnos una sola historia
concreta, con su comienzo, nudo y desenlace, dándonos como resultado una historia
entretenida. Relativamente sencilla y autocontenida en lugar de querer
vendernos las siguientes cinco o diez películas de DC Comics, lo cual siempre
se agradece.
A pesar de
contar con un gran reparto de personajes y poco tiempo para conocerlos a todos,
la película hace un buen trabajo en darle a cada personaje su momento de gloria
en la pantalla, equilibrando bastante bien el tiempo que se le dedica a cada
personaje, dándonos la oportunidad de empezar a conocer a cada uno de ellos y querer
ver más de sus aventuras en el futuro… tal vez con excepción de Aquaman (Jason
Momoa), que no deja de sentirse como que “debe” estar aquí aunque en realidad
tiene poco o nada que aportar tanto al equipo como a la trama ¿pero que se le
puede hacer? El personaje de Aquaman en general es ha sido un chiste que se
cuenta solo durante años.
Hay algo que
no se puede discutir (o por lo menos eso espeo), los efectos especiales son lo
que se espera de una película de superhéroes en estas fechas, buenos pero no
espectaculares, no tanto porque no sean impresionantes sino porque a estas
alturas ya estamos muy acostumbrados a ver este tipo de espectáculo visual en
el cine, con dos pequeñas excepciones: en momentos el personaje de Cyborg (Ray
Fisher) en verdad parece una caricatura debido a que su personaje es creado un
85% por efectos especiales, lo cual lo hace resaltar, y no de manera muy grata
que digamos junto a otro personajes, algo que distrae bastante de la “seriedad”
de la escenas que se enfocan en este personaje. Por otro lado, y tal vez esto
sea solo idea mía y que esté buscando maneras de hacerla de pedo nomas porque
sí, Steppenwolf parece sacado de un videojuego y aunque si tiene un diseño
intimidante cual villano que es, no deja de sentirse un poco ridículo al
interactuar con otros personajes, de nuevo, es como ver a una caricatura junto
a personas reales, divertido pero no deja de romper la ilusión de “realismo”,
si es que en verdad se puede hablar de realismo en un a película de súper
personas en trajes coloridos y ridículos.
Si esperan
que diga que La Liga de la Justicia
es la película que viene a salvar al universo DC, lamento decepcionarlos, pero
ese no es el caso. Por otro lado, si piensan que voy a decir que La Liga de la Justicia es basura
irredimible, también están en un error. Estamos tan acostumbrados a la hipérbole
(mala costumbre que yo también tengo) que pensamos que solo hay de dos sopas: o
las películas de superhéroes son una total pérdida del tiempo o son el mejor
invento de la humanidad desde el pan rebanado, pero La Liga de la Justicia no cae en ninguna de esas dos categorías, sentándose
muy cómodamente en un lugar en medio de esas dos nociones. La película es
entretenida y relativamente sencilla, lo cual la hace muy disfrutable tanto
para fans de los comics como para aquellos con vida social activa, pero también
es cierto que dentro el cada vez más saturado subgénero de superhéroes, hay
producciones mucho más interesantes que esta. Lo que sea de cada quien La Liga de la Justicia puede no ser terriblemente
innovadora, pero de que es un buen rato en el cine, no creo que eso se pueda
negar.
Ahora estoy
listo para que me digan que soy un idiota por no amar esta película y también que
me tachen de imbécil por no odiarla tanto como debería. De verdad que no hay público
más difícil de complacer que a los pinches ñoños clavados de los comics… Si lo
sabré yo… ¡Yo soy uno de ellos!
La Liga de la Justicia: 3/5. Buena.
Mejor que: El Hombre de Acero (2013), Batman V Superman: El
Origen de la Justicia (2016), Escuadrón Suicida (2016).
No tan buena como: Mujer Maravilla (2017).
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