Desde
ahorita me voy a poner el saco antes de que me lo pongan: Soy un pinche hipócrita.
Sí, lo he dicho hasta el cansancio, quiero ver una mejor calidad en el cine
mexicano, y aunque pienso que la industria va en ese lento, leeeeeeeento
camino, a veces me siento aliviado de regresar a mi zona de confort, a ese cine
nacional aburrido y patético que tanto desprecio y que justifica mi odio por el
cine nacional, siendo Cómo Cortar a tu Patán
la más reciente película que se suma a la larga lista de basura cinematográfica
nacional contemporánea.
En Cómo Cortar a tu Patán veremos las aventuras
de una chica especialista en terminar relaciones amorosas toxicas. Amanda
(Mariana Treviño) es una “psicóloga” que se especializa en relaciones de
pareja, no tanto en arreglar dichas relaciones sino en terminar con ellas.
Amanda es muy exitosa en su negocio pero su más grande reto es ayudar a su
propia hermana Natalia (Camila Sodi), quien parece escoger solo a patán tras patán
como pareja amorosa. Ahora Amanda, con ayuda de un amigo de su hermana, tratara
de evitar que Natalia termine en una relación destinada al fracaso que podría
arruinarle la vida por completo.
¿Si quiera
tiene caso hablar de la trama? Es comedia romántica, peor aún, comedia romántica
mexicana. Es cierto que no soy fan de este género sin importar la nacionalidad
de la producción, pero francamente esta fórmula me parece la más sobreexplotada
en el cine, por lo que sigo pensando que si ya has visto una comedia romántica (cualquiera
que sea) ya las has visto todas y Cómo
Cortar a tu Patán no hace absolutamente nada por hacerme cambiar de opinión.
La primera mitad de la película nos da la ilusión de tener por lo menos un leve
indicio de originalidad, pero al llegar a la segunda mitad la historia se
vuelve completamente predecible.
No tengo
nada en contra de Mariana Trevillo, de hecho me atrevería a decir que es uno de
los elementos que podrían ser rescatables, pero su rutina de chica sarcástica y
mamona no resulta tan graciosa después de un par de minutos. Eso sí, por lo
menos el personaje cuenta con un arco de personaje, uno muy obvio que se deja
ver a kilómetros de distancia, pero por lo menos hay un crecimiento en la
protagonista, algo que muchas otras comedias románticas nunca logran.
Mucho del “humor”
finge burlarse de la cultura hípster o mamadas estilo “New Age”, pero lo único que
se hace es mostrarnos estos elementos sin comentar nada sobre su ridiculez. No
me malentiendan, es cierto que la onda hípster es un chiste que prácticamente se
cuenta solo y la onda cristales, chakras y estupideces por el estilo me son tan
gratas como el cáncer testicular, pero la película nunca aprovecha la
oportunidad de satirizar estas cosas, limitándose a hacer una muy leve mofa a
estos elementos, lo cual se siente como un desperdicio de potencial.
A pesar de
todo, y esto es lo más cercano a un alago para esta producción de mi parte, no
odie Cómo Cortar a tu Patán. Se ve
que el filme tiene buenas intenciones y por lo menos no se deja sentir tan
pretenciosa como otras tantas películas similares, pero la comedia poco o nada
hace reír y la historia es el típico “copy + paste” de comedia romántica que no
ofrece ninguna sorpresa. No puedo decir que Cómo
Cortar a y tu Patán sea la peor mierda que haya visto, hay cosas mucho,
mucho peores que esto, pero definitivamente es basura a final de cuentas.
Supongo que si son fans de Mariana Trevillo podrán encontrarle algo de gusto a
esta cinta, pero si ese no es el caso mi recomendación es mantenerse tan
alejado de esta película como sea humanamente posible.
Cómo Cortar
a tu Patán: 1/5. Mala
Mejor que: Que
Pena tu Vida (2016), No Manches Frida (2016), El Que Busca Encuentra (2017).
No tan buena
como: Treintona Soltera y Fantástica (2016), Hazlo Cómo Hombre (2017), Me Gusta
Pero Me Asusta (2017)
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