No es ningún
secreto mi desdén por los remakes de películas clásicas y aunque no sea al
mismo nivel, las secuelas cinematográficas también me dan “mala espina”, ya que
casi siempre su objetivo es colgarse de la fama de la obra original, no porque
tengan algo nuevo o interesante que decir, sino por el reconocimiento de la
propiedad intelectual y los fans (por muchos o pocos que sean) aseguran que la producción
ya tendrá un público cautivo incluso antes de que el filme en cuestión salga a
la luz. El caso de Blade Runner es
especialmente delicado en mi opinión ¿Cómo continuas lo que bien se puede
considerar una obra maestra? ¿Cómo retomas un mundo tan extenso e imaginativo
sin convertirte en una burda copia del material original? Blade Runner 2049 contesta estas preguntas de manera sencilla y
elegante: No intentes superar o sustituir la obra original (tareas prácticamente
imposibles), en lugar de ello la complementa y expande lo que ya tiene en lugar
de solo repetir lo ya antes visto.
En Blade Runner 2049 regresaremos a uno de
los mundos más representativos del subgénero del “cyber-punk”. El agente “K”
(Ryan Gosling) es una miembro especial del departamento de policía de Los
Angeles, un agente conocido como un “Blade Runner”, especialista en cazar a humanos artificiales
renegados conocidos como “Replicantes”. Después de terminar con un aparente
trabajo de rutina, “K” se topa con un misterio que podría involucrar a su propio
pasado. Arriesgando todo lo que tiene, “K” se embarca en una investigación que
bien podría cambiar no solo su vida, sino la de humanos y “replicantes” por
igual.
No le voy a
dar vueltas al asunto y les diré algo que, aunque no considero ni de cerca como
una falla, sí puedo imaginar que será del desagrado de muchos: la película es
bastante larga con casi 3 horas de duración. Lo largo del filme viene
relacionado al ritmo del mismo, que en ocasiones puede ser bastante lento, pero
esto es completamente intencional ya que este ritmo es necesario para adentrar
al espectador en el ambiente de la cinta, uno que a pesar de ser
distintivamente de ciencia ficción no deja de sentirse bastante real (hasta
cierto punto). Para ser honestos hay muchas escenas que aportan muy poco a la
trama o algunas que se extienden más de lo necesario, y sí, puedo imaginar que
al cortar estas escenas se lograría que la historia avance con mucha más fluidez,
pero esto arruinaría la atmosfera de la producción, lo cual es (debatiblemente)
su elemento más sobresaliente.
La historia
es similar a la original, no tanto en estructura sino en temática, siendo prácticamente
un filme “noir” en un mundo futurista. 2049
retoma algunos elementos presentes en la película original y profundiza más en
ellos de manera inteligente, aunque en mi opinión no tan sutil como en la
primera cinta. Puede que en un principio parezca desentonar mucho con la
estructura general, pero estos elementos son consistentes con el mundo de Blade Runner. Temas como la empatía y la
necesidad de interacción entre seres humanos (o no precisamente “humanos”)
resultan una constante en todo el filme, aunque eso sí, y de nuevo, pienso que
es algo que no va a ser del agrado de muchos, a veces se siente que estás
viendo la secuela de Ella más que una
continuación de Blade Runner.
La cinematografía
es otro punto destacable de la producción, muchas veces haciendo un juego entre
luz y sombras que resulta muy atractivo a la vista, convirtiendo en ocasiones escenarios
relativamente “mundanos” en todo un espectáculo. Por otro lado, hay algo que si
se siente como una imitación de la primera cinta más que una continuación, me
refiero a la banda sonora, la cual es adecuada pero no deja de sentirse como
una copia, tal vez no mala, pero definitivamente inferior a la presente en el
filme original.
Es
inevitable que la pregunta se asome ¿Blade
Runner 2049 es mejor que la película original? No, no lo es, pero tampoco
pretende serlo. Pongámoslo así: Blade
Runner es una deliciosa, deliciosa comida completa, una de las mejores que
podrás probar en tu vida; Blade Runner
2049 es un delicioso postre, uno realmente exquisito. Ambos platos cumplen
con su cometido de quitarte el hambre, cada uno de ellos sirve por separado
PERO la experiencia más gratificante y satisfactoria resulta cuando disfrutas
ambos platillos. No creo que sea necesario ver la primera cinta para disfrutar
de esta secuela, 2049 se sostiene por
méritos propios, pero definitivamente la combinación de ambas da como resultado
una experiencia más sólida. Blade Runner
2049 es una visita obligada al cine para los amantes de la buena ciencia ficción.
Blade Runner
2049: 4/5. Muy Buena.
Mejor que:
Ghost in the Shell (2017).
No tan buena
como: Blade Runner (1982).
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