No lo
conozco en persona así que esto no es más que mera especulación de mi parte.
Darren Aronofsky tiene dos paciones en la vida: Hacer películas atrevidas y traumatizar
a su público cada que tenga la oportunidad. Por supuesto que estoy exagerando
(muy poquito), pero lo que es cierto es que este director es uno de los más
osados dentro del cine que tenemos en la actualidad (por lo menos del
considerado cine comercial). Odien o amen el trabajo de este director y aunque
no siempre sea para bien, lo que es verdad es que los proyectos de Aronofsky
SIEMPRE dan de que hablar, algo que sigue siendo la norma con ¡Madre!, película que imagino provocará
algunas opiniones bastante diferentes dependiendo del tipo de público que la
vea.
Esta es la
parte en que normalmente les cuento la trama del filme en cuestión, pero en
esta ocasión eso es algo que simplemente no quiero hacer. Por un lado, como
usualmente es el caso en una buena película, entre menos se sepa sobre la cinta
más gratas resultaran las sorpresas que la producción le brinda al espectador.
Por otro lado, y es algo que en lo que tendré que explayarme un poco más en un
momento, el contarles aunque sean unos cuantos detalles de la trama es prácticamente
revelar una de las alegorías que maneja todo el filme, revelación que tal vez
no arruinaría la cinta pero que terminaría truncando algunas de las ya
mencionadas sorpresas, además de que encaminaría a interpretar el filme de una
muy específica manera.
Lo siento
por ser tan vago en esta ocasión, pero dar demasiados detalles en verdad seria
quitarle mucho del “chiste” a la producción. Lo que sí puedo decirles es que no
se dejen engañar por el trailer de ¡Madre!
Los cortos nos venden una película de terror “tradicional”, pero aunque el filme
SÍ cuenta con muchos elementos de horror, la etiqueta que le queda mejor (y hasta
eso, no del todo) sería la de drama o suspenso. No me malentiendan, el filme
crea una atmosfera agobiante, en ocasiones escalofriante, y el tercer acto sólo
puedo calificarlo como “perturbador” y hasta difícil de digerir, pero asustar
al público no es la principal preocupación de ¡Madre!, incomodarlo enormemente quizá, pero no necesariamente
espantarlo.
De nuevo me
veo obligado a ser bastante vago en mi descripción, pero debo decir que las
numerosas alegorías que el filme hace pueden ser bastante obvias, tal vez no al
principio, pero definitivamente el tipo de metáforas que se utilizan vienen
encaminadas a obligar a que el espectador dé una lectura especifica al texto, y
aunque evidentemente llegar a esta interpretación es el objetivo del director,
hacerlo sería limitar mucho el potencial del filme. La película puede ser muy
abstracta cuando se le da la gana, pero en el momento en que se descubre el
origen de las alusiones que se hacen durante toda la cinta, la historia pierde
su, llamémosle “factor sorpresa”.
Tal vez esto
sea decir demasiado, pero creo que el objetivo Aronofsky es presentarnos su versión
de un relato conocido por el 80% de la población mundial, esa sería la forma “correcta”
de ver el filme, pero creo que como toda obra de arte, ¡Madre! funciona a más de un nivel e invita a más de una interpretación,
una que dependerá por completo del espectador. Habrá quienes vean la película
como la alegoría que es, otros la verán como un filme sobre ecología o sobre la
maternidad o sobre las relaciones de pareja o sobre la creación artística o
sobre la relación entre obra literaria, autor y lector, ninguna de estas
interpretaciones siendo la “respuesta correcta”, por lo menos no del todo. Por
otro lado habrá quienes vean el filme como una incomprensible, pretenciosa y
descabellada jalada sin pies ni cabeza, una de esas producciones que se escudan
en ser “cine de arte” para darse el lujo de ser tan vagas, abstractas y mamonas
solamente para fingir que la película es más inteligente de lo que en realidad
es, y por contradictorio que me haga sonar, debo decir que esta también sería
una interpretación completamente valida. Al final del día creo que amaran ¡Madre! o la odiaran, no hay medias
tintas aquí. Lo que sí es seguro es que, como es costumbre para este director,
la película resulta una experiencia no precisamente agradable pero
definitivamente una que no podrán olvidar en un laaaargo tiempo.
¡Madre!:
4/5. Muy Buena.
Mejor que: Noé
(2014)
No tan buena
como: Réquiem por un Sueño (2000), El Luchador (2008), El Cisne Negro (2010)
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