Los que de verdad
sepan de cine me podrán corregir, pero aunque considero que una buena película
mantiene su calidad a pesar del tiempo o lugar de origen, hay que reconocer que
hay otros tantos filmes que son producto específico de su época y su geografía,
como es el caso de Marcado para Matar
(Koroshi no rakuin), una película japonesa de los años 60´s que cuenta con
varios conceptos muy interesantes pero cuya presentación puede alejar a más de
un espectador.
En Marcado
para Matar veremos a un asesino asueldo lidiando con las consecuencias de su
trabajo. Goro Hanada (Joe Shishido) es
el tercer mejor asesino. Por azares del destino, Hanada conoce a la bella y
misteriosa Misako Nakajo (Annu Mari), quien lo reclutará para llevar a cabo una
misión casi imposible. Al fallar en su encomiendo, Hanada se verá acosado por
el asesino número uno, quien poco a poco buscara quitarle la razón antes de
arrebatarle la vida.
La historia
es más difícil de seguir de lo que se podría creer en un principio, no porque
sea demasiado compleja sino por la forma en que se presenta. Muchas escenas
parecen existir sin ninguna razón en absoluto, y muchas veces estas mismas
escenas se sienten pedantes, queriendo ser “artísticas” y abiertas a la interpretación,
pero que en realidad poco o nada ayudan a desarrollar la trama del filme. Este
tipo de secuencias parecen intercalarse completamente al azar, lo que en más de
una ocasión corta el ritmo de la historia y hace más difícil el seguir el hilo
narrativo de la película.
La cuenta
con varias escenas de acción que tal vez parezcan algo anticuadas y hasta ridículas
si las comparamos con cualquier película contemporánea, pero la ejecución de la
acción es buena, en gran medida a un buen trabajo de edición y coreografía que
de vez en cuando se da el lujo de inyectar un poco de humor. Si esta dosis de
levedad es a propósito o no, es algo que no sabría decirles.
Lo más
interesante del filme (consideren lo siguiente como un spoiler), es el
antagonista, quien aparece prácticamente en el último acto del filme. Lo más
interesante es ver como el personaje principal es atormentado, físico,
emocional y psicológicamente por su enemigo, quien lo hace llegar a un estado
de locura y ver a Hanada tratar de aferrarse desesperadamente a la poca cordura
que le queda, dejándolo exhausto en todo sentido y con solo la más mínima
esperanza de sobrevivir, esperanza que bien podría ser solo una ilusión de la trastornada
mente del protagonista.
Marcado para Matar resulta una experiencia interesante
pero una que resulta difícil de recomendar, más que nada por la alta barrera
cultural que la rodea. La cinta nos deja ver varios elementos noir “clásicos” y
la interpretación de estos en el cine japonés, adaptación que muchas veces se
torna demasiado extravagante como para poder entender por completo. La cinta
sin duda cuenta con ideas interesantes pero muchas veces se siente como si quisiera complicarlas sin ninguna razón aparente.
No puedo prometerles que ver esta cinta va a ser algo divertido, pero
definitivamente es algo interesante y que no se ve todos los días.
Marcado para
Matar: 2/5. Meh.
Si te gustó,
considera ver: Golgo 13 (1977)
Comentarios