Las
adaptaciones de anime y/o manga al cine tienen una mala reputación ¡Y con justa
razón! Parece que solo hay dos resultados posibles: Una película tan mala que
te hace avergonzarte de llamarte fan del material original o una producción medianamente
decente que a duras penas tiene conexión con la propiedad intelectual de
origen, esto cuando hablamos de adaptaciones cinematográficas estadounidenses
ya que, al parecer, Japón piensa que si quieres una buena adaptación de un
manga tienes que hacerla tú mismo, y si Gintama
es una indicación de esta creencia, entonces los japoneses tiene toda razón.
En Gintama veremos las aventuras de un samurái
en un Japón feudal invadido por seres extraterrestres. Japón era conocido como “la
tierra de los samurái”, algo que cambio cuando una raza extraterrestre llegó a
la tierra y conquisto el país. Ahora los extraterrestres, conocidos como “Amanto”
viven entre los humanos. Es en esta peculiar atmosfera en que seguimos las
aventuras de Gintoki Sakata (Shun Oguri), un ex samurái que está dispuesto a hacer
cualquier tipo de trabajo con tal de conseguir suficiente dinero y llegar a fin
de mes para pagar la renta.
Los puristas
pondrán el grito en el cielo, pero la mejor forma en que puedo describir a Gintama (la franquicia en general, no
solamente esta película) es la siguiente: Deadpool
es al comic norteamericano lo que Gintama
es al maga japonés, es decir que Gintama
es una mezcla de acción y comedia donde la gran mayoría del humor viene de
referencias a la cultura pop (dentro y fuera de Japón) y romper la llamada “cuarta
pared”, logrando también darnos secuencias de acción bastante emocionantes, las
cuales con mucha frecuencia siempre se ven interrumpidas por aún más ridícula y
caótica comedia.
Gintama (como película) abraza todas las características
de la obra original, tanto para bien como para mal, ya que el filme en verdad
se torna en una caricatura que casualmente es protagonizada por actores de
carne y hueso. Toda acción es exagerada, cada escenario extremadamente
estilizado hasta hacerlo imposible de tomar en serio, algo que se aprovecha
para acentuar aún más la comedia, la cual puede ser muy entretenida pero que en
muchas ocasiones depende por completo de la familiaridad del espectador con la “cultura”
del anime y el manga. Referencias a Dragon
Ball, Gundam , Nausicaa y One Piece son solo algunos ejemplos de las parodias que Gintama lanza al espectador, comedia que
resulta sumamente graciosa pero que si el público no tiene la más remota idea
sobre esas otras propiedades intelectuales, las referencias no tendrán ningún sentido,
perdiendo la gracia casi por completo.
A pesar de
ser principalmente una comedia, Gintama
logra darnos una buena dosis de secuencias de acción que, de nuevo, parecen
sacadas directamente de un manga shonen,
con todo el melodrama y clichés que acompañan a este tipo de historias, algo
que la misma producción señala cada que puede para romper con la seriedad que
algunas escenas podrían alcanzar, exceptuando tal vez durante el desenlace,
donde la historia se torna demasiado melodramática para mi gusto.
Puede sonar
como la obviedad más grande del mundo pero si son fans del anime y el manga en
general Gintama es una muy buena
muestra de que este muy específico género es capaz de dar el salto a la
pantalla grande sin perder toda la extravagancia que lo vuelve tan llamativo en
primer lugar. Si son fans de la cultura anime, Gintama les gustara; si son fans de la obra original amaran Gintama, pero si no caen en ninguna de esas
dos categorías Gintama les parecerá una
caótica experiencia con poco sentido, pero cuya historia resulta por lo menos
interesante por si sola y la extravagancia de su diseño la vuelve algo totalmente
fuera de lo común.
Gintama:
3/5. Buena.
Si te gustó,
considera ver: Ruroni Kenshin (2012)
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