La vida
puede ser graciosa, no siempre, no todo el tiempo y definitivamente no con frecuencia, pero con
algo de suerte y perspectiva, una anécdota bochornosa puede ser el punto de
partida para que alguien cambie su vida para bien, ese es más o menos la idea detrás
de Casi Vengo, Casi Muero (Almost
Coming, Almost Dying/Kumo Man) una comedia japonesa que puede no ser demasiado
graciosa, pero que definitivamente resulta divertida e incluso emotiva.
En Casi Vengo, Casi Muero veremos a un
joven tratando de esconder un vergonzoso secreto. Manabu Nakagawa es un joven
que no encuentra su lugar dentro de la sociedad, lo cual lo tiene bastante
tenso. En víspera de año nuevo, Manabu decide entrar a una “sala de masajes
para caballeros” para intentar despejar su mente. Cuando Manabu está a punto de…
ejem… “terminar”, se ve afectado por una hemorragia cerebral. Hospitalizado,
Manabu no solo deberá reponerse de una condición de salud grave, sino que también
hará todo lo posible por mantener el secreto de donde fue que la ambulancia lo encontró
en primer lugar.
Debo decir
que la trama en Casi Vengo, Casi Muero
no es tan extravagante como se podría pensar. Todo el humor se basa en la
bochornosa situación del protagonista, de vez en cuando dándonos escenas mitad
sueño mitad pesadilla que sufre el personaje principal, escenas que son un poco
grotescas pero indudablemente divertidas, sobre todo aquellas en que la mente
del personaje decide personificar a la muerte como una botarga de oso que
blande un bat de béisbol, algo que resulta graciosos y original.
Fuera de su
peculiar punto de partida, la trama no evoluciona mucho que digamos, mayormente
enfocándose en las dificultades de Manabu internado en un hospital, lidiando
con sondas, tubos, doctores y familiares molestos, algo que suena bastante común
para cualquier persona hospitalizada, situaciones que, aunque si resultan
chuscas, no son precisamente algo que te haga doblarte de la risa. El humor
siempre se siente bastante “cotidiano” (por llamarlo de alguna manera) y puede
tornarse algo repetitivo, pero nunca pierde su tono de realismo, lo cual es
adecuado ya que la película está basada en una historia real.
Quisiera
poder recomendarles Casi Vengo, Casi
Muero, pero el humor puede ser demasiado “seco” para algunos, lo cual
imagino puede resultar aburrido para más de uno. La trama es demasiado sencilla
pero aun con esto el filme se da el lujo de darnos un giro inesperado que
resulta gracioso y conmovedor al mismo tiempo, algo que hace que la producción te
deje con una buena impresión. No creo que Casi
Vengo, Casi Muero sea un filme que abra las puertas a la comedia japonesa,
pero resulta una experiencia entretenida y que, aun con lo ridículo de su
historia, puede hacerte pensar sobre la vida y la muerte, algo que no es lo que
te viene a la mente usualmente cuando hablas de una comedia.
Casi Vengo,
Casi Muero: 2/5. Meh.
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