Creo
firmemente que una buena película puede ser apreciada por cualquier tipo de público,
ya que no me agrada pensar en el cine como un medio de expresión artística excluyente
o elitista, y aunque en el fondo siempre creeré en esta “filosofía”, lo cierto
es que de vez en cuando aparecen excepciones a esta “regla”, la más reciente de
ellas es Viene de Noche, un filme
que, más que una película, me atrevería a llamarla una “experiencia”, una que
no es precisamente agradable y que estoy casi seguro que será mal entendida y
despreciada por mucha gente, lo cual es una pena, ya que es una cinta muy
interesante.
En Viene de Noche nos encontraremos
atrapados junto con una familia en una desesperada situación. Tras una misteriosa
y mortal epidemia, Paul (Joel Edgerton) hace todo lo posible por proteger a su esposa
e hijo resguardándose junto con ellos dentro de la cabaña familiar. La vida de
Paul y los suyos se complica aún más cuando se topan con Will (Christopher
Abbott), un hombre que dice estar en busca de provisiones para su propia
familia. Llegando a un acuerdo entre ambos padres de familia, los dos grupos
deciden cooperar entre ellos y vivir juntos, lo cual se irá complicando cuando
las intrigas, desconfianza y paranoia crezcan rápidamente dentro de la casa.
Hay varias
cosas que deben tener en mente si es que deciden darle una oportunidad a Viene de Noche, y la gran mayoría de
ellas suenan bastante mal en teoría. La historia es extraordinariamente simple,
de hecho casi nada sucede más allá de lo que ya les describí en la sinopsis,
pero esas pocas cosas resultan extraordinariamente significativas. El ritmo de la
trama es agobiantemente lento y la gran mayoría del tiempo parece que nada
importante está sucediendo (palabra clave aquí: “parece”). Nunca llegamos a
conocer verdaderamente a los personajes y los escenarios en que los vemos
interactuar resultan repetitivos. Lo que resultará más odioso para la gran mayoría
de espectadores es que la película nos da muchísimas preguntas que la historia
en realidad nunca resuelve. Todo lo anterior son puntos que destrozarían a
cualquier película “común y corriente”, pero esa es precisamente la cuestión, Viene de Noche no es “común y corriente”,
la película busca incomodarnos deliberadamente.
Me atrevería
a decir que la intención principal de la producción no es contarnos una
historia sino adentrarnos en un muy específico escenario, uno que no es ni
remotamente agradable (o por lo menos no lo sería para cualquier persona
cuerda). Todo elemento de la cinta está presentado para sumir al espectador en
un constante estado de incomodidad, paranoia, desesperación y frustración (sobre
todo en el desenlace), algo que suena horrible y esa es precisamente la intención
del filme. La película no puede clasificarse como una cinta de terror, por lo
menos no una “convencional” ya que el verdadero horror dependerá casi
completamente del espectador, ya que el miedo (o carencia de este) se
presentará dependiendo de que tan bien se deje llevar el público ante la
atmosfera agobiante y desesperada, algo que, como ya he repetido muchas veces,
no es fácil al tratarse de emociones que usualmente intentamos evadir en la vida
real.
Puede que
esté generalizando demasiado, pero creo que cuando vamos al cine usualmente lo
hacemos para entretenernos, adentrarnos en un mundo ajeno al nuestro y
divertirnos con personajes y situaciones que nos emocionan o nos alegran, algo que
es bastante común y no creo que tenga absolutamente nada de malo, pero reducir
al cine a simple “entretenimiento” es limitar muchísimo las posibilidades de
este medio. Viene de Noche resulta
emocionante pero no en el modo en que estamos acostumbrado, ya que no toda emoción
en la vida es placentera y en este caso la producción busca incomodarnos tanto
como le es posible. La película arrastrar al espectador a una atmosfera que
resulta todo menos agradable, un viaje que no muchos podrán entender o
apreciar. Me siento muy mal por lo que voy a decir, como un pinche snob que
cree que su opinión está por encima de la de los demás, pero estoy consciente de
que eso es precisamente a lo que voy a sonar a continuación: Viene de Noche es una película que no
está hecha para cualquier tipo de público, es una experiencia reservada para aquellos
que reconozcan que el cine puede darnos posibilidades mucho más interesantes
que una simple forma de pasar el rato.
Viene de
Noche: 4/5. Muy Buena.
Mejor que: Avenida
Cloverfield 10 (2016). Que también es buena y maneja una atmosfera y trama relativamente
similares, pero mucho más ligeras y “comprensibles”.
No tan buena
como: La Bruja (2016). De nuevo, una atmosfera muy similar, pero esta sigue
siendo mi película de terror favorita de los últimos tiempos, aunque Viene de Noche es un cercano segundo
lugar.
Si me
disculpan, debo ir a llorar, comer helado y ver caricaturas hasta quedarme
dormido y así tal vez, sólo tal vez convencerme a mí mismo de que no soy un
snob egocéntrico, mamón y elitista.
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