En Hombre de Familia veremos la historia de
un padre y su intento por conectarse con su familia. Dane Jensen (Gerard
Butler) es un hombre exitoso que, a pesar de dar un muy buen estilo de vida a
su familia, su tiempo se ve por el trabajo, tanto dentro como fuera de su
oficina. Las prioridades dentro de la vida de Dane se ven radicalmente
alteradas cuando su hijo mayor es diagnosticado con cáncer. Ahora Dane deberá
decidir que es más importante en su vida, su éxito laboral o su familia.
La historia
de Hombre de Familia ya se ha visto
miles de veces, usualmente en películas familiares donde esta trama en particular
se ver relegada a un segundo plano para dar prioridad a otra historia, una que
usualmente involucra alguna mascota o algo así. La única particularidad de Hombre de Familia es que enfoca toda su atención
en la trama del padre adicto al trabajo y nunca se desvía de ese tema. Lo
anterior hace que la cinta, aunque no deja de ser una película familiar, tome
un tono mucho más serio que el que se podría esperar.
La película
intenta dar a su protagonista, y por extensión al espectador, cierto dilema
moral, pero por lo menos en mi opinión, esa disyuntiva nunca se plantea bien
del todo. El personaje de Gerard Butler se nos presenta como un hombre responsable
que genuinamente ama a su familia pero aun así la cinta decide pintarlo como un
culero cada que tiene la oportunidad, por ejemplo, al mostrarnos escenas donde
el personaje prefiere contestar llamadas de negocios en lugar de prestar atención
a su hijo enfermo ¡Cuando tanto él como su hijo están en el mismo cuarto! Este
contraste de motivaciones nunca se siente bien balanceado, volviéndolo a su vez
poco creíble.
El mensaje
de la película es bastante claro, haciendo que cierto personaje prácticamente lo
diga directo a la cara del espectador: Cosechas lo que siembras. La “moraleja”
de la historia puede parecer un poco inocente pero no deja de ser una lección agradable,
lo que me parece no tan claro y hasta un poco contradictorio es la forma en que
se implementa este mensaje. Parte del problema al que se enfrenta el
protagonista es que trabaja demasiado con tal de ganar suficiente dinero y
poder cuidar a su familia, lo cual lo deja con poco tiempo para convivir con
sus hijos ¿La solución? Aparentemente trabajar con la misma dedicación de siempre
pero sin esperar un pago monetario a cambio, lo cual de alguna forma no solo lo
deja con más tiempo libre sino que también ayuda a la recuperación de su hijo… ¿Qué?
Sé que suena extraño, pero si es que deciden ver la película entenderán un poco
mejor a lo que me refiero.
Si acaso el “crimen”
de Hombre de Familia es ser
extraordinariamente predecible, fuera de eso, la película no tiene algo que se
pueda considerar reprobable pero tampoco cuanta con algo que la haga destacar
de todas las historias con premisas similares. Hombre de Familia resulta completamente inofensiva pero también nada
memorable. Para bien o para mal el filme se verá condenado al olvido casi de
inmediato, aunque sin duda podrá resultar conmovedora para uno que otro
espectador.
Hombre de
Familia: 2/5. Meh.
Mejor que: Lo que de Verdad Importa (2017), Milagros del Cielo (2016)
No tan buena
como: Hombre de Familia (2000).
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