Cada quien tendrá
su favorita (la mía es El Rey León),
pero lo que es indiscutible es que la primera versión de La Bella y la Bestia de el Malvado Imperio Galáctico Disney
es una de las mejores películas animadas que existen, no por nada fue el primer
filme de animación nominado a mejor película en los Oscares. Con un legado tan
fuerte de la cinta original, lo primero que me viene a la mente al pensar sobre
la nueva versión “live action” de La
Bella y la Bestia es que resulta una de las producciones más innecesarias
que jamás se hayan hecho, después de todo no es como que la versión animada se
haya perdido en las arenas del tiempo y una nueva interpretación sea realmente
necesaria, después de me doy cuenta que la primera versión fue hace 26 años, me
siento extremadamente viejo y con ello decido darle el beneficio de la duda a
la nueva película.
En La Bella y la Bestia veremos la
conmovedora historia de una chica que sufre un grave caso de síndrome de Estocolmo.
Bella (Emma Watson) es una chica que vive en un pequeño pueblo de Francia y que
sueña con más que una tranquila vida provincial. Por asares del destino, el
padre de Bella es capturado por un monstruo que en realidad es un príncipe que
se encuentra bajo una poderosa maldición. Para poder liberar a su padre, Bella
toma su lugar como prisionera de la bestia y poco a poco aprenderá que bajo la grotesca
figura del monstruo existe algo mucho más humano.
Aquí viene
la cantaleta de diario ¿Si no vas a hacer nada nuevo con una historia ya vista,
para que rehacerla? Aunque no es una reconstrucción cuadro por cuadro de la versión
original, La Bella y la Bestia (2017)
es esencialmente la misma historia punto por punto, agregando unos cuantos
detalles que no alteran mucho la trama original. Tanto para Bestia como para
Bella se nos deja ver un poco más sobre su pasado, y aunque estos detalles si
logran cubrir medianamente algunos agujeros en trama de la versión original, en
realidad se sienten como respuestas a preguntas que nunca nadie tuvo.
Otro muy
ligero detalle extra es que se suman algunas canciones nuevas a la ya de por si
excelente banda sonora, melodías que se integran bastante bien a el resto de
canciones, las cuales en este caso si son una recreación nota por nota de sus
versiones originales, lo cual, y para perder toda credibilidad al contradecirme
a mí mismo, me resulta un acierto ya que gran parte del éxito de la versión original
se debe a sus muy memorable música.
Me la he
pasado comparando esta nueva interpretación del clásico animado con su
antecesora, pero eso se debe a que la propia película hace lo mismo todo el
tiempo. La Bella y la Bestia, más que
una película, se siente como una obra de teatro que intenta reproducir a la perfección
a la caricatura, lo cual hace bastante bien mediante hermosos vestuarios,
elaborada escenografía y una amplia dosis de efectos especiales. La película cumple con su cometido de recrear una historia clásica, pero eso
es lo único que hace sin agregar nada nuevo. La Bella y la Bestia simplemente es otra versión del cuento de
hadas, una que resulta buena a secas y que es una opción más de donde elegir,
aunque si me preguntan, yo me quedo con la versión animada cualquier día de la
semana.
La Bella y
la Bestia: 3/5. Buena.
Mejor que:
Alicia en el País de las Maravillas (2010), Cenicienta (2015), Mi Amigo el Dragón
(2016).
No tan buena
como: Alicia a través del Espejo (2016), El Libro de las Selva (2016), Maléfica
(2014).
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