Es ridículo
pensar que TODA película debe ser amada por TODO tipo de público, después de
todo un mundo donde toda la gente comparte exactamente los mismos gustos seria
extraordinariamente aburrido. Lo anterior es mi sutil forma de decir que,
aunque DESPRECIO apasionadamente la franquicia de Resident Evil (en el cine), entiendo perfectamente que hay quienes
disfrutan de esta serie, no por nada Resident
Evil: El Capítulo Final es la sexta entrega de la serie. Puede que en el
cine el nombre de Resident Evil sea
medianamente reconocido a lo largo de sus quince años de trayectoria, pero en
mi opinión, la serie es el ejemplo más claro de una saga que desde un inicio
tomo rumbo fijo de Guatemala a Guatepeor sin nunca mirar atrás.
En Resident Evil: El Capítulo Final veremos
la más reciente aventura de Alice contra la malvada corporación Umbrella.
Durante un largo tiempo de luchar en contra la pandemia global causada por el
mortal Virus T, Alice (Milla Jovovich) se entera de que existe una forma de
erradicar la plaga por completo. Para poder encontrar y propagar un antivirus,
Alice deberá regresar a Raccon City, donde todo comenzó, y poner fin a los remanentes
que aún existen de la corporación Umbrella para salvar lo poco que queda del
mundo.
Creo que hay
que dar honor a quien honor merece, en este caso a al director y guionista Paul W. S. Anderson, ya que tener seis películas
bajo el cinturón y aun así ser incapaz de desarrollar a una protagonista
interesante debe requerir un nivel de incompetencia excepcional. Seis películas
en una misma historia y Alice sigue siendo tan intrigante como un frasco de
mayonesa vacío, usando la terriblemente “fácil” excusa de la amnesia, recurso
que puede servir para dar tonos de misterio a un personaje cuando se hace de
manera adecuada, pero ese no es el caso aquí. Cierto, El Capítulo Final nos da respuestas en cuanto al enigmático pasado
de la protagonista, es una lástima que esas respuestas no sirvan para hacer ni
remotamente más interesante a Alice y que, además de todo, parecen sacadas apresuradamente
de absolutamente ningún lugar, cual mamá en domingo tratando conseguir una
cartulina para la tarea de su hijo que debe entregar al día siguiente.
Lo entiendo,
tal vez el imbécil soy yo por querer ver personajes interesantes en una película
de Resident Evil, después de todo el
atractivo principal de la serie son las escenas de acción, o por lo menos eso
estaría dispuesto a pensar de no ser que incluso en este departamento la película
es un desastre. No se trata de que las escenas de acción sean extraordinariamente
ridículas (porque indudablemente lo son), de hecho diría que son moderadamente
entretenidas, o mejor dicho, lo serian si no fuese por la horrenda forma de
editarlas. No sé si la culpa sea del propio director o el editor del filme,
pero el punto es que la película parce tener miedo de mantener un solo cuadro
por más de un segundo durante las escenas de acción, saltando erráticamente de
un lado para otro sin ningún motivo, provocando que la acción sea una horrible
masa incomprensible que no tiene ni pies ni cabeza y que, por si fuera poco,
parece tratar de darnos un ataque de epilepsia, lo cual no logro conmigo pero
si llego a causarme un moderado dolor de cabeza. No, no es broma, Resident Evil: El Capítulo Final es tan
mala que me causo dolor físico (ya ni hablemos del emocional).
Estuve a
punto de odiar por completo Resident
Evil: El Capítulo Final, pero la única razón por la que no pude hacerlo
(por lo menos totalmente) es que logra su cometido de atar cabos sueltos a una
historia que, quiero imaginar, sí debe tener bastantes seguidores. La resolución
de toda la serie puede ser torpe y acelerada, pero por lo menos puede tomarse
como un final, al menos parcialmente ya que, aunque la historia principal sí
llega a un desenlace, se dejan unos cuantos detalles sueltos por si alguien lo
suficientemente desesperado decide seguir con esta fosa séptica de franquicia
en un futuro. Lo único que convertiría a Resident
Evil: El Capítulo Final en algo medianamente redimible seria si, como
implica el título, esta fuese verdaderamente la última entrega de esta
franquicia, por lo menos durante un largo tiempo, ya que estoy casi seguro que
veremos un remake de la serie en el futuro. Por ahora solo me queda llorar y
esperar ver como el mismo equipo de imbéciles decide destrozar otro de mis videojuegos
favoritos cuando Paul W. S. Anderson y compañía destrocen por completo la serie
de Monster Hunter (es en serio, el
mismo equipo “creativo” va a encargarse de esa adaptación cinematográfica).
Resident
Evil: El Capítulo Final: 1/5. Mala.
Mejor que:
Max Steel (2016) Sé que eso y nada es casi lo mismo, pero que se le va a hacer…
No tan buena
como: Inframundo Guerras de Sangre (2016), El resto de películas de Resident
Evil (2002 – 2012).
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