Tal vez no
nos guste admitirlo pero todo el mundo, en algún momento u otro, por lo menos hemos
pensamos en romper las reglas, sin embargo hay algo que usualmente pasamos por
alto: para romper las reglas primero hay que conocerlas. Últimamente El
Malvado Imperio Galáctico Disney ha optado por subvertir sus propias fórmulas
clásicas en cuanto a películas animadas se refiere, con ello dándonos una gran
bocanada de aire fresco y una necesaria evolución a la casa de Mickey Mouse.
Aunque Disney no haya tenido cambios demasiado radicales, lo cierto es que
últimamente se ha permitido experimentar un poco más con sus historias, ahora
con Moana, nos recuerda que de vez en
cuando no está mal regresar a tus raíces.
En Moana veremos las aventuras de una chica
que intenta salvar a su pueblo con la ayuda de un semidiós. Moana es una chica
que vive en una isla y que está destinada a ser la gobernante de su pueblo.
Cuando un extraño mal parece atacar la isla, Moana decide embarcarse en busca
de una solución que pueda salvar a su gente, para lo cual primero debe encontrar
al arrogante semidiós Maui y tratar de convencerlo de ayudarla.
La
estructura de la historia en Moana
casi da un sentimiento de “Déjà vu”, principalmente con (pero
no limitándose a) La Sirenita, incluyendo cuarto secreto de cachivaches y
toda la cosa. Tal vez en su momento no me era tan notorio, pero hoy en día me
cuesta trabajo pasarlo por alto; en la gran mayoría de películas animadas de
Disney los protagonistas siempre van en busca de sus sueños, lo cual no es un
mensaje malo en lo absoluto, pero usualmente esto siempre a costa de abandonar
sus responsabilidades (sé que eso me hace sonar como un adulto amargado y
aburrido, lo cual me horroriza tanto o más que a ustedes). Este elemento también
se ve presente en Moana, pero a diferencia de otras historias de Disney,
la búsqueda de la protagonista se encuentra en un punto medio, balanceando tanto
sus deseos personales como sus responsabilidades como líder de todo un pueblo,
lo cual me parece un desarrollo de personaje mucho más convincente.
La música
es bastante buena y se mezcla muy bien con la estética visual del filme, la
cual es una representación de la cultura polinesia, pero para bien o para mal
ninguna de las melodías se quedan grabadas en la mente del espectador. Lo
anterior no significa que los números musicales sean mediocres, de hecho la
banda sonora intenta darnos algunas melodías que no esperaríamos, como lo es la
canción de “villano” más animada y movida dedicada a un antagonista que pueda
recordar. Por lo menos para mí, lo más cercano a una canción verdaderamente
memorable es “De nada” en la que se presenta al personaje Maui, que si bien no
es ningún “Hakuna Matata” o “Quiero ser”, logra dejar un buen sabor de boca.
Como
ya dije en un principio, la trama utiliza una estructura bastante común lo cual
le da una gran familiaridad al espectador, desafortunadamente con ello también se
heredan los problemas que dicha estructura conlleva. Lamentablemente hablar de
estas fallas sería arruinar el clímax de la cinta, pero debo decir que el
tercer acto, aunque adecuado, cae en el cliché e incluso se siente un poco
apresurado, haciéndonos pensar que por lo menos un par de escenas fundamentales
para la historia fueron excluidas de la película con tal de reducir por un par
de minutos la duración del filme.
Moana logra encontrar un punto medio entre el
Disney “clásico” y el “subversivo” (inclinándose un poco más por la primera
vertiente), dándole un toque de pintura fresca a una formula gastada, una de
manera tal vez superficial pero que gracias a ello aun nos deja ver una historia
reconocible. Es un poco injusto comparar este filme con los demás producciones en
este año por parte de Disney ya que Moana es el menos interesante, pero
eso no significa que la película sea mala, lo que significa es que Disney ha
tenido un 2016 bastante bueno. Irónicamente, la aparente sencillez de Moana
es precisamente lo que me parece más atractivo, y aunque tanto Zootopia
como Buscando a Dori son mejores películas, Moana es la cinta que
más probablemente vuelva a ver en algún momento u otro.
Moana:
3/5. Buena.
Mejor
que: Hércules (1997), Valiente (2012).
No
tan buena como: Frozen (2013), Zootopia (20169, Buscando a Dori (2016).
Comentarios