Sin meternos
muy a fondo en el tema, quiero que piensen en los colores primarios. En teoría,
la combinación de estos elementos entre sí puede darnos como resultado una gran
variedad de otros colores pero las bases no cambian, la gran gama de colores y
tonalidades de los mismos se desprenden de los mismos colores primarios (no se
molesten en decirme lo equivocado que estoy en esto y que no sé nada de teoría del
color, solo estoy tratando de ilustrar un punto). Así mismo en el cine, o
cualquier otro medio narrativo si a eso vamos, la combinación de varios
elementos conocidos pueden darnos como resultado algo nuevo, si no en tema por
lo menos en forma. Todo lo anterior es una forma para defender un poco a Miedo Profundo, porque sé que cuando les
diga que se trata de un filme acerca de un tiburón asesino lo primero que harán,
inevitablemente, es pensar en Tiburón
(por lo menos eso fue lo que yo hice), y aunque sí existen elementos en común, Miedo Profundo no es ni pretende ser una
copia del clásico de Steven Spielberg.
En Miedo
Profundo veremos la desesperada lucha de una mujer por sobrevivir al ataque de
un tiburón. Nancy Adams (Blake Lively) es una joven estudiante de medicina que
esta ´pasando por un difícil problema personal. Para despejar su mente, Nancy
viaja a una remota y secreta playa en Brasil para practicar un poco de surf,
pero lo que debería ser un tranquilo viaje para descubrirse a sí misma rápidamente
se convierte en una pesadilla cuando la joven es atacada por un tiburón.
La película
comete un error bastante común en la actualidad o mejor dicho la mercadotecnia
es quien mete la pata a la hora de vendernos la cinta. Tanto el trailer como
posters e incluso el mismo nombre de la película (por lo menos la forma en que
se tradujo en nuestro país) nos sugiere que Miedo
Profundo es una película de terror, y aunque si presenta algunos toques de
este género, lo cierto es que la película se inclina mucho más al suspenso que
al horror. La forma en que se promociona la película se siente como si fueras a
un puesto que dice vender tacos y descubres que en realidad venden lonches, el
resultado final puede ser igualmente satisfactorio pero no dejas de sentir que
fuiste un poquito engañado a causa de la falsa publicidad.
La historia
es tan simple como lo que ya les describí, lo cual tal vez sea del desagrado de
muchos. No esperen una trama con grandes giros inesperados, en verdad el filme
solo trata de una chica tratando de sobrevivir a una muy precaria situación
pero la forma en que se desarrolla esta muy simple historia es bastante
entretenida. La primera parte de la película nos da un fuerte contraste con el
resto del filme, ya que ese primer acto parece sacado de algún video musical o algún
comercial turístico que promueve una paradisiaca playa del caribe. Es
interesante como elementos como la blanca arena, sol y un hermoso mar que
podrían formar una postal perfecta se convierten rápidamente en un paraje
peligroso y desolado al introducir una fuerza no del todo externa en la forma
de un tiburón.
La premisa
de Miedo Profundo es bastante simple,
tal vez demasiado para algunos. El disfrutar o no del filme dependerá casi por
completo de si el espectador puede identificarse aunque sea un poco con el
personaje principal y su menos que ideal situación, lo cual tal vez no sea tan fácil
de lograr para todo el mundo. El filme tiene más en común con cintas como 127 Horas que una película de terror, así
que si entran al cine con eso en mente no saldrán decepcionados. Sinceramente
creo que esta película es mucho mejor de lo que su muy simple premisa nos podría
hacer pensar. Tal vez no es una visita obligada, pero definitivamente puede ser
un entretenido rato en el cine.
Miedo
Profundo: 3/5. Buena.
Mejor que: Prácticamente
todas las secuelas de Tiburón.
No tan buena
como: Tiburón (1975).
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