La versión
original de Mi Amigo el Dragón tiene
un lugar muy especial en pequeño y marchito corazón. No es ni de cerca una de
mis películas favoritas pero si es uno de mis primeros recuerdos relacionados
con el cine. Vagamente recuerdo haber visto la película repetidamente en casa
hasta que la cinta del videocasete quedó prácticamente inservible (para los que
no saben, un videocasete es una pieza de tecnología antigua que se usaba en
tiempos remotos para almacenar audio y video). Sinceramente nunca consideré que
el filme se pudiera clasificar como un clásico, por lo que me sorprendió un
poco descubrir que el Malvado Imperio Galáctico Disney preparaba una
nueva versión, una que pienso igualmente me habría fascinado si tuviese una vez
más o menos unos 5 años.
En Mi Amigo el Dragón veremos la historia
de un niño y su muy inusual mascota. Pete (Oakes Fegley) es un niño que se
pierde en el bosque tras un aparatoso accidente automovilístico. Lo que debería
ser prácticamente una sentencia de muerte para el pequeño niño se convierte en
una gran aventura cuando se topa con una creatura extraña muy similar a la de
un dragón a quien nombra Elliot. Tras varios años de vivir juntos en el bosque,
Pete y Elliot se topan con un grupo de leñadores quienes son sorprendidos por
el mítico Elliot.
Lo más
curioso de esta nueva versión de Mi Amigo
el Dragón es que arranca de manera muy distinta a la original, dándonos una
visión más parecida a una película de Tarzán que al filme de 1977, un cambio
bastante inesperado, no sabría decir que sea precisamente uno necesario pero
sin duda le da una vista diferente a la historia original. Esta perspectiva
continua por buena parte del filme, en la que Pete es reintroducido a un
pequeño pueblo después de haber pasado mucho tiempo alejado de la civilización.
El nuevo
diseño de Elliot es bastante interesante. Hasta mi mente infantil de ese
entonces debía admitir que el Elliot original se veía bastante ridículo, simpático
y tierno, pero definitivamente muy ridículo. El nuevo diseño del dragón
mantiene un aire bastante amigable, pero también puede ser un tanto amenazador
cuando la historia necesita que lo sea, dándole un aspecto mucho más orgánico, haciéndolo
ver como una creatura no precisamente realista pero si más fácil de relacionar
con un animal salvaje de verdad. Si acaso como adulto amargado que soy, mi única
queja con el diseño de Elliot es que parece más un gato con alas que un dragón,
por lo que tanto su rostro como su color me hacen pensar en un muñeco gigante
de Cringer de He-Man a quien alguien le agrego alas.
La película es
una típica historia de “el niño y su mascota mágica”, un relato que hemos visto
muchas veces en el pasado, una fórmula que esta nueva versión de Mi Amigo el Dragón se limita a seguir al
pie de la letra, lo cual hace de manera efectiva pero desafortunadamente no agrega
absolutamente nada nuevo a dicha fórmula. Me duele tener que admitirlo, pero el
título del filme es solo una excusa para llamar la atención. La película bien podría
haberse llamado “Juanito y su Dinosaurio” y el resultado hubiera sido
exactamente el mismo.
Tal vez
crean que mi nostalgia es la que me pone a la defensiva pero créanme que no es
el caso. Yo soy el primero en admitir que Mi
Amigo el Dragón original no ha envejecido con nada de gracia y que la razón
de mi gusto por la cinta se debe al recuerdo de la niñez más que por la calidad
de la película, pero que si la viera por primera vez hoy ,no quedaría ni moderadamente
impresionado; Mi Amigo el Dragón de
2016 tiene más o menos el mismo problema, el adulto sin sentimientos que soy me
hace ver una película bastante común, para los estándares actuales por lo
menos, pero estoy seguro de que si fuera un niño otra vez amaría este filme y
lo vería una y otra vez hasta rayar tanto el DVD quedase inservible. Entretenida
para toda la familia pero no presenta nada que no se haya visto antes, aun así
vale la pena darle una oportunidad.
Mi Amigo el Dragón:
2/5. Meh.
Mejor que:
Cenicienta (2015), Alicia en el País de las Maravillas (2010)
No tan buena
como: El Buen Amigo Gigante (2016), El Libro de la Selva (2016).
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