Dentro de una misma sociedad el sentido del humor es extraordinariamente diverso y variante entre un individuo y otro, en otras palabras (palabras que repito con demasiada frecuencia), lo que es gracioso para una persona puede no serlo para otra. Lo anterior se ve aumentado aún más cuando hablamos de culturas diferentes, por ejemplo el humor japonés puede llegar a ser casi incomprensible debido a su fuerte carga cultural, por lo menos eso quiero creer ya que de lo contrario Tiempo de Cambio (Around Shimanto)es probablemente la comedia menos graciosa que haya visto en mi vida.

En Tiempo de Cambio veremos como un grupo de amigos enfrentan justos sus respectivas “crisis de la mediana edad”. Akira (Yuusei Nishimura) regresa a su pueblo natal cuando se entera que su padre no se encuentra del todo bien de salud. Durante su visita a Shimanto, Akira se reencuentra con varios de sus amigos de la preparatoria, con los que no solo comparte la nostalgia de sus días como estudiante, sino que todos se sienten unidos por una gran decepción sobre ellos mismos y el momento en el que están situadas sus vidas. El grupo de amigos buscaran la forma de despertar en sí mismos la pasión que sentían por la vida cuando eran jóvenes y para ello deciden entrar a una competencia de ciclismo.

Como dije al principio, Tiempo de Cambio es una comedia bastante mala, esto se debe a un muy alto muro cultural que representa la sociedad japonesa (o eso espero, de lo contrario tal vez más de una persona podría acusarme de ser racista) lo cual es decepcionante por ningún otro motivo de que el material promocional del filme nos dice que la producción es de corte cómico, sin embargo la cinta no carece de fortalezas. Tal vez sea deba a causa de mi propia miopía cultural pero en mi opinión Tiempo de Cambio tiene mucho más en común con un drama que con una comedia.

Si bien el filme puede clasificarse más como un drama, nunca llega a extremos demasiado melodramáticos o que rayen en lo telenovelesco. Cada personaje parece lidiar con una crisis existencial muy particular, algunos de estos problemas son mucho más serios que otros, pero todos los involucrados tienen en común el hecho de querer ayudarse a lidiar con sus problemas gracias a la amistad que hay entre el grupo.

Desafortunadamente el filme no logra evitar caer en algunos clichés asociados con películas deportivas, como un dilema que en un principio hace parecer que un miembro del equipo abandona al resto solo para cambiar de opinión en el último minuto y reunirse con su equipo para salvar el día. Otra particularidad es precisamente el tono que  se maneja a la hora de presentar el propio evento deportivo. Usualmente las películas cuyo clímax se desarrollan en una competición atlética normalmente están llenas de emocionante acción, lo cual no sucede en esta cinta pero esto no es nada malo, al contrario, la tonalidad tranquila junto con la hermosa fotografía de los paisajes de Shimanto proyectan sensación de tranquilidad perdiendo así la “emoción” de una carrera pero a cambio dándonos un tranquilo y agradable paseo en bicicleta en una pequeña localidad nipona.

A final de cuentas Tiempo de Cambio es una cinta entretenida aunque no particularmente graciosa. Puede que una trama ligera que se torna bastante tierna en momentos y una historia simple pueda que no suenen demasiado atrayentes, pero la verdad es que el filme resulta bastante agradable, si acaso no tan memorable. Y quien sabe, tal vez más de uno si le encuentre lo gracioso a la comedia y simple sea yo el amargado incapaz de reconocer el humor de la película.

Tiempo de Cambio: 2/5. Meh.