Estamos
acostumbrados a ver todo tipo de grandes historias en el cine, relatos llenos
de drama, acción, romance, efectos especiales vistosos, actores famosos y otros
elementos que nos hacen pensar que entre
más épica sea la producción mejor es el resultado final, pero ese no es siempre
el caso. No toda película requiere de una súper producción, así como no toda
historia necesita ser una epopeya legendaria para ser interesante, un ejemplo
de esto es Oshin, una cinta sencilla
pero envolvente.
En Oshin veremos la historia de una pequeña
niña y las muchas dificultades que se le presentan a una muy temprana edad. Durante
un difícil invierno, la pequeña Oshin (Kokonoe Hamada), una niña de siete años,
es obligada a dejar a sus padres y hermanos para trabajar en la residencia de una
adinerada familia. Sola y asustada, Oshin se enfrentara a un duro mundo para el
que aún no está preparada.
La historia
se desarrolla de una manera peculiar. No se trata de que la trama sea confusa o
presentada de una manera experimental sino que prácticamente se trata de tres
historias diferentes, todas ellas protagonizadas por el mismo personaje y cada
una de estas tramas bastaría para hacer una película por si sola. Las tres historias
si cuentan con un hilo conductor entre ellas pero al mismo tiempo no dejan de
sentirse un poco separadas unas de otras, casi como si viéramos tres capítulos distintos
de una serie de televisión, un presentimiento adecuado, ya que después del riguroso
trabajo de investigación que me caracteriza (15 segundos de búsqueda en Google)
pude darme cuenta de que el filme está basado en una popular serie de televisión
japonesa del mismo nombre: Oshin.
Lo que une a
estas historias es la propia Oshi y ver como la niña enfrenta cada situación que
se le presenta, lo cual es el punto más fuerte del filme. Usualmente ver niños
como personajes principales en una historia es un poco difícil de soportar (por
lo menos para mí), ya que normalmente se presentan a estos personajes exagerado
radicalmente sus características, ya sea su inocencia o su actitud positiva, algo
que usualmente los hace ver demasiado irreales para mi gusto, por suerte ese no
es el caso en Oshi. El personaje principal está muy bien caracterizado, lo cual
lo hace sentir bastante real y nos hace pensar que Oshi es una persona real y
no un personaje de ficción. La niña es inocente pero no tonta y sabe perfectamente
cuando una situación no le es favorable y actúa de la misma manera en que un
niño lo haría en las mismas circunstancias. De igual manera Oshin no es ajena a
cometer errores debido a su corta edad y a enfrentar las consecuencias de sus
actos sin intentar de esconderse detrás de su ingenuidad.
Otro aspecto
destacable es la fotografía utilizada en la cinta. Las montañas completamente
cubiertas por la nieve son simplemente hermosas, algo que se utiliza para dar
simbolismo al filme y no ser solo un simple escenario donde se desarrolla la
historia. La imagen de Oshin caminando completamente sola en la nieve es una
imagen recurrente pero que logra expresar interpretaciones diferentes dependiendo
del momento en la vida de la protagonista.
A veces
olvidamos que muchas situaciones no son tan únicas como en un principio
pensamos, la misma premisa con que comienza Oshin
es un recordatorio de esto. Una niña que debe dejar sus estudios y salir a
trabajar para apoyar a su familia es algo que escuchamos con frecuencia en la
actualidad y aun así aquí tenemos esta misma historia situada en un tiempo y
lugar completamente ajeno a nosotros pero cuyas circunstancias no dejan de
recordarnos nuestro propio entorno. La historia de Oshin es un retrato de la
vida misma, con sus momentos trágicos, sí, pero no por ello carente de alegrías.
Personalmente creo que la palabra “conmovedora” es bastante sobreexplotada a la
hora de describir un drama y aun así no encuentro ningún otro calificativo para
describir Oshin. Verdaderamente vale
la pena ver esta película.
Oshin: 4/5.
Muy buena.
Si te gustó,
considera ver: La Tumba de las Luciérnagas (Hotaru No Haka)(2005)
Comentarios