¿Qué es una película
“tipo B” o “serie B”? Podría darles mi propia definición y dejarlos aún más confundidos
que antes de escuchar la explicación (ya saben que la elocuencia no es
precisamente lo mío), así que haciendo gala del profesionalismo que siempre me
ha caracterizado, le daré copiar y pegar a la definición que nos da Wikipedia, como
ya saben, la única fuente de información fidedigna creada por el hombre: “El cine
B o cine serie B es un tipo de cine comercial de bajo presupuesto (…). El
término connota la percepción negativa que el público general tenía hacia el
cine; el cual se consideraba inferior, al punto de ser ignorado por los
críticos”. La razón de esta pequeña capsula informativa se debe a que, para
hablar de 12 Horas para Sobrevivir: El
año de la Elección es importante tener en cuenta que, para fines prácticos,
esta película puede clasificarse perfectamente como “Cine serie B”.
12 Horas para Sobrevivir: El Año de
la Elección es un
interesante documental sobre las próximas elecciones presidenciales de Estados
Unidos. La senadora Charlie Roan (Elizabeth Mitchell) es candidata a la presidencia de
Estados Unidos y su principal propuesta es eliminar el día festivo conocido
como “La Depuración”, una fiesta nacional donde todo el crimen, incluyendo el asesinato,
se vuelven legales durante 12 horas. Viendo a la senadora como una amenaza, sus
adversarios políticos deciden que la noche de “La Depuración” es la ocasión
perfecta de eliminar a la problemática candidata. Ahora si Charlie quiere hacer
un cambio positivo en la sociedad de su país primero deberá sobrevivir a la
noche más violenta de su vida.
Lo primero con
lo que nos topamos es con el comentario sociopolítico que nos brinda el filme
con la misma sutileza de un ladrillo arrojado al rostro. Este subtexto podría
hacernos pensar que la película es un cuidadosos estudio sobre las tenciones políticas
que tienen nuestros vecinos del norte pero esto es solo parcialmente cierto ya
que ese contexto es una excusa para presentarnos una cinta de acción con uno
que otro toque de terror que, a pesar de tomar un tema delicado, no tiene
miramientos en ser antes que otra cosa un divertimento absurdo, entretenido y,
más importante que todo, una historia que no se toma en serio a sí misma, en
muchas ocasiones acercándose peligrosamente al género de parodia.
Las
actuaciones son adecuadas… para una película tipo B. Ninguno de los actores va
a ganar un premio por su trabajo en este filme, no tanto porque sean malos en
su trabajo sino que el guion les da líneas extraordinariamente ridículas y no
digo esto como un insulto. Prácticamente todos los diálogos son horrendos y no
sé si fuese a propósito o no, pero tanto las palabras que pronuncian los
personajes como la forma en que las dicen hacen que sea prácticamente imposible
tomarlos en serio. La verosimilitud de los personajes definitivamente no es la
prioridad de la cinta.
El escenario
nos arroja mucho conceptos interesantes y para bien o para mal (para bien si me
preguntan a mi) no se da a la tarea de profundizar demasiado en ninguno de ellos ya que, como mencione
antes, todos estos detalles no son más que el trasfondo de la trama que, aunque
no se tomen tan en serio, no significa que no tengan algo importante e
inteligente que decir. Política, lucha de clases, practicas capitalistas, psicología
barata, racismo, fanatismo religioso, prácticamente no existe un tema que la
cinta no toque con el mismo tono de solmena ridiculez.
El disfrutar
de una película de serie B es un gusto adquirido, lo cual significan que
definitivamente no es algo para todo el mundo. Ya he gastado mucho esta analogía
en el pasado pero sigue siendo la más efectiva para describir una cinta de este
tipo. Ver 12 Horas para Sobrevivir: El
Año de la Elección es como consumir comida chatarra, comida asquerosamente
grasosa, que tapa tus arterias a cada delicioso y dañino mordisco, con escaso o
nulo valor nutricional pero que comer muy ocasionalmente no es tan malo.
Definitivamente el filme es uno de mis favoritos en lo que va del año PERO (y
este es un gran, gran “pero”) no se confundan, esta película es una de las
peores del 2016 y aun así es bastante recomendable, no para ver en el cine ya
que es una de esas cintas que inmediatamente olvidas en el momento en que das
un paso fuera de la sala de cine. La mejor manera de ver esta película es en
casa, de preferencia rodeado de amistades, botanas y alcohol en abundancia. No
creo que sea un clásico del género, pero definitivamente 12 Horas para Sobrevivir: El Año de la Elección es una buena forma
de adentrar a alguien en el maravilloso mundo de películas de serie B, películas
que en muchas ocasiones se pueden describir como “son tan malas que son buenas”.
12 Horas
para Sobrevivir: El Año de la Elección: 1/5. Mala.
Mejor que:
Londres Bajo Fuego (2016), La Noche de la Expiación (2013) (Ni idea de porque
le cambiaron tan radicalmente el nombre aquí en México), Día de la Independencia: Contraataque (2016)
(Que trata de capturar el mismo estilo de cine B pero no lo hace tan bien).
No tan buena
como: 12 Horas para Sobrevivir (2014).
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