El legítimo orden comiqueril

NOTICIAS
author image |agosto 30, 2016

 
Así como no se deba juzgar a un libro por su portada, no hay que juzgar una película por su trailer, lo cual es más difícil hacer que decir. No creo que en la industria del cine exista algo más engañoso y poco confiable que un trailer ya que esa herramienta de mercadotecnia puede ser usada para vendernos películas malas con excelentes trailers (*COF* Escuadrón Suicida *COF*)  y en algunos casos logra esconder buenas películas con trailers malos o por lo menos nada impresionantes, por ejemplo, si me hubiera guiado por el trailer de El Club de las Madres Rebeldes pensaría que se trata de una de tantas comedias que “trata con demasiada fuerza” con su humor y que falla miserablemente, pero esa primera impresión estaría bastante errada ya que, aunque la película no es para todo el mundo, definitivamente es una comedia bastante divertida.
En El Club de las Madres Rebeldes veremos las desventuras de un grupo de mujeres que tienen que lidiar con los descomunales retos que implica la maternidad. Amy Mitchell (Mila Kunis) es una joven mamá que hace todo lo que puede por darles la mejor vida posible a sus hijos, al mismo tiempo que debe esforzarse en un trabajo donde no es del todo apreciada y por si fuera poco también tiene que tratar con un esposo egoísta. Tras un muy mal día, Amy decide que la presión laboral, personal y social son demasiado para ella, por lo que decide mandar todo al diablo y no tomarse todo tan en serio aunque esto la convierta ante los ojos de los demás en una “mala madre”.
Mila Kunis es un caso curioso ya que, aunque no se podría considerar una comediante como tal, su trabajo de actriz es mucho mejor cuando se utiliza en una comedia (todos recordamos el desastre que se vuelve cuando trata con papeles más “serios”), aun con esto no creo que Kunis sea capaz de soportar una producción por si sola y por suerte en El Club de las Madres Rebeldes no debe de hacerlo ya que cuenta con un extraordinario reparto. Puede que la gran mayoría de personajes de apoyo caigan en ciertos estereotipos (sobre todo la antagonista) pero el humor logra centrarse precisamente en la interacción entre personajes, tanto el choque como la complementación de personalidades tan diferentes y, al mismo tiempo, todas con el hilo conductor de la maternidad y las distintas formas en que cada una de ellas maneja tal faceta de su vida.
El humor puede caer fuera de lo que usualmente se ve en una “chick flick” pero es precisamente esto lo que distingue a la película del resto. La cinta no teme rayar en lo vulgar y lo ofensivo pero al mismo tiempo nunca cruza esa línea, lo cual en mi opinión es un gran acierto. Muchas otras “comedias” piensan que el ser ofensivo es suficiente para hacer reír, lo cual no es ni remotamente cierto, y por suerte El Club de las Madres Rebeldes tiene esto en mente todo el tiempo y no utiliza este recurso. Sí, el filme hace referencias sobre drogas, alcohol y sexo pero no con el fin de provocar “shock” al espectador sino de hacerlo reír con las divertidas situaciones que todas esas situaciones implican.
Si he de encontrar un “negrito en el arroz” (y ese es más o menos el punto de una crítica) es que la historia en sí misma es bastante convencional. La trama se presenta y se desarrolla como una típica “sitcom”, donde la resolución a cada problema puede llegar a ser predecible y al final se reestablece cierto status quo, sobre todo en un final desmedidamente feliz, lo cual no tiene nada de malo. Sólo un amargado como yo podría contar un final feliz como algo malo, pero en realidad el desenlace no demerita en nada a la trama ni al humor de la cinta y eso es lo más importante.
Tengo que darle muchísimo crédito a esta película tomando en cuenta que yo no soy NI DE CERCA el público objetivo que intenta alcanzar y aun así no solamente pudo mantener mi interés sino que también logro hacerme reír bastante. Otro aspecto que debo aplaudir al filme es que, a diferencia de muchas otras películas “Chick Flicks”, nunca se vuelve condescendiente con su tema, tal vez en ocasiones se acerca mucho a lo “tierno” pero nunca cae en el territorio de lo desmedidamente meloso (tal vez con excepción de los créditos finales). El Club de las Madres Rebeldes es una comedia que aplaude y al mismo tiempo satiriza lo que implica la maternidad y al hacerlo logra un balance bastante agradable entre ambas perspectivas. Definitivamente vale la pena ver esta película en el cine, diría que acompañado de sus madres (sin albur), pero eso depende completamente de que tan a gusto se sientan en ver una película con humor un tanto subido de tono junto a la mujer que los trajo al mundo.

El Club de las Madres Rebeldes: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Día de las Madres (2016), Cómo ser Soltera (2016).
No tan buena como: Chicas Pesadas (2004).
author image |agosto 25, 2016

 
¿Qué es una película “tipo B” o “serie B”? Podría darles mi propia definición y dejarlos aún más confundidos que antes de escuchar la explicación (ya saben que la elocuencia no es precisamente lo mío), así que haciendo gala del profesionalismo que siempre me ha caracterizado, le daré copiar y pegar a la definición que nos da Wikipedia, como ya saben, la única fuente de información fidedigna creada por el hombre: “El cine B o cine serie B es un tipo de cine comercial de bajo presupuesto (…). El término connota la percepción negativa que el público general tenía hacia el cine; el cual se consideraba inferior, al punto de ser ignorado por los críticos”. La razón de esta pequeña capsula informativa se debe a que, para hablar de 12 Horas para Sobrevivir: El año de la Elección es importante tener en cuenta que, para fines prácticos, esta película puede clasificarse perfectamente como “Cine serie B”.
12 Horas para Sobrevivir: El Año de la Elección es un interesante documental sobre las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. La senadora Charlie Roan (Elizabeth  Mitchell) es candidata a la presidencia de Estados Unidos y su principal propuesta es eliminar el día festivo conocido como “La Depuración”, una fiesta nacional donde todo el crimen, incluyendo el asesinato, se vuelven legales durante 12 horas. Viendo a la senadora como una amenaza, sus adversarios políticos deciden que la noche de “La Depuración” es la ocasión perfecta de eliminar a la problemática candidata. Ahora si Charlie quiere hacer un cambio positivo en la sociedad de su país primero deberá sobrevivir a la noche más violenta de su vida.
Lo primero con lo que nos topamos es con el comentario sociopolítico que nos brinda el filme con la misma sutileza de un ladrillo arrojado al rostro. Este subtexto podría hacernos pensar que la película es un cuidadosos estudio sobre las tenciones políticas que tienen nuestros vecinos del norte pero esto es solo parcialmente cierto ya que ese contexto es una excusa para presentarnos una cinta de acción con uno que otro toque de terror que, a pesar de tomar un tema delicado, no tiene miramientos en ser antes que otra cosa un divertimento absurdo, entretenido y, más importante que todo, una historia que no se toma en serio a sí misma, en muchas ocasiones acercándose peligrosamente al género de parodia.
Las actuaciones son adecuadas… para una película tipo B. Ninguno de los actores va a ganar un premio por su trabajo en este filme, no tanto porque sean malos en su trabajo sino que el guion les da líneas extraordinariamente ridículas y no digo esto como un insulto. Prácticamente todos los diálogos son horrendos y no sé si fuese a propósito o no, pero tanto las palabras que pronuncian los personajes como la forma en que las dicen hacen que sea prácticamente imposible tomarlos en serio. La verosimilitud de los personajes definitivamente no es la prioridad de la cinta.
El escenario nos arroja mucho conceptos interesantes y para bien o para mal (para bien si me preguntan a mi) no se da a la tarea de profundizar demasiado  en ninguno de ellos ya que, como mencione antes, todos estos detalles no son más que el trasfondo de la trama que, aunque no se tomen tan en serio, no significa que no tengan algo importante e inteligente que decir. Política, lucha de clases, practicas capitalistas, psicología barata, racismo, fanatismo religioso, prácticamente no existe un tema que la cinta no toque con el mismo tono de solmena ridiculez.
El disfrutar de una película de serie B es un gusto adquirido, lo cual significan que definitivamente no es algo para todo el mundo. Ya he gastado mucho esta analogía en el pasado pero sigue siendo la más efectiva para describir una cinta de este tipo. Ver 12 Horas para Sobrevivir: El Año de la Elección es como consumir comida chatarra, comida asquerosamente grasosa, que tapa tus arterias a cada delicioso y dañino mordisco, con escaso o nulo valor nutricional pero que comer muy ocasionalmente no es tan malo. Definitivamente el filme es uno de mis favoritos en lo que va del año PERO (y este es un gran, gran “pero”) no se confundan, esta película es una de las peores del 2016 y aun así es bastante recomendable, no para ver en el cine ya que es una de esas cintas que inmediatamente olvidas en el momento en que das un paso fuera de la sala de cine. La mejor manera de ver esta película es en casa, de preferencia rodeado de amistades, botanas y alcohol en abundancia. No creo que sea un clásico del género, pero definitivamente 12 Horas para Sobrevivir: El Año de la Elección es una buena forma de adentrar a alguien en el maravilloso mundo de películas de serie B, películas que en muchas ocasiones se pueden describir como “son tan malas que son buenas”.

12 Horas para Sobrevivir: El Año de la Elección: 1/5. Mala.
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Londres Bajo Fuego (2016), La Noche de la Expiación (2013) (Ni idea de porque le cambiaron tan radicalmente el nombre aquí en México),  Día de la Independencia: Contraataque (2016) (Que trata de capturar el mismo estilo de cine B pero no lo hace tan bien).
No tan buena como: 12 Horas para Sobrevivir (2014).
author image |agosto 23, 2016

 
No soy un gran fan de los remakes que digamos, por lo menos no en la actualidad. Irónicamente algunas de las mejores películas en el mundo son precisamente remakes. Lo primero en lo que pienso cuando hablo de un remake bien hecho es La Cosa de Oro Mundo de 1982 que fue la reinterpretación de una película de 1951. Y para poner aún más ingredientes a este gran y delicioso sándwich de ironía, la propia Ben-Hur de 1959 que es una de las películas más galardonadas de la historia TAMBIEN se pude catalogar como un remake ya que la misma historia se llevó al cine en dos ocasiones previas, una en 1907 (Sí. ¡Hace más de 100 años!) y otra en 1925. Así que digan lo que digan, “modernizar” una película no es ninguna novedad. Lo que sí se ha vuelto dolorosamente común es tomar una propiedad intelectual famosa y creer que el simple hecho de contar con un nombre conocido es más que suficiente para justificar una nueva interpretación de la historia. Es bajo este modo de pensar que tenemos la versión 2016 de Ben-Hur, que es el ejemplo perfecto de porque el concepto de “remake” se ha convertido casi en una mala palabra.
En Gladiador 2: El Imperio Romano Contraataca, veremos la épica aventura de Judah Ben-Hur y su búsqueda de venganza y redención. Messala (Toby Kebbell) es hermano adoptivo de Ben-Hur (Jack Huston) los cuales a pesar de no tener una relación sanguínea se ven el uno al otro como verdaderos hermanos. Tras varios años de separación ambos hermanos vuelven a encontrarse, pero la feliz reunión dura poco cuando un malentendido obliga a Messala, ahora convertido en un importante oficial del ejército romano, a arrestar a su familia adoptiva y condenar a Ben-Hur a las galeras. Ahora Maximus Ben-Hur deberá hacer todo lo posible por sobrevivir a su cruel destino y así buscar venganza.
Es verdad que, fuera de unos pequeños detalles, la película cuenta exactamente la misma historia que la versión de 1959, pero el tono de ambos filmes no podría ser más distinto. La versión 2016 tiene mucho más cosas en común con cintas como Gladiador, inyectando también muchos elementos de súper producciones cinematográficas modernas, como varias escenas de acción y el uso de mucha animación por computación.
Hablando de cambios intrascendentes pero que no dejan de ser molestos, tenemos la relación entre Ben-Hur y Messala. Puede que el cambio de ser buenos amigos a hermanos adoptivos no parezca la gran cosa, pero para mí eso suena a una forma torpe, fácil, barata y rápida de inyectar dramatismo, sin contar que al mismo tiempo hace que el espectador inevitablemente piense en otras tramas similares, como lo son las diez mil versiones diferentes de la historia de Moises. La relación de hermanos en esta versión se siente sacada de una mala telenovela más que de una historia épica, pero tengo que reconocer que ese cambio también hace un poco más fuerte el mensaje final del filme sobre perdón y redención.
Las actuaciones no son nada del otro mundo, con la excepción de, debatiblemente, el actor más famoso en la producción. Sé que usar su nombre en vano es blasfemia que se penaliza con la muerte, pero la actuación de Morgan Freeman es completamente apagada y aburrida. Parece que el actor se limita a repetir el guion tan desganadamente como le es posible y como punto extra en contra, aunque sé que Freeman es un regalo de Dios al mundo, debemos reconocer que verlo con rastas en el cabello es algo extraordinariamente ridículo.
No puedo negar que mucha de mi antipatía ante esta nueva versión se debe a mis propios prejuicios. Ben-Hur de 1959 puede que sea anticuada a la vista de muchos espectadores modernos y tal vez no ha envejecido con tanta gracia como yo quisiera pensar, pero es indudable que tiene el sabor de una verdadera historia épica mientras que la versión del 2016 tiene más cosas en común con una genérica película de acción moderna, lo cual no es algo malo en sí mismo, pero para mi gusto es perder casi por completo el punto de la historia. La única razón de la existencia de este Ben-Hur es hacer dinero con un nombre conocido, ya que la producción no tiene absolutamente nada nuevo que agregar o decir con esta modernización. Mientras que la versión de 1959 seguirá en los libros de historia del cine como una de las películas más importantes de la industria, la versión 2016 no será más que una ridícula nota a pie de página en ese mismo libro. No es que, como ya me acusaron, crea tener “la verdad universal”, pero este Ben-Hur es una mala película y punto. Díganme de lo que me voy a morir (a estas alturas ya casi estoy acostumbrado) pero las únicas personas que podrían preferir esto sobre la versión anterior son niños con pésimo gusto nacidos durante o después del año 2000.

Ben-Hur: 1/5. Mala.
 
Mejor que: Exodus: Dioses y Reyes (2014).
No tan buena como: Gladiador (2000), Ben-Hur (1959).
author image |agosto 18, 2016

 
Hoy en día el simple hecho de escuchar que una película es un “remake” o una reinterpretación de una propiedad intelectual ya conocida es suficiente para inyectar un poco de desconfianza a un filme. El problema no es tomar una franquicia popular y tratar de reintroducirla una vez más al público en general, la verdadera desgracia es que muchas veces a la propiedad en cuestión solo se le da un retoque de pintura nueva, cambiando poco o nada el material original, lo cual convierte a la producción en algo completamente redundante, volviéndose una vil fotocopia; si no me vas a ofrecer algo nuevo y ya tengo la versión original de la cinta ¿Por qué habría de molestarme en ver una “nueva” versión de una película que hace exactamente lo mismo que el filme original? También tenemos el otro extremo de la ecuación, cuando se cambia el concepto original de manera tan radical que es imposible reconocer los elementos básicos de la franquicia en primer lugar, convirtiendo al proyecto en un “remake” solo por el nombre. Lo que intento decir es que una reinterpretación cinematográfica es más complicada de lo que se podría pensar, ya que se debe buscar un balance entre elementos nuevos que se agreguen al concepto original y, aunque suene un poco contradictorio, también es necesario respetar aquellos toques que hicieron a la franquicia popular en primer lugar. Así pues tenemos una nueva versión de Cazafantasmas, que aunque dista mucho de ser perfecta, encuentra un agradable punto medio entre lo “nuevo” y lo “clásico” de la franquicia.
En Cazafantasmas veremos las aventuras de un grupo de mujeres que usan sus conocimientos científicos para pelear en contra de lo sobrenatural. Tras un mal entendido, la doctora Erin Gilbert (Kristen Wiig) es expulsada de la universidad, lo cual la obligara a reencontrarse con su vieja amiga de la infancia, la doctora Abigail Yates (Melisa McCarthy) quien en la actualidad se ha dado a la tarea de investigar extraños sucesos paranormales que se han suscitado por todo Nueva York. Ahora tanto Erin como Abigail, junto con la ayuda de Jillian Hottzmann (Kate McKinnon) y Patty Tolan (Leslie Jones) formarán un grupo dedicado a defender a la ciudad de malvados espíritus del más allá, es decir, se volverán Cazafantasmas.
No es ningún secreto que Sony, para bien o para mal, ha puesto mucho empeño en promocionar esta nueva versión de Cazafantasmas con la esperanza de convertir a la franquicia en un gigante mediático (como lo fue antes ya hace varios años), pero por suerte se ha logrado evitar algunas de las trampas de proyectos similares. Sí, Cazafantasmas tiene todo el potencial de darnos varias secuelas en el cine, pero la historia en esta (hipotética) primera cinta es completamente redonda y aunque una escena al final de los créditos muestra claramente las intenciones de darnos una secuela, la verdad es no sería realmente necesaria. No estoy diciendo que no quiera ver más de esta interpretación de Cazafantasmas, lo que digo es que la historia del filme está bien estructurado, con un claro inicio, desarrollo y final que me ha dejado bastante satisfecho.
Las actuaciones son un poco difíciles de juzgar, no por su calidad sino que al tratarse de una comedia, el tipo de humor que maneja cada actriz puede resultar gracioso (o no) dependiendo completamente del gusto de cada espectador. En este respecto, aunque no puedo decir que reí a carcajadas TODO el tiempo, cada personaje tuvo su momento de brillar y ser genuinamente gracioso. Cada personaje tiene por lo menos un par de líneas que, como mínimo, lograron hacerme esbozar una sonrisa. En cuanto a la comedia, irónicamente el punto más débil para mí fue precisamente el nombre más reconocible en la producción. Melisa McCarthy la comediante menos destacable de la producción, no porque su actuación sea mala sino porque su personaje es el más “normal” de todo el reparto, o por lo menos el menos excéntrico del grupo y por lo mismo no resulta tan memorable como el resto.
Un punto que si resulta casi irredimible es el antagonista de la película. El villano verdaderamente es una excusa para que las protagonistas tengan a alguien a quien enfrentarse, pero sus motivaciones son tan trilladas y su personaje tan aburrido que se vuelve difícil de aceptar como una verdadera amenaza, por lo menos hasta el final de la historia, no por volverse más interesante o innovador, sino porque se decide darle un montón de súper poderes por ninguna otra razón que para justificar un clímax repleto de escenas de acción. Sé que es prácticamente “la moda” pero dejemos que Marvel se quede con el monopolio de villanos planos y aburridos en el cine (con la pequeña gran excepción de Loki, claro está)
Tal vez la nostalgia nos ciegue un poco (por lo menos en mi caso) y recordemos a los Cazafantasmas como un gigante mediático de la infancia, con infinidad de mercancía, juguetes, comics, caricaturas, un tema musical que se adentra en el cerebro y se reúsa a salir de ahí durante meses y todo lo que venía de la mano de una película exitosa a mediados de los 80´s y principios de los 90´s, pero lo cierto es que todo ese imperio se originó de una excelente película que, antes que cualquier otra cosa, se distinguía como una comedia y eso es precisamente lo que es la versión del 2016: una divertida comedia. La pregunta inevitable es ¿Se logra superar a la versión original? Por supuesto que no, pero tampoco intenta hacerlo ya que, consiente o inconscientemente, la producción sabe que sería imposible, como tratar de hacer caer un rayo en el mismo lugar dos veces. Lo que puedo decir es que Cazafantasmas es precisamente una reinterpretación diferente y no pretende reemplazar a la anterior, aunque mucha gente lo quiera ver así. Personalmente me quedo con la película original, pero también reconozco que la nueva película tiene su propio encanto.

Cazafantasmas: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Cazafantasmas II (1989)
No tan buena como: Cazafantasma (1984)
author image |agosto 16, 2016

 
¿Hay algo que Steven Spielberg no pueda hacer? El hombre es toda una institución, siendo tanto uno de los directores más prolíficos como versátiles en la actualidad, a tal grado que cualquier proyecto que lleve su nombre es una promesa de calidad… excepto cuando decidió ser productor ejecutivo de las horrendas películas de Transformers...  Pero ¡Hey! Esa es la excepción que confirma la regla ¿No? En esta ocasión Spielberg regresa a un terreno que ya le es bastante conocido y aunque El Gran Amigo Gigante no sea de sus mejores trabajos, la magia de Spielberg sigue siendo bastante visible.
En El Buen Amigo Gigante veremos las aventuras de una niña y su extraño amigo. Sophie (Ruby Barnhill) es una huérfana solitaria con una vida bastante tranquila, cosa que cambiara cuando conoce a un amigable gigante que la llevara a conocer lugares fantásticos. Entre Sophie y el gigante crecerá una amistad que nada ni nadie podrá romper.
Para mí es imposible no hacer la comparación, por lo menos de manera superficial, entre El Buen Amigo Gigante y otra película con premisa similar del propio Spielberg como E. T., que igualmente nos cuenta la historia de un niño y su amistad con un ser fantástico, pero lo cierto es que ambas cintas tienen un público objetivo un poco diferente. Mientras que E. T. tiene un tono familiar, El Buen Amigo Gigante es mucho más simplista e infantil, y no digo eso como insulto ni nada por el estilo. Ya lo he dicho antes pero creo que vale la pena repetirlo: En mi opinión, una película familiar es, como muy sutilmente nos lo sugiere el nombre, una cintas que tiene algo de interés para cualquier miembro de la familia sin importar las edades; por otro lado, una película infantil tiene como principal objetivo entretener a los más pequeños de la familia, haciendo que el filme en cuestión no resulte tan interesante para aquellos que sean mayores a cierta edad. El Buen Amigo Gigante cae en esta segunda categoría.
La historia trabaja con las reglas de un cuento de hadas, lo cual es entendible si consideramos que se trata de la adaptación de un libro infantil, pero a diferencia de muchas otras adaptaciones de historias fantásticas, El Buen Amigo Gigante no se preocupa por inyectar a la trama elementos “épicos” o demasiados giros dramáticos con tal de intentar imponer algo de lógica a una historia que nunca debió tenerla en primer lugar (*COF* Alicia en el País de las Maravillas *COF*). La película sabe exactamente lo que es y no pretende ser ninguna otra cosa: una tierna historia infantil sobre la amistad, ayudándose para ello con todos los elementos a los que nos tiene acostumbrados Spielberg en sus películas familiares, incluyendo (pero definitivamente no limitándose a) una hermosa banda sonora cortesía de John Williams.
Aunque no es la primera película en utilizar la tecnología de “motion capture” la forma en que la utiliza es bastante sorprendente. No solo la animación por computadora es excelente si no que la combinación entre el “CGI” y los elementos “Live Action” le dan una estética muy particular y aunque no se pueda catalogar precisamente como “realista”, el hecho de tener una actriz real interactuando con todo tipo de efectos especiales (tanto por computadora como con efectos prácticos) ayuda a que la ilusión de una niña en un mundo de gigantes sea mucho más envolvente e interesante, algo que no sería tan fácil de lograr si, por ejemplo, se optara por hacer que el filme fuese 100% animado.
He querido dejar muy en claro que esta es una película infantil por una razón en particular: la historia es sumamente sencilla así como los personajes bastante simples, lo cual en otras circunstancias serian un detrimento para la película, pero el hecho de que su enfoque sea un público mucho más pequeño hace que estas supuestas “fallas” no sean más que una manera de hacer al filme mucho más accesible para el público infantil. Honestamente el anciano gruñón y amargado que soy se aburrió un poco a lo largo de la película, en gran parte porque no soy el público que trata de alcanzar los filmes de éste tipo pero también es justo mencionar que mi niño interior quedo bastante fascinado con El Buen Amigo Gigante, de hecho no dudaría que si tuviese entre 5 y 8 años de edad esta sería una de mis películas favoritas, una de esas cintas que relacionas inmediatamente con la nostalgia de la niñez muchos años después. No es precisamente el E. T. de esta generación, pero de cualquier forma El Buen Amigo Gigante dará un entretenido rato y buenos recuerdos a los más pequeños de la familia.
Una pregunta completamente irrelevante antes de irme. El nombre de la película en inglés es The BFG (The Big Friendly Giant). ¿Soy el único que al escuchar esas iniciales lo primero en lo que piensa es en The Big Fucking Gun del videojuego Doom? No me juzguen, sé que tengo problemas…

El Buen Amigo Gigante: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Alicia en el País de las Maravillas (2010).
No tan buena como: Donde Viven los Monstruos (2009).
author image |agosto 08, 2016

 
Dentro de los medios de entretenimiento audiovisual existen dos que destacan un poco más que el resto: La televisión y el cine. En estos medios se pueden contar muchos tipos de historias, uno que resulta bastante popular son las historias policiacas. En historias de este corte, sobre todo en la televisión actual, se cuentan eventos de dos grupos separados pero igualmente importantes, los policías que investigan los delitos y los abogados que procesan a los criminales. Esta no es una de esas historias. Esta es una película donde Keanu Reeves finge ser un abogado, una cinta con título mal traducido llamada El Abogado del Mal. (TU TUMP)
En El Abogado del Mal veremos la batalla jurídica que debe librar un abogado para tratar de exonerar a su cliente. Mike Lassiter (Gabriel Basso), un joven de 17 años, ha sido acusado del asesinato de su propio padre, lo más grave del caso es que se ha declarado culpable. Ahora el abogado defensor, Richard Ramsay (Keanu Reeves), deberá hacer todo lo posible por  demostrar la inocencia de su cliente a pesar de que él mismo no está seguro de que esa sea la verdad del caso.
La lista de elementos destacables en El Abogado del Mal empieza y termina con Keanu Reeves. No es que el actor haga un papel espectacular, de hecho es lo contrario, dándonos una interpretación cansada y un tanto aburrida incluso para los estándares de Neo que, seamos honestos, nunca se ha caracterizado como un actor demasiado interesante o emocional que digamos. La razón de que Reeves sea lo más destacable de la producción es simplemente por la fama del actor y nada más.
La historia cuenta con algunos giros, no todos de ellos inesperados, y trata de mantener al espectador interesado en un misterio que desafortunadamente no es muy interesante que digamos. Algo que tampoco ayuda mucho al caso son las actuaciones de todo el reparto, con excepción de Gugu Mbatha-Raw, que parece ser la única actriz con el más remoto interés en darnos un personaje interesante. De hecho la historia de este personaje se menciona muy rápida y brevemente, y esa pequeña trama suena mucho más interesante que la historia principal que nos presenta la propia película.
No hay mucho que decir sobre El Abogado del Mal. La película no puede considerarse mala ya que es competente a secas. El problema radica en que el filme no nos da un solo elemento destacable, por lo que termina pareciendo como un capítulo a medio acabar de La Ley y el Orden. Como diría el gran pensador contemporáneo Homero (Simpson): “¿Por qué pagar por algo que puedes ver gratis en la tele?”

El Abogado del Mal: 2/5.
 
 
 
 
 
 
 
 
No tan buena como: El Abogado del Diablo (1997), La Raíz del Miedo (1996), Cuestión de Honor (1992).
Mejor que: Dios No Está Muerto 2 (2016) Golpe bajo, lo sé, pero verdaderamente es la única película de drama jurídico que es peor que cualquier otra que haya visto hasta la fecha.
author image |agosto 08, 2016

 
Quizá para algunos ambos términos puedan ser sinónimos y sean completamente intercambiables entre sí, pero en mi opinión existe una diferencia bastante marcada entre ser un “fan” y un “fanático” de algo (o alguien). Un “fan” disfruta de su hobie sin muchos miramientos sobre que puedan pensar los demás, mientras que un “fanático” está dispuesto a defender a capa y espada aquello que es objeto de su devoción, muchas veces haciendo oídos sordos a cualquier tipo de crítica, por válida que sea, con tal de defender el honor de su pasatiempo. Lo que intento decir de manera no tan antagónica es que, aquellos que legítimamente puedan verme a los ojos y decirme que Escuadrón Suicida es una buena película se están engañando a sí mismos. Y de antemano quiero agradecerles todos los comentarios y correo de odio que voy a recibir por la afirmación pasada, cada uno de ustedes que acaba de cerrar esta página sin importar lo que tenga que decir o que en éste preciso momento está escribiendo un comentario diciendo lo imbécil que soy son la prueba perfecta de que mi hipótesis es correcta.
En Escuadrón Suicida veremos a un grupo de peligrosos criminales que son reclutados a la fuerza para cumplir una peligrosa misión. El mundo ya no es como solía ser; la aparición de metahumanos como Superman o La Mujer Maravilla han provocado que exista cierta desconfianza ante estos seres súper poderosos, por lo que la oficial del gobierno estadounidense Amanda Waller (Viola Davis) se da a la tarea de crear un equipo que sea capaz de enfrentar una catástrofe provocada por súper humanos y para ello reúne algunos de los peores criminales en el mundo, creando un equipo que pueda completar una misión sin importar el costo: El Escuadrón Suicida.
Primero lo primero. Aunque Escuadrón Suicida sea una mala película, eso no significa que carezca de elementos rescatables. El tono del filme fue bastante bueno y afortunadamente Warner/DC empieza a comprender que un tono oscuro no significa una total carencia de humor, como fue el caso en Batman v Superman (perdón por poner el dedo en la herida, pero es la verdad).
En cuanto a las actuaciones hay dos que resaltan enormemente del resto. Primero que nada Viola Davis es excelente como Amanda Waller, dándonos un personaje al que rápidamente aprendemos a amar odiar, en un buen sentido ya que a pesar de, supuestamente, tener la mejor de las intenciones en mente, sus métodos son todo menos éticos y lo que sea de cada quien, como personaje frio, calculador y manipulador, Nick Fury se queda pendejo al lado de Amanda Waller. El otro gran acierto de la cinta es Margot Robbie como Harley Quinn, quien en todo momento demuestra un carisma que es difícil ignorar, y aunque tal vez algunos encuentren un poco irritante y fuera de lugar las reacciones Harley, es precisamente esa excentricidad lo que define a Harly Quinn como personaje.
Siguiendo con las actuaciones, aunque no de manera tan favorable, tenemos a Will Smith como Deadshot, a quien desafortunadamente no le queda el papel, y no, no tiene nada que ver que el personaje no sea afroamericano en su versión original (esa es una excusa tan tonta que ya ni siquiera es gracioso). La razón de que Will Smith no pueda hacer de un buen villano es que, por ponerlo de alguna manera, su nombre es demasiado grande, por lo que se cuida mucho más la imagen del actor que la integridad del personaje. Se supone que Deadshot es un desalmado criminal, pero la película hace todo lo posible por convertirlo en el personaje más entrañable de todos, y tal vez solo sea yo, pero “entrañable” no debería ser lo primero que viene a la mente cuando se habla de un mercenario homicida. La cinta se toma tanto tiempo en desarrollar al personaje de Deadshot que deja poco o nada de tiempo para adentrarse al resto de los personajes, convirtiéndolos en peso muerto, haciendo que por lo menos el 70% del reparto sea “de relleno”, a tal grado que en lugar de Escuadrón Suicida un mejor título para la película hubiera sido Deadshot y compañía.
Finalmente (e imagino que aquí es donde se pisarán más callos) el Joker de Jared Leto es completamente innecesario. No se trata de que Leto sea mejor o peor que otros actores en el mismo papel, de hecho una de las grandes fortalezas del personaje es ser multifacético, pero lo poco (muy poco) que se ve de esta versión no ha hecho nada para impresionarme. Aun con esto, no me negaría a ver más de esta versión del personaje, sobretodo en una historia donde realmente tenga relevancia porque, y seamos completamente sinceros en esto, si se extraen todas las escenas de Joker en la película absolutamente nada se perderá de la historia principal.
Lo lamento mucho pero Escuadrón Suicida es mala, no hay vuelta de hoja. Aún con esto hay que reconocer que no es un completo desastre como muchos opinan, ya que la cinta cuanta con sus momentos no tan malos, pero no los suficientes como para mejorar la calidad de toda la producción. Quiero hacer hincapié en algo: No dejen que snobs pretenciosos y mamones como yo les arruinen la diversión. Como siempre en gustos se rompen géneros, disfruten de Escuadrón Suicida si así lo quieren, no hay nada de malo en ello pero tampoco se engañen, la película no es buena. Aun los más acérrimos fans deben aceptar que la película pudo ser mejor. No se trata de llegar a la perfección (personalmente creo que es algo imposible), pero eso no significa que no se pueda mejorar. Los estudios cinematográficos nunca tendrán el incentivo necesario para mejorar sus producciones si los fanáticos (ojo, “fanáticos”, no “fans”) aceptan ciegamente todo lo que se les da y reciben un producto sin cuestionarlo en lo más mínimo, todo con tal de defender una marca o propiedad intelectual. ¡Ah! Y para aquellos que piensen que la historia en Escuadrón Suicida es completamente innovadora y original, quiero presentarles a mi amigo John y una pequeña película suya llamada Escape from New York.

Escuadrón Suicida: 1/5. Mala.
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Los Fant4sticos (2015).
No tan buena como: Batman v Superman (2016) Y no doy más ejemplos porque estaríamos aquí todo el día…
author image |agosto 05, 2016
Hola gente, en esta ocasión les queremos presentar un proyecto que nos hicieron llegar a través de nuestra página de Facebook. The little piece of heaven es un cómic de los autores independientes Javier García y Carlo Chablé. El proyecto encuentra hospedado en Indiegogo para que lo revisen más a detalle.

The little piece of heaven parte de la premisa "Cuando los héroes deben ser malvados", pero que mejor que el mismo autor nos platique de que trata su trabajo.

En esta primera parte conoceremos a un moralmente destruido Julio, y a la hermosa y letal Rancia, un par desigual, ya que uno es un detective del cartel de Santa Chulita, y la otra es una asesina sin jefe. Julio investiga la muerte del hijo de uno de sus lideres, ya que después de haber fallado demasiado quiere demostrar su valía, así se ve obligado a cometer ciertos riesgos. La noche lo lleva al bar "El pedacito de cielo" Gracias a una pista que le dio Rancia. En esa parte de la ciudad, las cosas solo no podían salir bien.

La ilustración es muy buena ya que de inmediato nos atrapa en una atmósfera oscura y de misterio.


Gente, para que conozcan el proyecto les dejo de nuevo su perfil en Indiegogo y si les gusto, apoyen al nuevo talento con una donación.

Si quieres que demos una reseña de algún cómic o proyecto que tengas, ponte en contacto en cualquiera de nuestras redes sociales:

Twitter: @comicorp
Facebook: /comicorp
Instagram: @comicorp
author image |agosto 03, 2016

 
El miedo a la oscuridad es algo que todo ser humano ha experimentado en algún momento de su vida, es algo genético (¡en serio!). El concepto es simple: usualmente tenemos aquello que es peligroso para nosotros y aunque no es peligrosa en si (excepto cuando te pegas en los dedos de los pies con cada mueble de tu casa durante la noche) la oscuridad puede ocultar todo tipo de riesgos. La idea es simple pero cuenta con un potencial casi infinito para presentarnos una buena historia de terror y aunque en  Cuando las Luces se Apagan ese potencial puede verse de vez en cuando, lo cierto es que no termina explotarlo por completo.
En Cuando las Luces se Apagan veremos la historia de una familia que es atormentada por una extraña presencia que se esconde entre las sombras. Debido a la reciente muerte de su esposo, la salud mental de Sophie (Maria Bello) va deteriorándose muy rápidamente, por lo que su de por sí ya frágil dinámica familiar va quebrantándose aún más. Cuando extraños sucesos comienzan a atormentar a la familia, Rebecca (Teresa Palmer, hija de Shophie, deberá encontrar la razón detrás de los macabros acontecimientos y así tratar de salvar tanto su propia vida como la del resto de su familia.
Debo reconocer que una de las razones por las que generalmente no logro disfrutar de las películas de terror (aparte de mi inherente cobardía) es porque usualmente no se pone demasiado empeño en presentar personajes interesantes, pero afortunadamente este no es el caso en Cuando las Luces se Apagan. La interacción entre los personajes y la propia historia de la familia disfuncional es lo suficientemente interesante como para crear un drama bastante envolvente, por lo que agregarle elementos sobrenaturales solo vuelve a la historia todavía más interesante.
Tal vez muchos terminen un tanto decepcionados con lo que podríamos llamar “el monstruo” de la película, ya que en teoría nunca tenemos una visión demasiado clara del mismo, pero en mi opinión esto lo hace aún más interesante. Aunque si se nos da una figura lo suficientemente definida para la antagonista de la historia, se deja al espectador suficiente misterio como para, por decirlo de alguna manera, “llenar los espacios en blanco”, lo cual lo cual convierte a la antagonista en algo mucho más versátil y que afectará a cada espectador de maneras distintas, después de todo, lo que nos asusta no es la oscuridad misma si no lo que nosotros mismos imaginamos que se esconde en ella.
El filme cuenta con algunos problemas que lo limitan un poco. Uno de los personajes es completamente innecesario por lo que su presencia se siente como un lastre. La dinámica de una criatura que solo puede moverse en la oscuridad es muy interesante, pero la película rompe sus propias limitaciones cada que se le da la gana, lo cual ayuda a crear a un más tensión, pero que en mi opinión es como hacer trampa en un juego donde tú mismo dictas las reglas. Finalmente (y esto es muy importante para mí), sabes que tú película de terror ha fallado un poco cuando una escena que debería de ser intensa y escalofriante provoca risa en lugar de miedo, lo cual me ocurrió por lo menos en un par de ocasiones.
Tengo que serles honesto, la verdad es que no salí del cine muy satisfecho que digamos, pero esto se debe a mi propia antipatía ante el género de terror ya que, después de que tuve un poco de tiempo para pensarlo, la película no solo presenta ideas interesantes sino que también logra evitar mucho clichés relacionados con las películas de terror (no todos, pero si algunos de ellos). La cinta toma una que otra decisión arriesgada, sobretodo en el desenlace, haciendo que la película destaque un poco sobre el mar de películas de terror actuales. No creo que se pueda considerar un clásico moderno del terror, pero de que es una cinta bastante entretenida eso no se lo puede quitar nadie. Ahora veamos cuanto tiempo tarda Hollywood en echar a perder esta idea con secuela tras secuela tras secuela…

Cuando las Luces se Apagan: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: El Niño (2016), Somnia (2016) El Exorcismo de Anna Waters (2016).
No tan buena como: La Bruja (2016), El Conjuro 2 (2016).
author image |agosto 02, 2016

 
Hasta el momento Illumination Entertainment es un perro de un solo truco: Los Minions. No es para menos que esta subsidiaria de Universal se apegue tanto a una fórmula si dicha ecuación ha sido tan exitosa en tan relativamente poco tiempo, a tal grado que otros estudios han intentado imitar la misma receta y fallado miserable mente (No, no quito el dedo del renglón, Home fue una mierda y sigo esperando una disculpa por parte de DreamWorks). Con La Vida Secreta de tus Mascotas uno podría esperar ver una versión más de Los Minions, solo cambiando a los fastidiosos mutantes amarillos por tiernos animales de compañía, pero aparentemente Illumination ya se da cuenta de que no puede plagiarse a si mismo por siempre, por lo que en esta ocasión mejor decide robarle ideas al Pixar de hace 20 años.
En La Vida Secreta de tus Mascotas descubriremos las aventuras en las que se envuelven las mascotas cotidianamente cuando sus dueños no están en casa. Woody Max, un juguete perro, vive feliz mente junto a Andy Katie y ambos no podrían ser más felices el uno con el otro, sin embargo la vida de Woody Max cambiara radicalmente cuando llega a casa un nuevo juguete perro llamado Buzz Duke. Tras un terrible malentendido, Woody y Buzz Max y Duke se ven separados de su dueña. Ahora ambos juguetes perros deberán hacer a un lado sus diferencias y hacer todo lo posible por regresar con su dueña.
Sé que tal vez no se hayan dado cuenta (suelo ser bastante sutil con este tipo de cosas), pero la historia de la película es prácticamente la misma que Toy Story, cambiando la idea de juguetes por animales que hablan. Lo admito, tal vez la comparación sea demasiado dura pero las similitudes resultan tan evidentes que es imposible ignorarlas. Por suerte (supongo), La Vida Secreta de tus Mascotas no pretende ser una copia al carbón de Toy Story, ya que mientras que Woody y compañía nos daban una historia mucho más emocional, Max y sus amigos se dedican completamente a darnos una comedia mucho más ligera en tono, que puede que no sea ni de cerca tan profunda, pero gracias a ello se puede enfocar en ser simplemente graciosa.
La historia no es más que una excusa para poner a estos personajes en una situación chusca tras otra, y aunque no todas bromas están al mismo nivel, el humor es lo suficientemente variado como para poder entretener a cualquier tipo de público. Un pequeño problema es que muchos de los chistes visuales se repiten con frecuencia, pero la verdad es que muchos de ellos son tan bien manejados que logran evitar caer en lo monótono con su repetición. Soy muy parcial ante la imagen de un French Poodle aficionado a la música de Metal, chiste que se repite como en tres ocasiones y que logro hacerme reír en todas ellas.
La animación es bastante buena, pero lo que más salta a la vista es el diseño de personajes. Es difícil de explicar, pero aunque los diseños no sean precisamente algo demasiado novedoso o fuera de lo común, cada uno de ellos refleja bastante bien la personalidad de cada animal. Cada diseño es sumamente expresivo y exhibe una gran variedad de animales diferentes, todos ellos con una imagen bastante creativa.
Aunque es inevitable tachar de plagio la trama, lo cierto es que La Vida Secreta de tus Mascotas logra crearse una personalidad propia bastante diferente de aquella cinta de la que “toma inspiración”. Con esta producción Illumination tal vez no pueda quitarse completamente su etiqueta como “fábrica de Minions”, pero es un muy buen paso para, por lo menos, encontrar una identidad propia para el estudio, así como lo han logrado hacer la propia Pixar y DreamWorks. Definitivamente vale la pena darle una oportunidad a esta película en el cine. Puede que sea una cinta relativamente sencilla, pero esa misma sencillez la convierte en algo bastante funcional.

La Vida Secreta de tus Mascotas: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Oliver y su Pandilla (1988), Angry Birds (2016), La Era de Hielo: Choque de Mundos (2016).
No tan buena como: Buscando a Dory (2016), Zootopia (2016), Todos los Perros van al Cielo (1989)
comicorp | This work is licensed under a Creative Commons Attribution 4.0 International License.