Yo soy el
primero en quejarme por la falta de originalidad en Hollywood, pero también debo
reconocer que la originalidad no se da precisamente en los árboles. Ya lo he
dicho antes y lo volveré a repetir (lo cual resulta extraordinariamente irónico
y un tanto hipócrita de mi parte)): No hay nada de malo en que una película use
una fórmula ya establecida, siempre y cuando tenga algo nuevo que agregar a
dicha fórmula y si hablamos de Un Espía y
Medio, la más reciente película que sigue la “tradición” de las películas de
acción y comedia de “pareja dispareja”, el filme se limita a seguir un patrón ya
establecido.
En Un Espía y Medio veremos las aventuras
de un agente especial de la CIA y un amigo de su pasado que se ve arrastrado a
una situación fuera de control. Han pasado tiempo desde que Robbie Wheirdicht
(Dwayne Johnson) y Calvin Joyner (Kevin Hart) se graduaron de la preparatoria y
cada uno de ellos tomó un camino diferente en la vida. Ahora, varios años después,
Calvin y Robbie se reencuentran, el primero convertido en un contador
insatisfecho con su vida y el segundo convertido en un mortal agente del
gobierno, quien reclutara a su amigo de la preparatoria en una peligrosa misión
para salvar el mundo.
Y ya que
estamos hablando de absurdas repeticiones que nunca dicen nada nuevo, permítanme
hacer la que siempre hago cuando estoy reseñando una comedia. Repitan después
de mi: “La comedia es subjetiva. Lo que puede ser gracioso para una persona
puede no serlo para otra”. Dicho esto, Un
Espía y Medio, aparte de refugiarse en todo cliché de una película de
comedia/acción, sólo cuenta con dos chistes que repite durante toda la
película: Dwayne Johnson actuando como un “Brony” atrapado en el cuerpo de un
ex luchador profesional y a Kevin Hart gritando a todo lo que da.
En cuanto al
papel de “La Roca”, la rutina de la montaña de músculos no muy brillante pero
de buen corazón es algo que el “actor” ya hecho en el pasado, y aunque puede
ser gracioso en ocasiones, la verdad es que no es nada que no hayamos visto
antes. Lo mismo podemos decir de Kevin Hart, cuyos exagerados manierismos y
gritos a todo pulmón pueden ser graciosos al principio pero ya no lo son tanto
la 321, 380 vez que las ejecuta. Lo siento, pero esa rutina NO era graciosa
cuando Chris Rock la hacía y no lo es graciosa ahora.
La historia
es la misma de siempre, pero tengo que reconocer que se logra plantar un
misterio digno de una película de espías “seria”, que logra dar una que otra
pequeña sorpresa, de hecho el clímax se despega un poco de la comedia y se va
directo por la ruta de una película de acción hecha y derecha, contraste que de
hecho ayuda a acentuar lo ridículo de la situación y así dar una gran ayuda a
la gastada comedia del film.
Puede que Un Espía y Medio no sea terriblemente
original, pero debo admitir que si logro robarme una que otra risa, pero eso no
es suficiente como para atreverme a recomendar este filme. A final de cuentas Un Espía y Medio pasara sin pena ni
gloria y solo será una nota más en el curriculum de Dwayne Johnson, convirtiéndose
en una de esas películas que a nadie le importan pero que son suficiente distracción
para un viaje en autobús o algo así.
Un Espía y
Medio: 2/5. Meh
No tan buena
como: Comando Especial 2 (2014), Mentiras Verdaderas (1994), Una Pareja Explosiva
(1998), Arma Mortal (1987), El Súper Agente 86 (2008)
Mejor que:
Compadres (2016).
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