¿Alguna vez
se han preguntado a que se debe la popularidad casi perpetua de las tortugas
ninja? En mi opinión se debe a su excéntrica originalidad, lo que puede no
tener mucho sentido hoy en día si tomamos en cuenta que ya se han dado muchísimas
interpretaciones diferentes de estos personajes. Pensémoslo por un segundo. Traten
de explicarle quienes o que son las tortugas ninja a alguien que no sepa absolutamente
nada de ellas; les aseguro que esa explicación sonara como algo que diría un
niño hiperactivo que ha comido un costal de azúcar o como algo salido del viaje
psicotrópico más intenso en la vida (no que yo sepa de ese tipo de cosas…). La
franquicia ha sufrido de varios altibajos a lo largo de su longeva carrera,
siendo su versión cinematográfica del 2014 uno de sus puntos más bajos, lo cual
me había hecho resignarme y aceptar que la magia de la serie nunca se vería de
nuevo en la pantalla grande. Fue entonces que, sin muchos ánimos que digamos,
vi Tortugas Ninja 2: Fuera de las Sombras,
que me hizo recordar por qué amaba tanto a estos personajes cuando era niño.
En Tortugas Ninja 2: Fuera de las Sombras
nos reencontraremos con las ninja tortugas adolecentes mutantes favoritas de
todo el mundo. Después de haberla salvado Nueva York de los malévolos planes de
Destructor, la ciudad se encuentra en relativa paz, la cual se verá amenazada
una vez más cuando Destructor escapa de prisión. Ahora Leonardo, Miguel Ángel,
Donatello y Rafael deberán detener una vez más a su archienemigo, sin embargo
lo que no imaginan es que una amenaza aún más grande pondrá en peligro no solo
la ciudad sino el mundo entero.
No es ningún
secreto que la versión del 2014 de Tortugas Ninja fue una de las peores películas
de ese año, por lo que sinceramente mis expectativas se encontraban en los
suelos para esta secuela, por suerte Fuera
de las Sombras arregla los problemas de su antecesora en prácticamente todo
sentido.
En primer
lugar, y quizá más importante que todo lo demás, el enfoque de la cinta está
dentro de las propias Tortugas Ninja. El hecho de que se pase tanto tiempo con
estos personajes nos permite ver sus distintas y muy definidas personalidades,
las cuales se acentúan aún más cuando los personajes interactúan entre sí, siempre
de manera divertida y jovial. La caracterización de cada tortuga
definitivamente atraerá a un público nuevo y a los que ya somos veteranos nos
recordara porque nos hicimos fans de estos personajes en primer lugar. Esta “nueva”
perspectiva hace que las cosas sean como siempre debieron ser, relegando a
Megan Fox como Abril O´Neil a un papel secundario en lugar de convertirla en un
muy forzado personaje principal. Aún con esto último, no dejo de sentir que
Megan Fox se encuentra completamente fuera de lugar, digo, se agradece
enormemente el taco de ojo que nos brinda, pero el papel de intrépida reportera
nomás no le queda.
La historia
se mueve a una velocidad increíblemente rápida, lo cual funciona a favor del
filme para mantener al espectador atrapado por la acción y así no hacerlo
pensar en los MUCHOS hoyos en la trama. Es cierto, la historia es sumamente
simple, incongruente y definitivamente infantil, con lo cual el proyecto podría
venirse fácilmente abajo pero evita el desastre al enfocarse en una sola cosa:
la diversión. Sí, la trama no tiene ningún sentido si se piensa en ella por más
de tres segundos, pero el nivel de entretenimiento que alcanza nos distrae de
esa (en otras circunstancias) gran falla. La historia parece sacada de la mente
de un niño mientras juega con sus figuras de acción de las Tortugas Ninja;
puede que para una mente adulta todo el asunto demasiado tonto, pero les aseguro
que a ese hipotético niño no le importa un carajo eso ya que se está
divirtiendo de lo lindo.
Sin embargo
no todo es perfecto. El nuevo diseño de las tortugas simplemente no termina de
encajar para mi gusto. Por otro lado, aunque los efectos por computadora son
decentes, en más de una ocasión saturan la pantalla, lo cual hace que la producción
luzca completamente como un trabajo de animación en lugar de una adaptación “live
action”. Finalmente el tercer acto, aunque entretenido, nos deja con una fuerte
sensación de Déjá vu no solo con referencia a la película anterior sino también
con otras súper producciones del cine de superhéroes, específicamente el clímax
de Los Vengadores.
El problema
con la versión 2014 de Tortugas Ninja
era que se avergonzaba de sus propios orígenes, tratando de arreglar algo que
nunca estuvo roto en primer lugar; era como ver a un niño fumando que piensa
que el hecho de fumar lo hace ver más adulto cuando en realidad solo acentúa lo
infantil e inmaduro que es. En contraste, Tortugas
Ninja 2: Fuera de las Sombras no se avergüenza de sí misma, al contrario,
adopta toda la excentricidad, la ridiculez, lo ilógico e infantil de estos
personajes y utiliza cada elemento sin pretensiones o miramientos. Su único objetivo
es hacer pasarnos un buen rato y eso es precisamente lo que logra. Por mi parte
debo admitir que me mantuvo con una muy estúpida sonrisa de oreja a oreja la
mayor parte del tiempo, aunque debo de admitir que no sé si eso se debe a mi
propia nostalgia o al hecho de que mi capacidad intelectual es equivalente a la
de un niño de diez años. No creo que sea la mejor versión de las Tortugas
Ninja, pero con relación a adaptaciones actuales de franquicias de los ochentas
y noventas, no creo que se pueda aspirar a algo mejor que esto.
Tortugas
Ninja 2: Fuera de las Sombra: 4/5. Muy Buena.
Mejor que:
Tortugas Ninja (2014), todas las películas de Transformers hasta la fecha.
No tan buena
como: Las Tortugas Ninja (1990).
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