Es hora de
las confesiones irrelevantes. No he visto la primera película de El Conjuro. La razón es muy sencilla:
esa película rápidamente gano fama de ser legítimamente escalofriante y, como
ya he dicho muchas veces en el pasado, yo me asusto hasta de mi propia sombra ¿Cuál
fue el motivo de que me animara a ver El
Conjuro 2? ¿De pronto encontré valentía que nueva antes había experimentado?
Nada más alejado de verdad. El único motivo de ver este film en la pantalla
grande es que era la única película que aún no había visto en el único cine del
pequeño pueblo donde vivo, además de que lo único más grande que mi cobardía es
mi amor por el cine. La experiencia tuvo resultados buenos y malos. Por un
lado, no me arrepiento de haber visto El
Conjuro 2, ya desde este momento puedo decir que es un buena película; por
el otro lado, si me costó un poco de trabajo el conciliar el sueño la noche en
que vi la película.
En El Conjuro 2 nos volveremos a encontrar
con los Warren en una más de sus investigaciones sobrenaturales. Ed (Patrick
Wilson) y Lorraine Warren (Vera Farmiga) están pensando seriamente en dejar a
un lado sus investigaciones sobre lo paranormal, tanto por la desaprobatoria opinión
pública como por su propia seguridad tanto física como mental. Los planes de
los Warren se verán suspendidos cuando se enterar de un nuevo caso en
Inglaterra, donde aparentemente un espíritu está atormentando a toda una
familia. Ahora Ed y Lorraine tendrán que enfrentarse una vez más al espeluznante
y peligroso mundo de lo sobrenatural.
A pesar de
mi ya mencionada aversión por las películas de terror debo reconocer que entre
a ver este filme con mi insufrible y mal justificado cinismo de siempre, después
de todo, cuando ya has visto una película de terror sobre casas embrujadas y
posesiones diabólicas ya las has visto todas, pero como también ya he repetido
hasta el cansancio, en ocasiones es más importante el “como” se nos cuenta la narración
que la historia misma.
Desde la
primera escena se establece el tono que tendrá el resto de la cinta, de hecho
esa primera escena es bastante sorprendente en cuanto a su calidad ya que, aunque
fuera de un pequeño detalle que no les contaré para evitar spoilers, esa
primera escena resulta completamente innecesaria, pero se presenta de manera
muy envolvente e interesante, de hecho bien podría ser una cortometraje muy
bueno por sí solo, y lo que es mejor (o peor, según lo quieran ver) es que con
esta escena solo estamos viendo la punta del iceberg.
Lo que más
me agrado de la cinta fueron sin duda los personajes. Los personajes
principales demuestran una gran química entre ellos, no solo en su ámbito laboral
sino también a nivel personal, relación que se plasma perfectamente y sin
necesidad de haber visto la cinta anterior (como es mi muy específico caso).
Igualmente los Hodgson, la familia atormentada por los acontecimientos
paranormales, son presentados de manera más “realista” de lo que usualmente se nos
tiene acostumbrado en una película de terror. Puede que para muchos resulte un
detalle ridículo pero para mí (pequeño spoiler adelante) resulto
extraordinariamente refrescante ver como la reacción de la familia, al darse
cuenta más allá de cualquier duda de que su casa esta embrujada, es exactamente
la misma actitud que yo tomaría en una situación así: salir corriendo en pijama
a mitad de la noche sin mirar atrás (fin del spoiler).
Sin embargo,
y porque no sería yo mismo si no criticara hasta el más mínimo detalle, la película
no es verdaderamente original. No sé qué tan parecida sea la secuela a la película
anterior, pero durante casi toda la cinta me fue imposible no compararla con El Exorcista, ya que la estructura es
muy similar, pero eso sí, nunca se podría considerar a El Conjuro 2 como una copia al carbón de El Exorcista, ya que El
Conjuro 2 presenta más de un giro inesperado que hace a la trama aún más interesante
conforme transcurre la historia.
Sé que soy
el primero en quejarme y lloriquear por la falta de originalidad en el cine, y
aunque “original” no es precisamente la palabra que viene a mi mente para
describir El Conjuro 2, eso no evita
que la producción cuente con méritos propios. En ocasiones no se trata de
reinventar un concepto, sino de conocer y tratar con especial cuidado los
elementos característicos de un género especifico del cine, en este caso el de
terror, y eso es precisamente lo que hace El
Conjuro 2, que nos brinda una muy interesante trama y más importante aún,
logra su cometido de hacernos brincar del asiento en más de una ocasión (en mi
caso muchas, MUCHAS más de una). Pongámoslo así: El Conjuro 2 fue tan es entretenida que hasta a mí me da curiosidad
ver la primera película e incluso no me desagradaría del todo tener una cinta
más y convertir esta serie en una trilogía, algunos dirán que ya lo es, pero Annabelle no cuenta o por lo menos no debería.
Definitivamente vale la pena ver esta película en el cine. De no ser porque La Bruja también se estrenó este año, El Conjuro 2 sería la mejor película de
terror en lo que va del 2016.
El Conjuro
2: 3/5. Buena.
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