La
originalidad es un recurso finito que no es tan fácil de encontrar en estos
días y no lo digo solo por la infinidad de secuelas y reboots que vemos a
diario en el cine; tampoco estoy siendo sínico, lo digo con toda sinceridad,
ser original no es nada fácil. Una forma de crear un producto nuevo podría ser
juntar dos conceptos diferentes entre sí y ver qué pasa. Hablando de películas,
en ocasiones el experimento funciona, en otras tantas tenemos un monstruo
Frankenstain con crisis de identidad. El
Niño cae en esta segunda categoría.
El Niño nos cuenta una historia que,
sorprendentemente no tiene nada que ver con un niño y al mismo tiempo si… es
complicado. Greta (Lauren Cohan) es una joven que es contratada por una pareja
inglesa para cuidar a su hijo de 8 años. Al llegar a la aislada mansión en la
que vive el excéntrico matrimonio, Greta se da cuenta de que su trabajo como
niñera será bastante peculiar, ya que en lugar de cuidar a un niño de verdad, tendrá
que encargarse de un muñeco de porcelana de tamaño real. Tras ser negligente con
su “trabajo”, Greta comienza a experimentar una serie de extraños sucesos que
podrían poner en riesgo su propia vida.
Si hay un género
del cine más plagados de cliches que el de terror, simplemente no lo conozco, y
desafortunadamente El Niño también cae
en esta práctica tan común y de más de una manera. Ser demasiado específico en
cuanto a estos cliches sería arruinar la
película para aquellos que tengan el más remoto interés por ver la cinta, pero
basta decir que el film trata de incorporar dos sub-géneros diferentes del cine
de terror, pero no lo hace de manera muy convincente que digamos.
La trama e
incluso parte del desarrollo de la misma parece sacado directamente de un
episodio de La Dimensión Desconocida
(lo cual no tiene nada de malo), el problema es que esta estructura solo se
utiliza en la primera mitad de la cinta, mientras que el acto final parece
sacado de un guion completamente diferente, dándonos un giro que se plantea tan
pobremente que cae en lo ridículo, y en lugar de darnos una sorpresa inesperada
y aterradora, nos da una que es tan trillada y común que parece que quiere ser
una parodia de sí misma, lo cual podría ser el caso si no se tomara de manera
tan seria en su planteamiento.
La actuación
de Lauren Cohan como Greta deja mucho que desear, pero no es culpa de la propia
actriz, por lo menos no completamente. La actuación no es propiamente mala,
pero no es lo suficientemente sobresaliente para soportar el peso de la trama,
lo cual es medianamente entendible cuando tomamos en cuenta que en gran parte
de la cinta, Greta solo convive con un objeto inanimado (¿?) y como resultado
nos da una interacción sumamente limitada entre ambos. Solo digamos que como
niñera Maggie Greene es muy buena matando zombis (chiste ñoñisimo).
De nuevo,
sin dar demasiados detalles, sabes que la historia de tu película está en
problemas cuando Los Simpson hicieron
una versión mejor de la misma hace años, aunque eso podría decirse de prácticamente
todo en el mundo del entretenimiento, sino es que en la misma historia de la
humanidad: Los Simpsons lo hicieron
primero. El Niño es un experimento
fallido que pasara a la historia sin pena ni gloria, pero como casi siempre es
mi caso, prefiero un experimento fallido a una producción que no toma ninguna
clase de riesgo. La película intenta juntar dos versiones diferentes de una
misma historia, y aunque el resultado final es torpe, el simple hecho de que
intente hacer algo “nuevo” es suficiente para darle un punto extra en mi
arbitraria y siempre confuso método de calificación.
El Niño:
2/5. Meh.
No tan buena
como: Campamento del Terror (2015)
Mejor que:
Cortarse la mano con un pedazo de porcelana roto.
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