La adaptación
de una obra de un medio a otro nunca es un proceso sencillo, aunque la proliferación
de adaptaciones a cine parezca demostrar lo contrario. Evidentemente cada medio
cuenta con sus propias fortalezas y debilidades, por lo que los cambios al
material original no solo son necesarios sino inevitables. Lo importante en una
buena adaptación es mantener intacto el “espíritu” de la obra original y la más
reciente versión de El Principito
hace un muy buen trabajo en hacer exactamente eso.
En El Principito veremos la historia de una
pequeña niña y su amistad con un alegre anciano piloto que es su vecino. Una
madre y su hija están listas para iniciar su vida en una nueva casa. La madre está
dispuesta a hacer que su hija se convierta en una gran mujer, y para ello tiene
programado cada pequeño detalle en la vida de la niña, sin embargo el plan no
se puede llevar a cabo a la perfección cuando la niña comienza una amistad con
el viejo aviador que vive al lado, quien le contara sobre su amigo El Principito y le recordara a la niña
las alegrías que conlleva la niñez.
Si buscan
una versión que se apegue al pie de la letra al libro original, lamento decirles
que no encontraran eso en esta versión de El
Principito, pero esto no convierte a este film en una mala adaptación. De
una manera muy inteligente, la película convierte al texto original en un metatexto,
o para los que no nos gustan las palabras tan rebuscada, el libro de El Principito se convierte en un cuento
dentro de otro cuento. La historia principal se enfoca más en el personaje de
la niña y su amistad con el aviador, elemento que no existe en la obra
original, pero que se utiliza como un marco narrativo que facilita aun más al
espectador el adentrarse al extraño y mágico mundo de la historia original.
Otra manera
bastante interesante que se utiliza para contar estas dos historias es mediante
los diferentes tipos de animación que utiliza. Para la historia principal se
utiliza animación por computadora que, lamentablemente, es uno de los puntos débiles
del film. La animación no es mala en lo absoluto, pero en muchas ocasiones se
siente un tanto forzada o en el peor de los casos incompleta, pero esto no
merma en la calidad de la historia. Por otro lado, al contarnos la historia
original, El Principito utiliza animación
“stop motion” o “cuadro por cuadro” que es verdaderamente un espectáculo digno
de verse en la pantalla grande.
Esta película
bien podría colocarse en la lista de lo mejor del año, pero muy
desgraciadamente cuenta con un problema que es imposible de ignorar. El tercer
acto del film utiliza un formato un tanto más “tradicional” de una película infantil,
al grado de implementar un antagonista innecesario y de esta forma incorporar
una “escena de acción” que, aunque encaja bien temáticamente con el resto del
film, a mi parecer es completamente inútil y cuya implementación parece tener el único objetivo
de alargar la película innecesariamente. Puede que sea demasiado exagerado de
mi parte, pero este tercer acto contrasta tanto con el resto de la producción que
la hace perder un punto en mi muy arbitrario sistema de calificación.
El Principito es una película que vale mucho la
pena ver en el cine, ya que no hay nada siquiera remotamente tan original en
cartelera (por el momento). Ciertamente me gustaría ver una vez más esta película,
aunque en mi muy particular caso preferiría una versión editada que suprima
casi por completo el forzado tercer acto, aunque tal vez esto solo lo diga porque
soy un “adulto” amargado que ya no sabe como divertirse. Si tienen pueden
hacerlo, denle una oportunidad a esta cinta e intenten ustedes dibujarle al
Principito un corderito.
El
Principito: 3/5. Buena.
Mejor que:
Cualquier película de animación que haya visto este año (con excepción de Intensa-mente).
No tan buena como: Up (2009).
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