Una pregunta
sincera ¿A alguien le sigue importando los Huevocartoons? Tal vez sea mi casi
completo aislamiento del mundo exterior pero no recuerdo que estos personajes
hayan sido verdaderamente importantes por algún tiempo. Fuera de sus inicios a
finales de los 90´s y principios de los 00´s, ya no he escuchado mucho sobre
estos personajes y este seguiría siendo el caso de no ser por su tercera y más
reciente incursión en el cine: Un Gallo
con Muchos Huevos.
En Un Gallo con Muchos Huevos, veremos la
vida de Toto, un gallo que vive feliz mente en una granja con sus amigos huevos
(sin albur… creo). La tranquila vida de Toto y compañía se verá en riesgo
cuando la granja queda en banca rota, por lo que la dueña se ve obligada a
poner la propiedad en venta. Para salvar la granja, Toto deberá volverse un
gallo de pelea y conseguir dinero en el palenque para asegurar el bienestar de
la granja y de sus habitantes.
Es cierto
que la historia que se nos presenta en esta película no podría ser más trillada
aun si intentara serlo, pero siendo completamente honesto, no es que haya mucho
que se pueda hacer con el concepto de un gallo y un montón de huevos antropomórficos,
o por lo menos a mi no se me ocurre nada que pudiera ser terriblemente
original. El film trata de compensar un poco esto al presentarnos una variedad
de coloridos personajes, que varían desde los genuinamente graciosos, hasta los que
no son más que caricaturas parlanchinas y molestas.
La calidad
de la actuación (porque digan lo que digan, el doblaje de voz también cuenta
como actuación) varía muchísimo. Se nota la diferencia entre actores que tienen
experiencia en doblaje y quienes son actores “de verdad” que piensan que lo único
que se necesita es leer su dialogo. Dos ejemplos de esto: Por un lado tenemos a
Humberto Vélez, quien interpreta un personaje muy pequeño pero cuya actuación es
de lo mejor en toda la película; por el otro lado tenemos a Toto, con la voz de
Bruno Bichir, que a pesar de ser la tercera vez que el este actor interpreta al
personaje, simplemente no me convence de que sepa lo que está haciendo y aun así
se le siguen dando el papel protagónico en estas películas.
La animación
es buena a secas. No es nada que haga temblar a Pixar o a Dreamworks, pero el
esfuerzo de aquellos que trabajaron en la animación se deja ver tanto en la fluidez
como el colorido de la misma. Hay que aceptar que aunque el aspecto visual no
es nada del otro mundo, Un Gallo con
Muchos Huevos es la producción mexicana con mejor animación con computadora
hasta la fecha, aunque esta no sea una competencia muy reñida que digamos en el
cine nacional.
Es cierto
que desde su concepción, el albur y doble sentido han sido una característica muy
arraigada en las producciones de Huevocartoon, pero no se confundan, aun con
estos elementos la película no deja de ser una cinta infantil. La historia es
extremadamente simple y los personajes no son muy interesantes que digamos,
pero la producción es lo suficientemente entretenida para pasar el rato, o como
dicen en mi rancho “esta dominguera”. Los niños se entretendrán con la animación
y los adultos podrán reír de vez en cuando con uno que otro albur, pero fuera
de eso la cinta no tiene mucho que ofrecer. Si no tienen nada mejor que hacer
este fin de semana, échenle un ojo, pero no esperen ver un clásico, ni de la animación
ni del cine mexicano en general.
Un Gallo con
Muchos Huevos: 2/5. Meh.
Mejor que: La
Granja (2006), Otra Película de Huevos y un Pollo (2007), Guardianes de Oz
(2015)
No tan buena
como: Pollitos en Fuga (200), Una película de Huevos (2006)
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