De cuentos.

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author image |abril 25, 2011
Como por todos es sabido desde siempre las historias o “cuentos infantiles” han servido como un método de control y enseñanza para los futuros miembros adultos de una sociedad, y es que a través de parábolas se ejemplifican las acciones buenas y malas que “el individuo” que los protagoniza realiza y las consecuencias que éstas tienen para él y quienes lo rodean.

De ahí que las primeras versiones de los cuentos no sean más que ejemplificaciones crudas y sin un final feliz en ellas con la finalidad de que el niño entienda que no debe de copiarlas, ya que de hacerlo podría no sólo correr riesgo él, sino poner en riesgo a todos sus conocidos.

Sin embargo, esas historias a la larga se volvieron verdaderos cuentos infantiles los cuales distorsionaron la historia original y las convirtieron en simples cuentos para antes de dormir y con finales felices que intentaran motivar a los niños a que el bien siempre puede contra el mal con lo que se perdió su propósito original.

Por ello no es necesario decir que todo el siglo pasado estuvo dominado por las versiones animadas de aquellos cuentos infantiles, los cuales comercializaron a más no poder a sus protagonistas, convirtiéndolos a todos y cada uno de ellos en grandes estrellas.

No obstante parecer ser que en este siglo será todo lo contrario y por ello se han comenzado a realizar versiones de los cuentos que retoman su idea y porque no decir, su crudeza original, está vez dirigidas a un público mayormente adulto, aunque también será visto por muchos adolecentes.

De tal suerte, The Red Riding Hood es la primera de estas adaptaciones de los cuentos originales que es llevada a la pantalla en versión clasificación “B”, y la que, dicho sea de paso se encuentra cargada de una sensualidad desbordante en todo momento.

Red Riding Hood no es otra cosa que la aproximación más realista del cuento de Caperucita Roja, pero en el que lejos de mostrarnos a una pequeña niña que un día tiene que salir a ver a su abuelita y se encuentra con un lobo feroz que intentara sin éxito comérsela a ella y a su abuelita.

Nos muestra a una Valerie adolecente que desde su infancia estuvo inconforme con su forma de vivir y el rol que debía de cumplir dentro de su sociedad, y que al ser adolecente es demasiado bella y precoz como para siquiera controlarse ella, ya no digamos controlar su impulso sexual hacia Peter, el leñador del que está enamorado.

A Valerie no le gusta que sus padres hayan arreglado su matrimonio con Henry, el hijo del Herrero del pueblo por lo que le dice a Peter que escapen, no obstante su plan se ve interrumpido por la abrupta muerte de su hermana mayor a manos del lobo que durante años ha asediado al pueblo y que a cambio de un animal en luna llena los había dejado en paz.

Ante el ataque el pueblo decide ir a cazarlo y matarlo, pero los inexpertos aldeanos no saben a lo que se enfrenta y la razón por la que el lobo ha roto la tregua, razón que incluye el futuro inmediato de Valerie y que al final, aun cuando indirectamente se niega a su destino lo acepta de una manera más indirecta.

The Red Riding Hood es una muy buena readaptación de la caperuza roja original, no obstante lo que la hace grandes es también lo más criticable y eso es la hipersexualidad que enmarca y emana de la bella Valerie en todo momento y que en apariencia está relacionado directamente con su director que no es otro que el mismo que dirigió Crepúsculo.

Con el target totalmente para adolecentes calenturientos y más allá de lo antes mencionado the Red Riding Hood es una muy buena película para ver en el cine y disfrutar de los ojazos de una Amanda Seyfried que puede y muy bien con el papel que se desarrolla y que se vislumbra como una de las sex symbols de esta década.

Comentarios

Pues parece interesante el pedo... algo asi como crepusculo, no?
y la chica esa tiene una jetita cumsotera jaja
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